¿Alguien sabe qué van a hacer con los donativos?

                                                                                                                    Elías Amor Bravo economista 

Los analistas se han mostrado extrañados de que el régimen comunista cubano no haya pedido abiertamente ayuda internacional para compensar el desastre provocado por el ciclón Ian. Sin embargo, el régimen se ha apresurado para divulgar información de las cuentas bancarias habilitadas para recibir las donaciones de emergencia a Cuba que a título individual quieran realizar las personas. Siempre buscando dinero fresco y no nominativo, para luego hacer con él lo que más les plazca.

Además, hasta en esta actividad de recibir ayuda del exterior son comunistas fieles a sus principios ideológicos, y plantean las reglas económicas fallidas de esta doctrina, como el hecho de que es el Ministerio de Relaciones Exteriores el único autorizado en la Isla para dar a conocer la habilitación de su cuenta para el envío de los fondos a la Isla, que insisto, se tramitan después de forma genérica. 

Esa exclusividad del régimen en la captación y recepción del dinero ya se ha visto en ocasiones anteriores, y busca cerrar el paso a entidades sin ánimo de lucro, que en estas situaciones se suele mostrar especialmente activa. En Cuba la diversidad no está aceptada. Para recibir donativos para el pueblo afectado tras el paso del huracán Ian, solo vale las dos cuentas de emergencia del Minrex. Lo tomas o lo dejas.

Por si hubiera alguna duda de ello, la primera de las cuentas, como informa Granma, fue abierta por el Ministerio de Comercio Exterior en el Banco Financiero Internacional con el nombre donativos de emergencia. El número de la cuenta es 03000... y el código Swift es BFIC....

La segunda cuenta está en el Banco Internacional de Comercio (bajo el nombre donaciones-Cuba. Su número es 0407610.... y el código Swift es BIDC...

Por medio de estas dos cuentas, el régimen aspira a captar fondos de ayuda que, en cualquier caso, luego se destinarán a otras prioridades. Ya lo hicieron antes, y no hay razón alguna para que no lo vuelvan a hacer.  

Tres muertos y severas pérdidas en el tabaco, en los cultivos de alimentos, en las vías de comunicación, en las viviendas de la población, configuran un balance desastroso al que se añade la falta de suministro de luz a nivel nacional. Los problemas crecen, pero alguien en el régimen ha decidido no pedir dinero al mundo, sino publicar las cuentas en dos bancos para que almas generosas y sensibles hagan llegar sus donaciones a la Isla. Tengo mis dudas que los partidos comunistas europeos y sus asociaciones financiadas con fondos públicos se vayan a volcar en ayuda al régimen. Como siempre, el dinero vendrá mayoritariamente de Miami.  

Todavía no se conocen las estimaciones económicas de los daños, y sin tener esa cifra, sin dudas angustiosa, el régimen decide abrir la mano a ver quién paga y cuánto. Ha agradecido la oferta de ayuda de López Obrador y de Maduro, los únicos que han dicho algo hasta ahora. Las entidades privadas de la Isla no tendrán la misma suerte. Difícilmente podrán solicitar fondos de ayuda los trabajadores por cuenta propia o los arrendatarios de tierras que han perdido sus pequeños negocios.  El régimen no lo permitirá. Y, desde luego, el movimiento asociativo de la Isla, esencial en estos momentos, quedará apartado de cualquier actuación de recepción de fondos. 

Si el régimen comunista funcionara de otro modo, tendría una ocasión de oro para demostrar su transparencia, informando continuamente del dinero obtenido de donaciones y, sobre todo, su destino. Habría gente que no se podría creer lo que dicen, pero sería un paso positivo en la necesaria línea de transparencia y claridad. No lo harán. Nadie les exige que estén a ello. Ni sabremos cuánto dinero se recibe, ni en que se emplea. El modelo no da para más.

 

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