Nace una nueva “casta revolucionaria”.
Elías Amor Bravo, economista
Ahora que se ha puesto de moda el
término “casta” para referirse a los colectivos privilegiados,
no deja de ser curioso que el régimen castrista siente las bases
para el nacimiento de un colectivo de trabajadores que van a
disfrutar de unas condiciones laborales y salariales distintas de la
mayoría de la población laboral existente en la Isla. Eso sí,
pagando más impuestos y más seguridad social, y lo peor de todo es
que estarán absolutamente controlados por las agencias empleadoras,
el brazo largo del régimen sobre la inversión extranjera.
En Granma se ofrece cumplida
información del funcionamiento ciertamente abigarrado de este nuevo
modelo de relaciones laborales que abre un espacio en la pétrea estructura socioeconómica del castrismo. A partir de hoy entran en vigor las disposiciones sobre el
pago a los trabajadores vinculados con la inversión extranjera que
han sido publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 53.
Se trata de tres resoluciones de los
ministerios de trabajo y seguridad social, economía y
planificación, y finanzas y precios, que establecen un nuevo modelo
relativo al pago a los trabajadores vinculados a empresas con capital
extranjero, su contribución a la Seguridad Social, y las funciones
de las entidades empleadoras.
De forma muy destacada, a partir de la
entrada en vigor de las resoluciones, los trabajadores que presten
sus servicios en las empresas vinculadas a la inversión extranjera
observarán cómo la formación de sus salarios deja de ser el
resultado de las decisiones centralizadas, a partir de las escalas
salariales aprobadas en el país, como viene siendo habitual en el
régimen.
Por el contrario, el salario pasará a
establecerse por las empresas de capital extranjero, “teniendo en
cuenta los salarios que se abonan a cargos de similar complejidad en
entidades de la misma rama o sector del área geográfica de Cuba, la
escala salarial que se aplica en el país (a modo de referencia) y
algunos pagos adicionales que por ley correspondan”. Una cuestión
ciertamente importante, si se tienen en cuenta las notables
diferencias salariales que se observan, sin ir más lejos, entre los
países del Caribe.
Además, el pago de los salarios a los
trabajadores se realizará en pesos cubanos (CUP) pero las
negociaciones entre la entidad empleadora y la empresa con capital
extranjero para acordar la base de los salarios serán en pesos
convertibles (CUC). Nada que ver con el cambio que circula
actualmente por la Isla, de 24 a 1. La resolución nº 42 establece
en 2 por 1 el tipo de cambio para el pago de dichos salarios; o sea,
que cada peso convertible equivaldrá a dos pesos cubanos. Adiós a
la posibilidad de ganar 24.000 CUP por un camarero en un hotel con
participación extranjera. Por otra parte, a las retribuciones
convenidas entre la entidad empleadora y la empresa, se descuenta un
9,09 % para el pago de sus vacaciones.
Como novedad se anuncia que idéntico
tipo de cambio se aplicará en las contrataciones realizadas por las
empresas mixtas que sean autorizadas a contratar su fuerza de
trabajo, como la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, y
Aguas de La Habana. La proximidad de la unificación monetaria en
Cuba debe estar preocupando ciertamente a los tenedores de CUC,
comprados a razón de 24 a 1, si finalmente este tipo “oficial”
de 2 a 1 quedase como el definitivo. Tiempo habrá para prestar
atención a esta cuestión.
Los trabajadores de la nueva “casta”
que presten sus servicios en las empresas extranjeras deberán ser
reclutados, y controlados, por las entidades empleadoras creadas por
la Ley. Pero además, estas entidades son bastante caras y sus
precios, fijados por el régimen, ciertamente están fuera del
mercado. La Resolución No. 920 del ministerio de economía y
planificación establece que estas entidades empleadoras recibirán
por los servicios prestados un valor que no excede el 20 % del
salario de cada cargo. Esa cantidad tiene como finalidad cubrir los
gastos de la gestión de estas entidades para garantizar el
suministro de la fuerza de trabajo calificada, lo cual implica su
captación, formación y desarrollo, así como un margen de
utilidad”. Ya se verá que eficiencia muestran en sus funciones. Tengo la impresión que el régimen está apostando por la creación de nuevas burocracias orientadas al capital extranjero.
Pero no conformes con ésto, junto al
coste de sus servicios, las entidades empleadoras del régimen
castrista cobrarán a las empresas de inversión extranjera los
importes correspondientes a la contribución para la seguridad social
a la que están obligadas, sobre la base de lo pactado en CUC por
concepto de salario a los trabajadores. De ese modo, las empleadoras, con la
nueva normativa, ya no se limitan a cobrar y aportar al presupuesto
del Estado, sino también pagar los salarios a partir de lo pactado
entre ella y la empresa de capital extranjero, “seleccionar, y
preparar a los trabajadores, así como garantizar sus derechos, de
acuerdo con la legislación laboral vigente en Cuba”. En cierto
modo, la “casta” de trabajadores privilegiados se creará a
partir de la actuación de estas agencias empleadoras detrás de las
que el régimen tenderá sus lazos.
Y para ello, nada mejor que recaudar
más. La Resolución No. 535 del ministerio de finanzas y precios
señala que aquellos trabajadores contratados a través de las
entidades empleadoras que obtengan salarios mensuales superiores a
los 200 CUP realizarán una contribución especial a la seguridad
social, con un tipo impositivo aplicado que oscilará entre el 1 y el
5 %.
Un último punto. Ciertamente una
amenaza para el débil presupuesto del estado. Las entidades
empleadoras se encargan del pago de la contribución a la seguridad
social al mismo tiempo que se pagan los salarios, aplicándose como
una retención del porcentaje correspondiente. Para ello, precisan el
apoyo del Presupuesto del Estado, tanto para financiar los salarios
como las obligaciones que tienen con el Presupuesto las empresas
empleadoras.
De ese modo, el Presupuesto respalda
con una financiación específica las demandas que realizarán las
empleadoras a través de los organismos a los que están vinculadas,
para poder hacer frente a estos incrementos de salario. Todos los
importes han sido considerados en el Anteproyecto de Presupuesto que
se discutirá en la Asamblea Nacional para el año 2015. Una nueva
fuente de desequilibrio presupuestario a la vista.
Comentarios
Publicar un comentario