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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Murillo y los lineamientos

Elías Amor Bravo, economista Apareció Murillo. Al fin. Y lo hizo para presentar en la Asamblea Nacional un informe relativo al estado de la implementación de los Lineamientos del partido, que dirige la economía nacional. Es lo suyo. Básicamente, vino a decir que desde el 7º congreso comunista hasta el presente, ha estado trabajando “en la culminación de los cuatro documentos programáticos discutidos allí, cuya consulta abarcó a más de un millón de personas” para un total de “100 políticas aprobadas, divididas en tres grupos: las que habían cumplido los objetivos planteados, las que lo hicieron parcialmente y las que mostraron mayores problemáticas y no habían alcanzado los propósitos”. Una ingente labor. Sin duda. Fundamental para lograr el funcionamiento eficiente y la competitividad y productividad que necesita la economía cubana para romper su círculo vicioso. No conozco país alguno que sus responsables económicos dediquen tanto tiempo a poner en orden todo este volumen

¿Por qué no va bien la inversión extranjera en Cuba?

Elías Amor Bravo, economista   Alguien debería explicar a los dirigentes comunistas de La Habana que la “cartera de oportunidades” es un instrumento poco adecuado para captar inversiones extranjeras. Demasiada es la confianza que se otorga a la cartera para “dinamizar los procesos inversionistas, en especial los vinculados al capital extranjero”. No es oro todo lo que reluce en el ámbito de la globalización económica y, en general, el inversor internacional es poco proclive a seguir recomendaciones de gobiernos intervencionistas y poco favorables a la libertad económica. Si a ello se unen las preocupantes “dilaciones excesivas del proceso negociador” y la necesidad de “superar la mentalidad obsoleta llena de prejuicios contra la inversión foránea”, según proclamó el mismo Raúl Castro ante la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre de 2016, preocupado por la deficiente marcha de la política de inversiones extranjeras, el círculo vicioso queda cerrado. Insisto

Cabrisas ante la Asamblea Nacional: 2017 un año de tensiones

Elías Amor Bravo, economista La verdad es que no hacía falta esperar a la Asamblea Nacional, ni tampoco a las declaraciones vacilantes de Cabrisas ante la Comisión de economía, que se han divulgado en la prensa oficial del régimen, para saber que la economía castrista en 2017 ha vuelto a registrar uno de los peores ejercicios de su historia. Con las estimaciones de CEPAL ya sabíamos que el crecimiento económico apenas había alcanzado un 0,5% uno de los más bajos de toda América Latina. Ahora el pésimo escenario se confirma, y el máximo responsable de la gestión económica en Cuba declara que "ha habido grandes retos en las actividades productivas y de servicios, dadas las tensiones financieras y materiales". Lo mismo de siempre. Retos en las actividades productivas. Primera pregunta, ¿para quién? No hemos quedado que el estado posee más del 80% de los activos existentes en la economía nacional y es el directo responsable de hacer que funcione la maquinaria económica. P

Una primera valoración del Informe de CEPAL sobre la economía castrista

Elías Amor Bravo, economista El Informe de CEPAL “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe” recién publicado, ha ofrecido datos relativos al comportamiento de la economía castrista en 2017. Una buena noticia, si se tiene en cuenta el silencio en la Oficina Nacional de Estadística de Cuba en las cuentas nacionales, que habiendo transcurrido todo 2017 continúa sin aportar evidencias o datos relativos al ejercicio de 2016. Ese parón informativo oficial, solo compensado con los datos parciales y poco conexos que se ofrecen en las sesiones de la Asamblea nacional, ha impedido realizar un análisis de coyuntura de la economía castrista, y en concreto, del impacto de las actuales reformas raulistas. CEPAL se arriesga a hacerlo y lo cierto es que los resultados han sorprendido. El organismo internacional afirma que “después de una contracción de la economía cubana del 0,9% en 2016, en 2017 se proyecta una ligera recuperación del 0,5%”, que la sitúa en

¿Sirven para algo las reformas de las empresas estatales castristas?

Elías Amor Bravo, economista Lo cierto es que sorprende que en Cuba todavía alguien pueda creer que se logren empresas eficientes, bien organizadas y eficaces, con la publicación de unas “Bases programáticas del partido comunista o unos lineamientos más o menos inconcretos”. En diversas ocasiones, he reflexionado en este blog sobre este tipo de cuestiones que, a la larga, terminan siendo un obstáculo para que la economía cubana mejore, y sea eficiente y productiva. El peso hegemónico del estado en la economía, la apuesta principal de la llamada “revolución” y responsable directo del desastre económico en estos 58 años de castrismo, es un gran error sistémico que debió ser eliminado hace décadas. Un buen momento habría sido el denominado “período especial”, tras el derrumbe del muro de Berlín, cuando las fuerzas productivas de la economía mostraron que treinta años de intervencionismo estalinista no habían eliminado el deseo de emprender de los cubanos, ni mucho menos. No se

Lo que necesitan de verdad los empresarios de Cuba

Elías Amor Bravo, economista Orlando Hernández Guillén, presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba, instó a "elevar la capacitación del empresariado cubano, imperativo para lograr el paulatino desarrollo económico del país" (periódico Guerrillero 1 de diciembre). Hace falta tener poca vergüenza para decir este tipo de cosas, o haber perdido la memoria histórica de lo que se denomina como “revolución”, para proclamar algo así en la república socialista de Cuba, donde en la constitución, de forma clara, no sólo está proscrita la propiedad privada de los medios de producción, sino que conceptos como emprendedor, empresa o empresario, ni se mencionan. Incluso, en los documentos oficiales hasta se orillan de manera falsaria, utilizando términos como “nuevas formas productivas” o en el peor de los casos, “cuenta propistas”. El régimen comunista instaurado por los Castro en 1959 destruyó la base social y económica del empresariado privado cubano que tanto