Cuba internet freedom y el avance de las redes sociales

Elías Amor Bravo, economista

Estos días han presenciado en Miami una iniciativa de gran valor que, posiblemente, sería imposible en Cuba, en las condiciones actuales. Me refiero a la segunda Conferencia Cuba Internet Freedom (CIF). Los participantes en este evento han alcanzado una conclusión fundamental, si Cuba se encuentra cada día más conectada a la red, las posibilidades que se abren para las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto, promoverán la plena integración de la aislada isla en el proceso imparable de globalización.

La idea es excelente, porque desgraciadamente, las estadísticas comparadas, muestran cómo en Cuba, las autoridades han propiciado un considerable retraso en el uso de la tecnología del internet, con actualmente cuenta con solo poco más de 300 puntos wifi en toda la isla y una muy baja o escasa penetración en los hogares, todo ello conducido por las autoridades a partir del poder de monopolio que tienen los operadores. Los cubanos sueñan con el acceso a internet, la puerta a la libertad y al aire fresco para salir de un ambiente enrarecido, pero el régimen sabe que internet le puede suponer una pérdida progresiva de fuerza y del control sobre la población y por ello mantiene un lento avance de las tecnologías que no se observa en otros países del mundo.

Esta conferencia confirma varias cosas.

En primer lugar, que Cuba ya no podrá mantener un bloqueo informativo del exterior como hacía Fidel Castro en los años 60, 70, 80 y parte de los 90. Las nuevas tecnologías han derrumbado los muros de la última dictadura de la guerra fría, y la información se abre camino por distintas vías. No es extraño el reconocimiento al papel desempeñado por Radio y Televisión Martí y Martinoticias.com en sus emisiones dirigidas a la isla, que cuentan con una gran aceptación del público, como se constató con las encuestas presentadas y que durante la última década fue la única puerta abierta a la libertad informativa, eso si, vigilada e intervenida por la seguridad del estado.

En segundo lugar, que la apertura digital y la información puede ser un importante revulsivo para los pequeños negocios de los emprendedores autorizados que luchan por desarrollar sus proyectos. El uso de internet para intercambiar información, captar clientes, realizar operaciones económicas, puede abrir espacios nuevos que queden fuera del control del aparato estatal. En ese sentido, se presentaron aplicaciones como “Conoce Cuba”, un proyecto que comenzó hace 4 años y que cuenta con 300.000 descargas y más de 500.000 visitas en la wreb, que tienen posibilidades para que internet promueva la actividad de los emprendedores cubanos, con mayor comunicación y mejores ofertas laborales que mejoran el modo de vida, de trabajo y de relacionarse con los demás, sostuvo González, cuyo proyecto inició hace 4 años y ya cuenta con más de 300.000 descargas y más de 500.000 visitas a su página web.

En tercer lugar, el régimen se siente acosado por este renacimiento de la vida digital en Cuba y el aumento de la información que recibe la población. En ese sentido, no hace mucho tiempo, Miguel Díaz Canel, el que todos suponen que puede ser delfín sucesor de Raúl Castro, alardeaba en una charla con comunistas sobre cómo actuar frente a las libertades y las comunicaciones procedentes de internet en la isla. No en vano, el régimen incrementa a cuentagotas el acceso a las redes y que alcanzar al 100% de la población con el internet se plantea como un objetivo ambicioso, irrealizable.
En cuarto lugar, para quién ha estado educado en procesos de aprendizaje basados en la memoria y la obediencia jerárquica, las redes suponen mucho más que una emigración digital. Los cubanos necesitarán formación para poder sacar el máximo provecho de internet, y la experiencia confirma que aquellos que tienen la posibilidad de acceder al conocimiento, implementan valiosos proyectos que acaban siendo un éxito. No en vano, el capital humano está ahí y las redes valoran y mucho, los elementos de ingenio y creatividad.

Todo este escenario se abre camino en medio de una amplia y continua represión política porque el régimen teme el avance de lo digital. Durante la conferencia se expusieron casos de persecución política que merecen el más absoluto rechazo, y que a la larga suponen frenar un proceso que tarde o temprano acabará desarrollándose en la isla, porque no existe nación que escape de la digitalización. Emprendedores, creativos, artistas, publicistas, se combinan con periodistas independientes, opositores, disidentes, productores en pequeña escala, alquiladores de alojamientos, paladares, una nueva generación de emprendedores, todos en suma denuncian en las redes el acoso permanente y el mundo tiene información de primera mano de lo que ocurre en la isla.

Al final, el avance de internet en Cuba es una gran victoria de la sociedad civil independiente frente al poder comunista. Los cubanos se sienten atraídos por internet, lo conocen y quieren disfrutar de sus posibilidades, que son innumerables, y les permite abrir espacios de libertad.

Los que soñamos con un cambio político democrático en Cuba, tenemos que confiar en el impacto disruptivo de la internet y las redes sociales en la sociedad cubana. Las capacidades existentes nos obligan a ser optimistas. El régimen tiene poco que hacer contra ello, salvo mostrar su rostro más oscuro y represor. Ojalá que la próxima edición de Cuba Internet Freedom se celebre en La Habana. Será una muy buena señal.

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