Reflexiones económicas de un 1 de mayo en La Habana

Elías Amor Bravo, economista

Quédense con esto:

“Las tareas económicas y sociales que enfrentamos son cada día más complejas y difíciles, para alcanzar su cumplimiento será definitorio y trascendente el respaldo mayoritario de una clase obrera como la nuestra, forjada en la lucha. Por ello, desatar y acrecentar la reserva de eficiencia, de productividad, de ahorro, la disciplina y el control, constituyen la única y más duradera garantía para preservar nuestras conquistas sociales y construir un socialismo próspero y sostenible”

Son palabras de Raúl Castro en el discurso del 1 de mayo. Vamos a analizar cada uno de los puntos:

1.- Complejidad de las tareas económicas y sociales.

Porque quieren. No hay nada más sencillo y coherente para luchar contra la complejidad económica que establecer un sistema basado en los derechos de propiedad, jurídicamente protegidos, y dejar que el mercado cumpla sus funciones de asignación de recursos.

¿Por qué no se quiere hacer esto en Cuba? La respuesta la tendrá alguien. Desde luego, los parches de los “Lineamientos” complican notablemente las tareas económicas y sociales. En lugar de resolver los problemas, los complican cada vez más. Entran en un laberinto del que no saben salir. No existen reglas en la Economía para transitar de un estado estalinista a otro muy parecido, que no se sabe muy bien cuál es, y por medio de políticas como las que se están adoptando en Cuba. No es extraño que aumente la complejidad y la dificultad. Ellos mismos se están metiendo en un lío que les impedirá el cumplimiento de los objetivos.

2.- Respaldo mayoritario de la clase obrera.

Es mucho mejor conseguir el "consenso social". Que la clase obrera, ya sea forjada en la lucha, ya sea acostumbrada o manipulada por dosis alarmantes de propaganda desde el gobierno, quiera o pueda respaldar cambios como los que plantean los “Lineamientos”, es importante.

Pero existe una política en las economías de mercado que se basa en el "consenso social", en la participación de todos los agentes económicos y sociales en las grandes decisiones que hace avanzar las sociedades. En Cuba, esa política no existe porque el gobierno totalitario habla consigo mismo.No escucha a los diferentes. No hay diálogo con los que opinan de forma distinta, de modo que el respaldo a sus políticas está garantizado por la eliminación de los que opinan diferente. Así es difícil avanzar. Así es muy complicado que cualquier clase obrera, o lo que sea pueda ayudar en algo. Hay que reinterpretar la historia y darse cuenta de que año tras año se ha estado pidiendo lo mismo, y el resultado sigue siendo el mismo.

3.-Desatar y acrecentar la reserva de eficiencia

Adelante. Esa es la única vía para salir del atolladero, pero hagan algo. No digan una cosa y hagan otra. La reserva de eficiencia existe, pero en la economía estalinista, desaparece porque el estado se viene apropiando de ella durante más de medio siglo. Las empresas producen para el estado, los trabajadores producen para el estado, la agricultura está al servicio del estado, las inversiones extranjeras al servicio del estado. No es posible "desatar eficiencia", cuando el 99% de los trabajadores del país dependen del estado. Los cuenta propistas, los timbiriches, los arrendatarios de tierras,  no son más que fenómenos aislados carentes de peso relativo en la realidad. Hay que continuar avanzando en la reestructuración del estado para que su participación en la economía sea mejor, dejando espacio a la libertad económica.

4.- Productividad, ahorro

Es lo mismo que pedir abiertamente "más remesas a los cubanos que viven en el exterior". No existe otra posibilidad de mejorar la productividad o el ahorro que con dinero fresco procedente de fuera. En la economía castrista no existen la productividad ni el ahorro porque no están justamente retribuidos con el diseño institucional existente. El estado controla los activos y se apropia de sus rentas. A cambio, los agentes productores carecen de incentivos para producir más o ahorrar. Es la indolencia estalinista elevada a la máxima potencia. De la única forma que se puede conseguir algo es despojando a la economía de la dependencia ideológica que la asfixia.

5.- Disciplina y control

¿Más aún? Precisamente lo que necesita la economía para funcionar es más libertad y responsabilidad. Autonomía en las decisiones y exigencia de resultados. Separación de funciones estatales y empresariales. Esa es una vía excelente, que debe conducir a una separación también de medios de producción. El estado debe regular la actividad económica. Sus funciones clásicas, distribución de la renta, asignación de recursos y estabilización de los ciclos económicos. Hay que abrir espacios a los emprendedores, para que puedan llegar hasta donde les lleven sus posibilidades. Liberar los espacios de dependencia que ha creado el régimen para someter, en lo económico, a los ciudadanos. Es el momento de actuar con valentía.

6.- Garantía de preservar nuestras conquistas sociales y construir un socialismo próspero y sostenible

Un socialismo próspero y sostenible. Es dudoso. La experiencia muestra que no siempre suele dar resultado esa opción, ni siquiera en los países de economía mixta. Desde hace años, los que apostaron por el socialismo real han dejado atrás aquellos diseños para emprender nuevas vías de mayor prosperidad para sus ciudadanos.

Una última observación. Y esta es realmente importante. De la única forma que Cuba puede preservar sus conquistas sociales es introduciendo una mayor participación de la actividad privada en la economía. Puede parecer contradictorio, pero el sistema ya está dando muestras de que ha entrado en una espiral de autodestrucción difícil de detener. Salvo que la empresa privada y los derechos de propiedad se vuelvan a establecer en Cuba, como lo hicieron en sus primeros 59 años de existencia como República, esas conquistas sociales están en grave peligro. Y tarde o temprano, se perderán para siempre.


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