Pero, ¿se puede agilizar el nuevo sistema a desarrollar?
Elías
Amor Bravo, economista
Un
artículo de Granma publicado hoy, nos ofrece algunas pistas para comprender por qué
la economía castrista no puede funcionar en las condiciones
actuales, sobre todo en la agricultura, donde a pesar de las
reformas, la producción se ha vuelto a estancar por segundo año
consecutivo, y se mantienen unas importaciones de alimentos de más
de 2.000 millones de pesos para evitar hambrunas en la población.
Por
qué suceden estas cosas, y hasta cuándo, es una pregunta sin duda
interesante. Un ejemplo de la realidad, la CCSF , siglas de Cooperativa de Crédito
y Servicios Fortalecida, “Frank País” sita en Alquizar. Posee 24
años de experiencia en el sector agrícola, los trabajadores y los
368 campesinos asociados en más de 160 fincas, cuya responsabilidad
será abastecer con sus producciones a cuatro mercados agropecuarios,
ubicados en la capitalina barriada de El Vedado (en las direcciones:
B entre 17 y 19; 15 entre 2 y Paseo; Calzada y J; 19 y C).
"Raúl
me dijo que agilizara, pues hacía falta poner a disposición del
pueblo esos mercados a partir del nuevo sistema a desarrollar",
esta es la frase de Lázaro Nuñez, presidente de la CCSF “Frank
País”, que nos ofrece una respuesta
precisa al por qué del deficiente comportamiento de la agricultura
en la economía castrista.
Al
parecer, las fuerzas productivas actúan en función de lo que dice
Raúl Castro. Al fin y al cabo, así ha sido siempre, y la mona, por
mucho que se vista de seda, ya sabemos lo que sigue siendo. Lázaro, que también es diputado en la Asamblea Nacional, tuvo la ocasión de exponer en
alguna ocasión, los aspectos relativos a “los sistemas de
comercialización de las cooperativas agropecuarias, la situación de
los insumos, la sustitución de importaciones”. Y fue entonces
cuando Raúl Castro le dijo que “agilizara”.
Sueño
con el día en que las empresas que funcionen libremente en la
economía cubana, lo hagan sin necesidad de contar con la opinión de
Raúl,o de quién sea. Ese día, las empresas, como la CCSF Frank
País, que seguro tendrá su espacio para funcionar y lo hará sin duda mucho mejor que
ahora, adoptarán sus decisiones libremente en función de los
precios, la demanda, los recursos financieros con que cuenten y su
capacidad para asumir compromisos. El mercado tendrá la
última palabra. Así de sencillo. No tendrá que existir ningún
dirigente político al que escuchar mensajes del estilo de “agiliza”.
En
la economía de mercado libre, los beneficios determinan el
crecimiento de las empresas. Su capacidad para reinvertir lo ganado lícitamente,
les permite aumentar la escala de la producción, contratar más
trabajadores y equipos técnicos, mejorar su comercialización y
llegar más rápido a los consumidores. Curiosamente, estos siempre
tienen razón, así que las actividades económicas se orientan en
función de sus intereses y demandas. Son ellos los que eligiendo
libremente entre distintas alternativas, dicen quién tiene que
“agilizar” y quiénes no. No hacen falta dirigentes políticos,
ni consignas de Raúl. El mercado es suficiente. Y funciona con mucha
mayor eficiencia.
La
“Frank País” se esfuerza para sacar el máximo provecho al
terreno, y en su haber cuentan con los llamados "sobre cumplimientos
en las producciones", pese a las dificultades afrontadas con los
insumos que escasean y son insuficientes. Grave problema sin duda de
la economía, que impide la innovación tecnológica y la
modernización de cultivos. En otros casos, las dificultades tienen
su origen en la cualificación y la formación, que son escasas. No
parece que mucha gente esté interesada en desarrollar sus funciones
en unas tierras que nunca serán suyas.
El
que las cooperativas puedan acceder a los mercados de consumo en las
capitales tropieza con las limitaciones de los sistemas de
distribución, logística y comercialización.
De nada sirve que
estos productores de Alquízar hagan honor a sus antepasados que
hicieron que la tierra fuera una de las mas ricas de Cuba, si luego
no tienen quién traslade los productos a la ciudad. Por qué no se
les otorga libertad de comercialización a estos productores
ejemplares. Tal vez el llamado a la “agilidad” de Raúl Castro no
tenga en cuenta esta limitación de la “complejidad del transporte”
o la “identificación de adecuados puntos de distribución”.
Cuentan con un solo camión de transporte y suelen alquilar a otras
empresas o particulares, pero cuestionan la estabilidad de los
servicios y las dificultades asociadas al cumplimiento.
Yo
considero que este empeño de la “Frank País” es encomiable,
pero sirve de bien poco con las actuales estructuras obsoletas de la
economía castrista. Necesitan un nuevo marco jurídico e
institucional, absolutamente distinto. Ellos y el resto de los
sectores productivos. Lo saben, pero no presionan para conseguirlo. Y
mientras, se conforman con que Raúl Castro les diga que “agilicen”.
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