En torno al comercio agrícola Cuba y EEUU y la "seguridad alimentaria"
Elías Amor Bravo, economista
El interés del régimen comunista de La Habana por comerciar productos
agrícolas con Estados Unidos está alcanzando niveles que no se recuerdan. En un
artículo publicado en Granma vinculan este objetivo con el logro de la “seguridad
alimentaria del pueblo cubano”, que según se dice, “ocupa desde 1959 un lugar
prioritario dentro de las políticas económicas y sociales trazadas por el gobierno
revolucionario”. Vaya, menos mal que entonces no tuvieran esa prioridad, ya que
se dedicaron a expropiar y confiscar propiedades agrarias a sus legítimos
dueños, empresas y particulares de Estados Unidos, que se quedaron sin sus
activos, sin que al nuevo orden político en Cuba le preocupase un bledo el
asunto de la “seguridad alimentaria”.
Claro, después ha llovido mucho. Tanto que la mayor parte de aquellos
propietarios pasaron a mejor vida sin recuperar el valor de sus activos
confiscados por la revolución comunista, y sus herederos, en segunda generación
en muchos casos, instan para conseguir el lógico resarcimiento de los daños
causados en los patrimonios por aquellas medidas que no hicieron otra cosa que
generar problemas, y muy graves, al pueblo cubano.
Eso que los comunistas llaman “cerco económico sustentado en las más
absurdas políticas de persecución comercial y financiera”, no es otra cosa que
el legítimo derecho a exigir una justa retribución por el valor de los activos
confiscados, que siguen estando ahí, esperando que llegue el momento propicio
para restaurar la legalidad patrimonial. Y conviene recordar que antes de 1959
cuando se desató la avaricia confiscatoria del régimen comunista, los cubanos
no tenían problemas de seguridad alimentaria, más bien todo lo contrario, los
mercados de bienes de consumo, sobre todo alimentos, se encontraban rebosados
de todo tipo de bienes a precios competitivos. Justo cuando la producción era
realizada por empresas y agricultores dueños de sus tierras, que se
sacrificaban para sacar adelante sus cosechas y llevarlas a los centros de
consumo. Los más viejos seguro que recuerdan aquellos tiempos. Los más jóvenes
no tienen que hacer más que salir al extranjero y ver cómo funciona ese modelo
que sus gobernantes les niegan.
Insisto. Ahora arrecia la presión comunista para resquebrajar la
unidad de acción en EEUU contra los embargos y confiscaciones decretadas por la
llamada revolución. Y como siempre, divide y vencerás, han puesto el ojo en los
acuerdos suscritos por Obama y Castro (ninguno de los dos ya está al frente de
los gobiernos, al menos el de EEUU) y a los memorandos dirigidos a la
Agricultura.
En aquellos documentos y reuniones se solicitó por parte de Cuba superar la obligación
de pagar en efectivo y por adelantado, las compras de productos agrícolas
provenientes de Estados Unidos. Este es el punto en cuestión. La realidad es
que se puede importar productos agropecuarios, pero se tienen que pagar al
contado. No hay crédito. Lógico. Quién no paga no puede tener capacidad para
endeudarse.
El régimen comunista se escuda en las posiciones defendidas por algunas
asociaciones de agricultores estadounidenses que han empezado a cabildear en
contra el bloqueo, de una llamada Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba. Esta
asociación se plantea abordar el mercado de consumo de la isla, piensan en sus
posibilidades de crecimiento y plantean abiertamente unas ventas con
financiación, asumiendo al 100% las demandas castristas, sin exigir nada a
cambio. Así negocia cualquiera, ¿no les parece?
Lo mejor de todo es que esta asociación de agricultores de EEUU obtiene su
producción, básicamente cereales y carne de ave, con importantes subsidios del
gobierno de su país, que se pagan puntualmente con los impuestos obtenidos de
los ciudadanos de Estados Unidos. Gracias a esos subsidios, los precios son competitivos e impiden que los cereales o las carnes de Argentina, por ejemplo, se vendan en los mercados de Estados Unidos. A nadie parece que le pueda interesar que,
con su dinero, se facilite a quién no paga puntualmente, acceder a unos bienes
y servicios que, en alternativa, debería adquirir al contado.
Se me ocurre que si los agricultores de esa “Coalición” produjeran sus
cosechas a precio de mercado y sin subsidios, entonces no sería posible
obstruir su comercio, e incluso permitirles determinadas medidas financieras,
si están en condiciones de aceptar el riesgo de vender a crédito a quién no paga
sus deudas. Por lo pronto, los recursos del presupuesto destinados a subsidios, ciertamente cuantiosos, se podrían dedicar a otras actividades como la sanidad, o ahorrarlos y con ello pagar menos impuestos.
Pero al tratarse de una producción agropecuaria subsidiada, los precios son
irreales, no se corresponden con la lógica de oferta y demanda de mercado, y
por tanto, hace bien el gobierno de EEUU de limitar su capacidad comercial exportadora. Lo
más es dirigir esos productos subvencionados al mercado interior formado por
personas que, con sus impuestos, pagan esos subsidios.
Si se comprende este razonamiento, creo que el régimen comunista de Cuba ha vuelto
a errar su tiro, por enésima vez, y que tendrá que buscar productos agropecuarios
allí donde no se produzcan con subvenciones. Lo que le va a resultar difícil.
Sinceramente, no veo donde pueden estar las ventajas de un acuerdo comercial
entre Cuba y los EEUU en materia agropecuaria. De materializarse el mismo, en los
términos planteados por los dirigentes comunistas de La Habana, los exportadores
norteamericanos ofrecerían unos créditos para las importaciones cubanas, que
estarían financiados por el ciudadano tax payer de EEUU. Y no creo que a nadie le interese que su dinero sirva para convertir a su país en suministrador de
productos agropecuarios para un país como Cuba. Los norteamericanos, acostumbrados a vivir
en democracia, saben exigir a sus gobernantes responsabilidad en la gestión de
los ingresos y gastos públicos. No creo que exportar a Cuba le interese a
nadie.
Conviene recordar que el verdadero bloqueo o embargo, su mantenimiento y
recrudecimiento, corresponde al practicado por el propio régimen contra el pueblo cubano. Básicamente, porque se niega a incorporar un
sistema económico capaz de dinamizar la base productiva de la economía,
superando las ataduras ideológicas en las que nadie cree ya. De paso, pagar las
deudas es igualmente muy conveniente, porque permite acceder a los mercados
financieros internacionales. Si de verdad quieren un futuro promisorio para la
economía cubana, la salida está clara. Los agricultores son tan solo una
pequeña parte de todos los sectores que se podrían beneficiar del cambio
necesario. El problema está en Cuba. No está fuera. Y mientras que no quieran
reconocer que ello es así, seguirán teniendo dificultades de “seguridad
alimentaria”, viviendas que se caen a pedazos, carreteras destruidas, pésimas comunicaciones, apagones, deficiencias en
los suministros de servicios, etc, etc.
Díaz Canel no puede mantener a Cuba aislada y diferente del mundo.
Eso ya no vale. Si realmente quiere conversar, intercambiar con los empresarios
de todos los países, como dice Granma, tiene que apostar por situar a Cuba en
el mismo entorno que el resto del mundo, como han hecho chinos o vietnamitas. Además,
el crédito se agota rápido. Por mucho que en Naciones Unidas todos los años se
apoye a Cuba con relación al tema del embargo, ese aislamiento de la isla,
cansa, y no tardaremos mucho en ver desmarques.
Este comentario economico y politico tiene gran importancia para los presuntos Convenios Bilaterales entre empresarios de productos agricolas de EE. UU. y los gobernntes de Cuba. Soy de la opinion que los "servidores publicos" quienes son los que ocupan los posiciones de Gobierno a todos sus niveles de direccion en cualquier pais del mundo, su tarea no es mas que lograr elevar los estandares de la economia de sus paises y asegurar una cada vez mayor y mejor calidad de vida para todos sus ciudadanos. No es solamente figurar como "servidor publico" ya sea presidente, ministro de cualquier esfera de la vida nacional e internacional, o bien funcionario local, todos tienen la obligacion de propiciarle a su pueblo lo indispensable para poder vivir una vida plena, que sean respetados todos sus derechos civiles, que tengan pleno acceso a la education, salud, cultura y que tengan todos las posibilidades de asegurarse su Felicidad, con sus esfuerzos propios y la ayuda del gobierno, a quienes correspondan como es logico.
ResponderEliminarDijo el Papa Francisco en su visita a Cuba y cito: " Quien quiera ser grande, que sirva a los demas, no que se sirva de los demas, sentencio dicho Papa en Cuba" tambien senalo el Santo Padre: " La vida autentica se vive en el compromiso con el projimo " fin de las citas.
Todos estamos bien claro que la formula unica y bien experimentada para satisfacer las necesidades siempre creciente de cualquier conglomerado humano en cualquier parte del mundo de hoy, es la Economia de Mercado sin lugar a dudas. Todo ello lo expreso muy claramente el Presidente de Vietnam, que ademas ocupaba el cargo de Secretario Gral. del Partido Comunista de ese pais, en su ultima visita a Cuba, quen realizo una Conferencia Magistral en el Aula Magna de a Universidad de La Habana, Cuba este mismo ano, estando presente en dicho acto el entonces Vice-Presidente de Cuba Sr. Migue Diaz-Cane Bermudez, junto a otros funcionarios de ese gobierno. Singifico el ponente, que gracias a la Economia de Mercado que se apica en su pais unos 30 millones de su poblacion habian salido de las pobreza, que mejor ejemplo es ese para los actuales gobernantes de s Isla Caribena de Cuba.
La Economia Planificada al estilo de las primeras decadas de la extinta Union Sovietica, todos sabemos que es ya obsoleta e impracticable ya, incluso por muchos paises del antiguo campo socialista en el mundo de hoy.
Gracias.