Murillo, ¿van bien los lineamientos?

Elías Amor Bravo, economista

Como no podría ser de otro modo, Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, asumió ante los miembros del consejo de ministros en su reunión del pasado 21 de junio,  un protagonismo principal como responsable del proceso de “acutalización” de la economía castrista según el guión de los llamados “Lineamientos”.  Marino estuvo en su papel.  Habló de muchas cosas. Escueto, como siempre, pero de tan variada naturaleza que cualquier esfuerzo de análisis parece ciertamente complicado.

En el clima de menor crecimiento de la economía, que su colega Yzquierdo había descrito anteriormente, Murillo quiso situar la dinámica del cumplimiento de las actividades incluidas en la Proyección Estratégica para el periodo 2012-2015, de las que indicó que “se aprecia un incremento sostenido, aunque cualitativamente en estos momentos se acometen las más complejas y decisivas para la actualización del modelo económico”. Algunas de estas tareas fueron expuestas.

1.- Programa de desarrollo económico-social

Embarcarse en la elaboración de un Programa de Desarrollo Económico-Social para la economía castrista  a largo plazo, en el horizonte de 30 años, parece una aventura ciertamente complicada. En un mundo globalizado, donde las tecnologías cambian de forma acelerada, donde el comercio, los capitales y las personas circulan con absoluta libertad, y la riqueza va alcanzando a sectores sociales cada vez más amplios de los países en vías de desarrollo, planificar, desde la perspectiva castrista, las bases de una visión estratégica de desarrollo hasta el 2030, parece un acto de absoluta irresponsabilidad política.

Sobre todo, si se tiene en cuenta a dónde puede ir a parar ese plan, con todo el esfuerzo realizado, si mañana en Cuba se produjese el esperado cambio político democrático con la desaparición del régimen. En ese momento, los “indicadores de largo plazo, concretos y medibles del Plan; sus objetivos, líneas estratégicas, fuentes de financiamiento, metas y brechas a superar para consolidar la construcción de una “sociedad socialista próspera y sostenible” que menciona Murillo, podrían ser definitivamente cancelados para siempre y pasar a ser historia. Lamentable todo un gran esfuerzo para nada.

2.- Unificación monetaria y cambiaria

Murillo también se refirió a uno de los asuntos fundamentales que más preocupan a la sociedad en Cuba actualmente. La gente teme por el impacto de la supresión de la dualidad monetaria. Y hacen bien. Ese trabajo oscuro, semi clandestino en lo que se denomina “cumplimiento del cronograma aprobado” es un motivo de preocupación, porque deja a los agentes sin capacidad de reacción frente a la decisión que finalmente imponga el régimen.

Murillo cree “las acciones de capacitación dirigidas a garantizar la adecuada preparación de las entidades para enfrentar dicho proceso” realizadas en este semestre son muy importantes, pero cuando se creó el CUC no se realizó formación alguna, y ahí está durante 20 años funcionando. No cabe duda que no las tienen todas consigo y que la vacilación en la gestión monetaria y cambiaria, cuando se tiene todo el margen de actuación, nunca es buena consejera.

Murillo señaló, además, que “la unificación monetaria por sí misma no resolverá todos los problemas de la economía, sino que forma parte indispensable de un proceso que incluye la implantación del resto de las políticas dirigidas al incremento de la eficiencia y el nivel de productividad del trabajo, además del perfeccionamiento de los diferentes mecanismos distributivos de la riqueza creada”.

Y al realizar esta afirmación, lejos de resolver las dudas e incertidumbres existentes, lo que hace es aumentarlas y crear una sensación de alarma que actúa de forma negativa sobre los débiles equilibrios internos y externos de la economía castrista. Se tiene la sensación que no existe una convicción clara sobre cómo llevar adelante el proceso de unión de las dos monedas y se temen las consecuencias, sin duda negativas, que se van a derivar del proceso. Todo ello trae consigo más incertidumbre, nada bueno para una gestión ordenada de una economía.

3.- Política crediticia

Me ha llamado la atención de la cifra de los créditos concedidos por los bancos, que alcanza, según Murillo, 2.480 millones de pesos, es decir, el 3,5% del PIB de la economía. Ciertamente, para un sector, el bancario, que había estado dormitando el sueño eterno desde la destrucción de las instituciones de crédito privadas en los primeros años de la llamada "revolución", este rápido aumento del endeudamiento, indica que en medio de grandes dificultades, algo se mueve.

Murillo se quejó ante el consejo de ministros que “no se logre una utilización efectiva de las nuevas posibilidades de garantías”. Absolutamente de acuerdo. ¿De qué garantías habla? Sin un marco jurídico estable de respeto a los derechos de propiedad, la capacidad de endeudamiento se encuentra restringida y no hay garantías que valgan. Los 272.332 créditos concedidos hasta el pasado mes de abril son un salto de fe en el vacío. La base que los justifica no está clara. Difícilmente actuaría de este modo un sistema bancario si no gestionase sus fondos procedentes del estado, como en Cuba. El problema es de dónde vienen esos fondos y qué capítulos del presupuesto estatal se reducen para poner ese dinero en circulación. Dudas que Murillo no responde.

4.- Inversión extranjera

Murillo anunció que Ley 118 “De la Inversión Extranjera”, aprobada el 29 de marzo del 2014, y sus normas complementarias, entrará en vigor el próximo 28 de junio. Una referencia tan escueta indica que no debe ser un enunciado del interés de Murillo. Sus razones tendrá.

5.- Los experimentos en Artemisa y Mayabeque

La aplicación de los llamados “Lineamientos” comporta una serie de experimentos que tratan de intuir en espacios limitados los efectos de un proceso de liberalización económica. En algunas ocasiones, se han cuestionado estas prácticas, porque el mercado no tiene fronteras, ni se puede estabular geográficamente. Es lo que se puede señalar de la experiencia sobre las nuevas formas de funcionamiento y estructuras en las provincias de Artemisa y Mayabeque.

Murillo señaló que se desarrollan, de acuerdo con lo programado, a pesar de las “dificultades identificadas mediante los controles a que está sometido sistemáticamente dicho proceso”. ¿Dificultades? Nada será fácil. Y desde luego, esas pruebas parciales lo que hacen es complicar mucho más las cosas. Añadió, por último, que el Consejo de Ministros aprobó presentar en el Parlamento la propuesta de extender el experimento en ambas provincias hasta diciembre del 2016.

6.- Separación de funciones estatales y empresariales

La economía castrista diseñó un modelo intrincado y complejo de relaciones entre la administración y las empresas que está en el origen de su incapacidad para generar productividad y riqueza. Superar esas trabas internas es uno de los objetivos de los llamados “Lineamientos”. Murillo señaló al respecto que “concluyeron las etapas de conformación de propuestas y aprobación del perfeccionamiento del primer grupo de 20 organismos y entidades”. Un proceso que Murillo considera fundamental para “avanzar en la separación de las funciones estatales de las empresariales; así como adecuar y dar coherencia a las estructuras de la administración estatal y entidades nacionales para lograr una administración pública más racional y efectiva”. Es más fácil privatizar. Es la vía directa. Cualquier otro remedio casero, no dará los resultados buscados. Las funciones estatales tienen que estar alejadas de las decisiones empresariales para que la economía funcione. El enredo creado en la economía se resuelve poniendo en orden el complejo entramado institucional que lastra las posibilidades reales de la economía, dirigiéndose al núcleo del problema.

7.- Autonomía empresarial

En esa misma línea, presentó el “proceso gradual de ampliación de la autonomía y facultades en la empresa estatal socialista con el objetivo de crear las condiciones que le permitan desempeñar el papel que verdaderamente le corresponde en la economía”, al tiempo que, destacó una mayor responsabilidad de los directivos, funcionarios e integrantes del sector. Murillo debe saber desde hace tiempo que la verdadera autonomía empresarial no es el resultado de la aplicación de normas burocráticas, sino de una gestión independiente y centrada en la rentabilidad y eficiencia. Que empiece con los bancos, por ejemplo.

8.- Cooperativas y trabajo por cuenta propia

Murillo señaló que de las 498 cooperativas autorizadas en abril del 2013, hasta el pasado mes de mayo han sido constituidas tan solo 249. Nada contento con la dinámica experimentada por el proceso, planteó  “la necesidad de implementar un sistema de evaluación y control sobre la marcha del experimento”. La cuestión es por qué no se han creado todas las cooperativas autorizadas, muchas de ellas en actividades distintas a las agropecuarias. ¿Falta de experiencia, de conocimiento, trabas burocráticas? Puede ser de todo un poco. En cualquier caso, las cooperativas han frenado su crecimiento, y eso se puede interpretar como un dato negativo.

Y en cuanto al trabajo por cuenta propia, anunció que hasta mayo del 2014 se registran más de 467.000 personas acogidas a esta modalidad, cifra que, según sus previsiones “se estima continuará incrementándose en el transcurso del año”. Poco más del 8% de la población ocupada total. No es el ritmo pretendido por las autoridades. Tampoco van bien las cosas con los cuenta propistas.

9.- Comercialización productos agropecuarios

Otro de los experimentos de los llamados “Lineamientos”, consistente en mejorar la comercialización de productos agropecuarios en La Habana, Artemisa y Mayabeque en sus primeros cinco meses de aplicación se ha caracterizado por “trabajos de reordenamiento y acondicionamiento de la red minorista y el inicio del funcionamiento del mercado mayorista”. Datos que no esconden la mediocridad del proceso de experimentación, su escasa capacidad para desarrollar fórmulas comerciales similares a las existentes en otros países. Murillo concluyó al respecto que “el discreto aumento registrado en el abastecimiento y diversificación de la oferta coincide con una producción aún insuficiente que hace que los precios se mantengan elevados en los mercados”. Queda mucho más que hacer, y desde luego, la parcialidad de los experimentos no contribuye a su éxito.

10.- Venta liberada de GLP

Murillo señaló que no se han producido novedades, ni dificultades en la venta liberada de Gas Licuado de Petróleo (GLP), iniciada de forma experimental en las provincias de La Habana y Santiago de Cuba, así como en el municipio especial Isla de la Juventud. Es curioso, pero hace algunas semanas pequeños ganaderos cuestionaban que esa venta se estuviera realizando de forma correcta, al impedir el traslado de reses a los mercados en transportes.

Murillo recordó finalmente que “desde el segundo semestre del 2013 se desarrollan temas de mayor complejidad e impacto en el modelo económico, lo cual implica más responsabilidad de todos los directivos y ejecutores en las propuestas e implantación de las medidas que resulten aprobadas, así como incrementar su seguimiento y control”.

Visto desde esta perspectiva, las preocupaciones que asaltan a Murillo y su concentración en resolver problemas burocráticos y administrativos, vienen a confirmar el por qué del parálisis de la economía, con un crecimiento anual en declive que este año difícilmente superará el 1,4% según Adel Yzquierdo. Las reformas no están dando los resultados y lo que es peor, la acción política no se encuentra bien orientada.

Comentarios

  1. la cabeza de murillo -como la de muchos de sus predecesores- esta ya bajo el filo del hacha del verdugo, el cual justificara de esa manera los contratiempos enumerados.

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