¿Electoralismo económico castrista? No, gracias
Elías Amor Bravo, economista
Con las elecciones del 24F muy
cerca, el régimen comunista ha anunciado en Granma un conjunto de
medidas económicas en el ámbito del trabajo por cuenta propia y la
contratación y comercialización, que merecen cierta atención.
No cabe la menor duda que el momento
elegido, a pocos días de las elecciones, entra de lleno en lo que se
podría calificar como “propaganda” política, con el peor
significado del término. Habría que preguntarse qué lleva al
régimen comunista a lanzarse a autorizar un determinado número de
actividades, modificar y unificar otras, y se otorgan poderes a los
municipios, a la vez que se aborda el problema de la pésima
asignación de recursos de la planificación central de la economía.
En concreto, se
han autorizado cinco nuevas actividades, algunas llamativas: Operador
y/o arrendador de equipamiento para la producción artística, Agente
de selección de elenco (casting), Auxiliar de producción artístico,
Traductor e intérprete certificado y Productor vendedor de productos
alimenticios, que incluye la elaboración y comercialización de
embutidos, ahumados, conservas y similares.
Por otro lado,
las autoridades han decidido la unificación/modificación de algunas
actividades, para, según dicen en Granma, “ampliar los servicios
que pueden prestarse mediante una misma autorización”. En suma,
los cambios han sido:
- Integración de
las actividades de artesano, talabartero y productor vendedor de
calzado, con similar alcance al que tienen, e incorporación de
vendedor de flores artificiales (actualmente contemplada en la
actividad de florista).
- Inclusión en
la actividad de servicio de decoración, organización de cumpleaños,
bodas y otras actividades festivas, la solicitud de licencia
sanitaria si elabora alimentos asociados al servicio que oferta.
- Añaden a la
actividad de cerrajero la cerrajería electrónica.
- Incorporación
en la actividad de aguador de la venta de hielo.
- Sustitución de
la referencia a la venta de «oxígeno y acetileno» por «gases
industriales», en las actividades que tienen autorizada su
utilización, de modo que puedan contemplarse otros insumos, cuyo
empleo no obligue a modificar constantemente la norma.
- Agregan en la
actividad de reparador de equipos mecánicos y de combustión, la
actividad electricista automotriz, hoy integrada en la licencia de
electricista.
- En la actividad
de servicios de chapistería, para los casos que no estén asociados
a los servicios auxiliares y conexos del transporte y, por tanto, no
requieran licencia operativa, las autorizaciones se otorgan por las
direcciones de trabajo municipales.
En concreto, las
nuevas medidas adjudican a los consejos de la administración
municipal facultades para aprobar actividades, como el servicio
gastronómico en restaurantes, servicios de bar y recreación y
arrendador de viviendas, habitaciones y espacios, y además regular
los precios y tarifas fijas o máximas, teniendo en cuenta las
condiciones y características de cada territorio, así como los
horarios de funcionamiento de las instalaciones. Eso si. Todas las
actividades autorizadas van acompañadas de sus impuestos, así como
de las cuentas bancarias fiscales y las cuentas habilitadas para los
cobros y pagos entre el sector estatal y el privado.
También las
nuevas normas ya no establecen una obligación de inscripción en la
actividad como trabajador contratado, del cónyuge y los familiares
del titular dentro del primer y segundo grado de consanguinidad
(hijos, padre, madre, hermanos, nietos y abuelos), así como primero
de afinidad (yerno, nuera, suegro y suegra), con lo que se da
contenido a la figura de ayuda familiar.
En el otro ámbito económico, se ha
aprobado una serie de nuevas disposiciones para que “las personas
jurídicas, tanto estatales cubanas como extranjeras radicadas en el
país, puedan contratar productos y servicios a las formas de gestión
no estatales”. Además, los pagos que se deriven de estas
transacciones “se podrán realizar en las dos monedas que continúan
circulando en el país”, pese a los reiterados anuncios del régimen
por llevar adelante su unificación.
No cabe duda que esta medida es más
importante, que las “autorizaciones”, y de llevarse a término,
puede tener repercusiones muy importantes en la actividad del sector
privado, que lucha por abrir espacios en la economía. Pese a que el
gobierno ha fijado una regulación muy restrictiva para estas
operaciones comerciales, ya que solo podrán materializarse con “los
excedentes de las producciones, los sobrecumplimientos del encargo
estatal, así como la inejecución de las entidades que poseen plan”,
en todo caso esta autorización a vender lo producido es mucho mejor
que dejar las cosechas abandonadas o las mesas vacías en un paladar,
por citar algunos ejemplos concretos. Además, si hay alguien que se
puede beneficiar de esta medida son las formas no estatales, que
están mostrando un dinamismo, productividad y competitividad muy
superior al sector estatal.
En este nuevo escenario, cuando se
cumpla el plan, que para el régimen comunista es la principal
obligación, las operaciones que se firmen deberán servir para
obtener ingresos por parte del sector no estatal, lo que implica más
crecimiento, empleo y el inicio de una dinámica que puede ayudar, y
mucho, al desarrollo sostenible de la economía. Se puede pensar por
ejemplo en los problemas actuales que lastran los mercados
mayoristas, desabastecidos por la indolencia comunista. Con este
nuevo modelo, los mayoristas pueden aumentar su capacidad de
comercialización y atender mejor las demandas de sus clientes
minoristas. El problema es la rigidez de las formas comerciales que
existen en la economía, que van a ser un obstáculo para la
expansión de este nuevo ámbito de negocio.
Que nadie piense que esto va a
resolver nada. Pequeños espacios, nada más. Algunos más
promisorios que otros. Mientras no se liberalice plenamente el
ejercicio de la actividad privada, con el máximo respeto a los
derechos de propiedad y el mercado como instrumento de asignación de
recursos, la economía seguirá en su círculo vicioso. Eso es lo que
desean las autoridades. Tenerlo todo bajo control. Hacerlo antes de
unas elecciones, poco serio.
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