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Mostrando entradas de marzo, 2013

¿Turismo revolucionario? No, gracias

Elías Amor Bravo, economista La historia de Cuba se ha visto deformada por la acción de la llamada “revolución”. Este es un daño etnológico sin precedentes, cuyas consecuencias son, si cabe, más dramáticas que las ejercidas sobre la economía y la sociedad. Como si no hubieran existido una República, desde el 20 de mayo de 1902, y la anterior colonia de España, desde 1509 cuando se iniciaron los primeros viajes exploratorios, el régimen de los Castro ha convertido los casi 450 años de existencia anteriores a 1959 en una caricatura nauseabunda, al servicio al culto del poder estalinista. Por ello, recuperar las señas de identidad históricas será una tarea de gran relevancia para las generaciones que se hagan cargo de la transición a la democracia y las libertades. Esa usurpación castrista de la personalidad cubana tiene un ejemplo estos días en Santiago de Cuba. Un artículo en el diario del régimen, Granma, de Eduardo Palomares, hace referencia a las reparaciones en el hotel Re

Corralito castrista, el peor de todos

Elías Amor Bravo, economista El diario oficial del régimen castrista no escatima esfuerzos. Hoy dedica una especial atención a la situación financiera en Chipre, a la que califican como “corralito a la europea”. Nunca es bueno ver la paja en el ojo ajeno, porque termina siendo más doloroso. Cuesta creer que un sistema político cuyos dirigentes, desde el principio, suprimieron cualquier derecho de propiedad a la población, estableciendo un sistema basado en el control absoluto de la propiedad por el estado, haga referencia a la seguridad bancaria. Tal vez convendría recordar que el primer “corralito de América” se produjo en Cuba, en aquellos meses terribles que se sucedieron a la llegada de los llamados “revolucionarios” cuando el entonces ministro de economía, Che Guevara, ordenó la cancelación de todos los depósitos en los bancos, su nacionalización y la confiscación masiva a los que habían otorgado su confianza a las entidades crediticias. La fecha, fatídica para m

¿Por qué es tan difícil superar el atraso inversor para el régimen castrista?

Elías Amor Bravo, economista Uno de los principales desequilibrios de la economía castrista se refiere a la estructura del presupuesto de gastos del estado, que otorga una participación muy destacada al gasto corriente en detrimento del gasto en infraestructuras e inversiones. En términos comparativos, y según datos de CEPAL, la participación del indicador Formación Bruta de capital fijo sobre el PIB de la economía castrista, un 9%, se sitúa prácticamente tres veces por debajo de la media regional en América Latina, donde el resto de países destinan más recursos a las inversiones productivas que son las que permiten desarrollar la economía y estimulan el crecimiento sostenible. La atención a las inversiones en los presupuestos estatales cobra especial relevancia en aquellos países que, como Cuba, registran niveles bajos de desarrollo. Por el contrario, el régimen castrista otorga una participación relevante en los presupuestos a los gastos corrientes, que financian prácti

La política de captación de inversiones extranjeras del régimen castrista en el punto de mira

Elías Amor Bravo, economista En los últimos días, varios medios se han hecho eco de una pretendida estrategia del régimen castrista para atraer inversiones extranjeras a la Isla, ante la inminente pérdida de las subvenciones y gratuidades procedentes de la economía venezolana. Como si se tratase de una “road movie” al uso, autoridades del régimen se han lanzado a una búsqueda alocada de inversores como si el tiempo para hacerlo se estuviera agotando. Desde hace tiempo, vengo señalando que los empresarios privados que realizan inversiones en Cuba se ven obligados, en general, a aceptar unas condiciones para el desarrollo de sus proyectos que no se corresponden, en líneas generales, con las que se establecen por el derecho internacional en la mayor parte de países del mundo. Ello supone un riesgo elevado que se suma a la falta de oportunidades concretas para la realización de las inversiones. El riesgo viene motivado por la naturaleza estalinista del régimen, anclado en un

Decisiones económicas en China y expectación castrista

Elías Amor Bravo, economista Sorprendente. El diario oficial del régimen castrista, Granma, hace referencia hoy al comienzo del análisis de un proyecto para transformar las funciones del gobierno y su intervención en temas sociales y de mercado por la XII Asamblea Popular Nacional de China, el máximo órgano legislativo. Hasta ahora, resultaba difícil descubrir en este portavoz de los Castro, alguna referencia al proceso de transformación emprendido por la economía china. Más bien, todo lo contrario. Distancia y percepción de fracaso desde La Habana. Un cierto sentimiento de superioridad. Es evidente que algo ha cambiado. Posiblemente, la necesidad de contar con apoyo financiero ante la eventual pérdida de los petrodólares chavistas. En cualquier caso, la aplicación de estas reformas, con el mismo ímpetu que en China, podría servir para que la economía castrista enderezara su rumbo, ampliase su base productiva y permitiera, por primera vez en 55 años, satisfacer las necesi

A vueltas con los contratos en la economía castrista

Elías Amor Bravo Cualquier economista sabe que para que una economía funcione se necesita un marco jurídico estable y predecible. Los agentes económicos toman decisiones todos los días, basadas en un nivel de información que depende básicamente de los precios. El mercado asegura que los millones de transacciones realizadas, permitan alcanzar equilibrios estables entre demandantes y compradores. La existencia de un marco jurídico es fundamental, y ello tiene mucho que ver con el respeto a las normas, los contratos y los acuerdos. Sin ello, no existe la necesaria seguridad jurídica que permita a los agentes realizar sus transacciones libremente, aumentar la dimensión de sus negocios, obtener beneficios, acumular y crecer.  Ese es el secreto, y no hay mucho más. Al parecer, después de medio siglo de destrozos en el modelo económico, el régimen castrista se plantea recuperar el papel de los contratos en el funcionamiento de la economía. Se evidencian “continuamente, penos