El futuro de la agricultura cubana son las "yuntas de bueyes"
No hay día que nuestra atención hacia las decisiones económicas que se adoptan en Cuba no se despierte con cierta desazón e incertidumbre. Hoy nos llega a través de un artículo en Granma, escrito por Miguel Febles, con el título “Empleo de la tracción animal: Ponerle el “narigón” a los rezagados” una información que, de ser cierta, nos ha llamado poderosamente la atención por su debilidad y falta de racionalidad económica. En esencia, el régimen castrista considera una prioridad recuperar la “tracción animal” para la mejora del sector agropecuario en la Isla, como una forma de reducir el uso de combustibles y de medios mecánicos como tractores o grúas, que prácticamente han desaparecido de la escena. Esta decisión supone ir contracorriente. Y así, en vez de recurrir al empleo de nuevas tecnologías de transporte eficientes en el uso de combustibles, cuya racionalidad está fuera de duda, el castrismo apuesta por las “yuntas de bueyes” para funciones ya no sólo en el campo, sino para la ...