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Mostrando entradas de febrero, 2013

A vueltas con la planificación en la agricultura castrista

Elías Amor Bravo, economista Ese empeño castrista por “planificar y hacerlo bien”, resulta algo exagerado. Por lo pronto, es reconocer lo evidente. Un sistema económico basado en la ausencia de propiedad privada y en la idea de la planificación central estalinista como instrumento de asignación de recursos, ha fracasado. Y lo peor, es que no saben cómo salir del atolladero. Son muchas décadas de planes laboriosos, incumplidos, sorteados con dificultades burocráticas de todo tipo, décadas de obediencia a la cúpula del poder, por otra parte, única responsable del desastre. Por eso, los debates que se están abriendo últimamente sobre la planificación despiertan la curiosidad del analista. Me refiero a un artículo de Sheyla Delgado en Granma, en el que se analiza el balance de resultados del MINAG en 2012. La tesis subyacente del ministro, Rodríguez Rollero, es que hay que “planificar y hacerlo bien, partiendo de la integralidad en cada uno de los elementos que garantizan la prod

Acierto o desacierto de la promoción del habano a nivel internacional

Elías Amor Bravo, economista Junto al azúcar, el tabaco fue el otro gran producto de la exportación de la economía cubana desde los tiempos de la colonia. Un producto de excepcional calidad, que atrajo los paladares más exigentes y que era elaborado con esmero en los despalillos, permitió a los pequeños productores altamente especializados obtener unas rentas estables. Frente a la hegemonía del azúcar, que inundaba con sus cifras espectaculares la economía mundial, el tabaco cubano, que representaba alrededor del 6% del comercio exterior, mantenía una presencia más estable en los mercados y su manufactura y distribución se realizó con técnicas realmente avanzadas para su tiempo. Como otras tantas cosas, el régimen que triunfó en 1959 e instauró la denominada “revolución” acabó con la plantación tabacalera privada, expropiando y confiscando a los cultivadores que, durante décadas habían sacado con esfuerzo, ahorro y reinversión de beneficios, las mejores hojas en las distintas

La burbuja financiera se va a pinchar antes de tiempo

Elías Amor Bravo Poco se fían los Castro de los trabajadores. Prácticamente nada. Esta es una conclusión que ya se obtenía al analizar el Decreto Ley 289 que permitía a agricultores pequeños con tenencia legal de tierras (no propiedad privada, que sigue prohibida), a trabajadores por cuenta propia (autorizados dentro de las ocupaciones que el régimen permite) y a personas que ejercen otras formas de gestión no estatal, acceder a créditos bancarios con el fin de propiciar el desarrollo de sus labores. Finalmente, el Decreto permitía a quienes desearan realizar actividades constructoras contar con un financiamiento para ese fin. Sin embargo, se establecía que los prestatarios interesados tenían que demostrar a la entidad bancaria la fuente de ingresos futuros que se utilizarían para pagar el crédito. Hasta aquí nada nuevo. Lo problemático viene después. Ya que nadie podría obtener financiación si previamente no se presentaban las garantías que aseguraran el cumplimiento de las obli

El arroz en Cuba: exigencia y disciplina, si. Pero algo más

Elías Amor Bravo, economista Ya sabemos que los dos parámetros que rigen la actualización raulista de la economía castrista tienen un claro significado militar. Exigencia y disciplina parecen sacadas de una arenga a las tropas cuando se trata de librar una batalla de aquellas en las que tanta gente pierde su vida por defender unos ideales. Permítanme que les diga que la dirección y gestión de una economía moderna, competitiva y eficiente, no es tan sangrante ni mortal, y exige otro tipo de cosas. Por lo pronto, requiere prácticamente un giro de 180º en esa forma de afrontar los retos, y si las autoridades del régimen castrista no se percatan de ello, la economía se verá incapaz de alcanzar los resultados que cabe esperar de la misma. La reflexión procede de un artículo publicado en Granma con el mismo título, en el que se hace referencia a la actividad del Grupo Agroindustrial de Granos, GAIG, que con 320.792 toneladas de arroz —52 mil más respecto a 2011— dio a conocer s

Inversiones políticas o económicas

Elías Amor Bravo, economista ¿Quién dijo que en el castrismo los políticos no tienen influencia? Estamos acostumbrados a pensar en aquel régimen como una correa de transmisión del poder coercitivo de los dos hermanos, anclados a la dirección del país durante más de medio siglo, pero en Cuba existen “lobbies”, al estilo castrista, y los políticos que forman parte del núcleo de poder, tienen capacidad para influir en el destino del gasto, de las inversiones y en definitiva, en la economía. Y no lo digo yo. Lo expone Granma en un reciente artículo en el que se hace referencia a una “nueva inversión de la revolución en el valle del Caujerí”. Que yo sepa, una revolución no realiza inversiones. Hay que hablar con propiedad. Este tipo de procesos lo ejecutan las empresas, o en la visión keynesiana de la economía, los gobiernos, cuando existe exceso de ahorro con respecto a la inversión planeada por las empresas. Ojo, en Cuba, dudo que la revolución haga inversiones. Dejó de

Produciendo "papitas fritas" en la economía castrista: una gran gesta revolucionaria

Elías Amor Bravo, economista Ahora vamos a fabricar "papitas fritas". Mañana, ya se verá. El nivel de improvisación de los cambios que se están introduciendo en la economía castrista en los últimos meses es tan elevado que en Granma, el diario oficial del régimen, se hacen eco de “la actividad de una industria de papita frita” y a ello le dedican un artículo. Se trata de la empresa “Bravitas” que se encuentra a 50 kilómetros de Cienfuegos, junto a la extensión agrícola de Abreus. La empresa fue inaugurada hace diez años, y desde entonces parecía encontrarse en ese limbo de ineficiencia en que la economía castrista arrastra a la mayor parte de la capacidad productiva. Esta empresa merece la atención de Granma porque supone, y cito textualmente, “desarrollar en el país el deficitario renglón, bajo la perspectiva de una industria cercana a la agricultura”. Yo creo que lo que más llama la atención es que produzcan papitas fritas. Pero, ¿se comen realmente los cubanos es

Malas noticias, peores augurios

  Acaba de ser publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, ONE, el documento " Sector agropecuario. Indicadores seleccionados, enero-diciembre 2012 ", que muestra, a partir de una serie de datos estadísticos, por qué la economía castrista sigue teniendo problemas para dar de comer a los cubanos, viéndose inmersa en la necesidad de realizar cuantiosas importaciones de productos agrícolas. Elías Amor Bravo, economista La agricultura castrista aparece ante el analista externo como un sector catastrófico, consecuencia de las políticas adoptadas por el régimen revolucionario en sus primeros años, bien conocidas de todos: confiscación y robo sistemático de propiedades a sus legítimos dueños, limitaciones en la superficie de tierra explotada por privados, obligatoriedad de producción y de venta al Estado, fracaso en suma de la planificación estatal. En los últimos años, la política de los "Lineamientos", introducida por Ra