El bloqueo/embargo interno y la producción de alimentos en Cuba

Elías Amor Bravo economista

De modo que, mientras la ONAT hace de las suyas, embargando las cuentas de los actores económicos que no han podido cumplir sus obligaciones con el fisco, y los grupos de intervención rápida persiguen a los “ilegales” confiscando sus propiedades e imponiendo severas multas, resulta que ahora, la prensa estatal se queja de los precios "especulativos" de los alimentos. Como si una cosa no estuviera relacionada con la otra. La opinión de los comunistas se refleja en el artículo “Viandas, ¿con precios de boutique?” en la edición de Granma.

Desde luego, que a estas alturas de la historia y después de 63 años de modelo económico bolchevique, principal bloqueo/embargo interno del pueblo cubano, nadie debe esperar que los comunistas entiendan el funcionamiento racional de la dinámica económica. Es imposible. De modo que, al enfrentar la realidad, se adopten posiciones difícilmente justificables que explican por qué Cuba se encuentra en la grave situación económica actual, de la que sus dirigentes no saben cómo salir.

La visión de los comunistas en este artículo es que corresponde poner orden para proteger el bolsillo de los ciudadanos. Una vez más, se ataca de forma despiadada a los actores económicos que desarrollan un papel fundamental a la hora de trasladar los alimentos desde el surco a los comercios donde la gente los compra. Estos actores son cuestionados abiertamente, porque hacen que los productos del agro atraviesen numerosos escollos y pasen por tantas manos, “no precisamente laboriosas, que no pocas veces terminan a merced de la especulación y los chanchullos para exorbitar los precios a alturas casi inalcanzables”, y cito textualmente, porque no tiene desperdicio.

Y claro, dice Granma que a resultas de esos “chanchullos” y contubernio con los revendedores, los precios la misma vianda, fruta u hortaliza puede aumentar con cinco, diez y hasta más pesos por encima. Es decir, para los comunistas, la subida de precios se debe a que la comercialización no es la más adecuada, y puede que tengan razón. Por desgracia, ha sido una entidad estatal Acopio, la encargada de esta tarea y por ello, el mal funcionamiento que todavía se observa. Pero culpar a los “chanchullos” ya tiene bemoles. Parece que el comunista es incapaz de entender que, de una semana a otra, e incluso de un día a otro, esos precios pueden subir si por culpa del bloqueo interno, la oferta disminuye de sopetón. Digamos que, por ejemplo, un productor abrumado por un embargo de sus cuentas, ¿qué se supone que va a hacer? ¿un vendedor al que confiscan sus medios de producción, la carretilla, por ejemplo, qué va a hacer?  

Pues eso. Menos oferta al consumidor, y lógicamente, si la demanda no disminuye, los precios deben subir. Habría que analizar, por ejemplo, las cifras de alimentos contratadas por las instituciones estatales encargadas de la distribución, Acopio, porque a lo mejor resulta que son insuficientes a la vez que no satisfacen las aspiraciones de los campesinos y trabajadores agropecuarios. Entonces, ¿Qué se supone que deben hacer los que trabajan de sol a sol en el surco?

El comunismo es incapaz de ordenar la cadena producción-comercialización, porque este sistema económico no permite la libre elección de productores y consumidores. En 63 años no ha existido una sola vez que los cubanos hayan podido comprar lo que desean, y no todo está en la contratación en el campo y la distribución posterior. Hay muchos más elementos del bloqueo/embargo interno que impiden al cubano comer todos los días de forma normal.

El régimen quiere que los contratistas hagan visitas a los productores en sus fincas, que intercambien con ellos y demuestren “sobre la base del convencimiento, nunca de la imposición, cuánto más pueden aportar si aprovechan bien todas las potencialidades”. ¿Pero es que acaso creen los comunistas que esos guajiros cubanos que trabajan de sol a sol con grandes dificultades para levantar sus cosechas no saben lo que tienen que producir, a qué precios y cómo llevarlos a los consumidores?

Lo mejor que pueden hacer es olvidarse de las estructuras comunistas del campo, digamos, la UBPC, CPA, CCS y granjas estatales y apostar por el campesino privado, dotado de sus derechos de propiedad en la tierra para que pueda producir eligiendo con libertad. Ahí reside una de las principales trabas del embargo/bloqueo interno que impide a Cuba prosperar.

A la especulación se le gana en el campo, produciendo más y mejor. No hace falta estar vigilando dentro de las cooperativas para saber, como dice Granma, quién aporta y cumple sus compromisos; también el que contrata por debajo de sus posibilidades, entra en negocios turbios y hasta vende cosechas enteras a los intermediarios mucho antes de que den sus frutos. Eso es delación y chivateo, empleos improductivos, más embargo/bloqueo interno.

Buscar incumplidores en los nuevos actores económicos es otra vuelta de tuerca. No se puede exigir compromisos a quienes solo ponen obstáculos técnicos, productivos, financieros, laborales, tributarios para crecer. Es más, se ha constatado que el cumplimiento con el estado por parte de los nuevos actores económicos saca una parte importante de la producción de la circulación de bienes, que podría tener destinos alternativos y mucho más rentables. En este punto, la constitución comunista de 2019 se ha aplicado a rajatabla: ningún actor privado puede enriquecerse. Esto es también bloqueo/embargo interno.

Lo que en Granma afirman respecto de que todos los implicados en la cadena “obtengan márgenes de ganancia lógicos, a partir de precios de venta justos y razonables”, en contraposición con los que “acaparan las producciones, especulan y esquilman al público sin un mínimo de pudor” solo puede conducir a una reflexión: la existencia de los especuladores obedece a las características del sistema. Uno y otro van de la mano. En ningún otro país del mundo, se necesitan crear esas estructuras de especulación para la comercialización de bienes y servicios. La gente simplemente va al supermercado.

Las medidas dirigidas a eliminar las trabas burocráticas, y despejar así el camino para el despliegue de las fuerzas productivas, adoptadas por el régimen se quedan muy lejos de lograr objetivos porque no van al núcleo del problema. Mucho nos tememos que la situación pueda cambiar y que esa “llamada a capítulo” que piden en Granma a “quienes participan de manera directa en la comercialización; llámense mercados, placitas, puntos de venta, carretilleros o vendedores ambulantes” acaba convirtiéndose en una ronda de represión y castigo sin precedentes, que acabe agravando mucho más la situación actual.

Si el régimen comunista quiere poner orden, lo único que tiene que hacer es eliminar el bloqueo/embargo interno que ejerce sobre la producción y comercialización agropecuaria. Dejando libertad a la oferta y demanda, el orden puede llegar sin necesidad de actuaciones represivas de viejo cuño, que lo único que logran es el desánimo de los productores y el cierre de sus negocios. Con el consiguiente daño para los consumidores.

Comentarios

  1. sabino.halim@nauta.com7 de noviembre de 2022, 19:00

    Todos esos discursos de un lado y de otro nos vienen entreteniendo hace más de , 60 años. Más la realidad y cruel es que si no aparece la leche " por la izquierda no se toma leche a partir de los 7 años, más eso ha llegado a un extremo que la elevación de precios hace que cada día sea una minoría exigía que no solo leche sino ningún alimento pueda ser adquirido. Por lo que " con todo respeto" eso de oferta y demanda , no se aplica en nuestra situación, pues no hay oferta solo demanda. Eso lleva a un camino muy peligrosos para cualquier sistema político. Pues el final de ese camino es el tranque de la economía ni los que venden podrán vender , ni los que compran podrán comprar. Aquí se está violando hace muchos años la primera ley universal de que rige toda otra. La ley del amor. Una de las primeras cosas que aprendí de Empresas extranjeras exitosas, es que la gestión comercial no termina con la venta. Del producto , sino con la estabilidad económica del consumidor, que sera quien garantizara tu seguridad empresarial, pues si el que compra colapsa no tendrás a quien vender. Y Que a nadie le importa la economía del otro. El otro que se las arregle como pueda. Y si es cierto que la mayoría busca enriquecerse a costa del hambre del otro, salvó honrosas excepciones. Los municipios venden alto para garantizar sus salarios u otras cosas. Los particulares para tener un estándar de vida muy por encima y de la mayoría de la empobrecida población, y los obreros asalariados, jubilados, amas de cada etc. Cuyo salario no sobrepasar los 3000 cuc. Al mes , como se las arreglan para comer. La mayoria hace una sola mal comida al día lo otro un pan con algo su puede, y un refresco inventado. No es solo liberar el mercado, tarde es precisamente el circo romano en que estamos montados. Si no hay un subsidio estatal a los productores y a la población de mínimos ingresos. Ese problema no se va a solucionar. Una vez hubo una crisis con la producción de leche en Holanda y Canadá. Los productores comenzaron a votar. La. Leche al mar. La ONU compro leche la proceso en polvo y donó a África. O sea sin una ayuda internacional. Y un a política inclusiva, que involucre responsablemente a productores gobierno y consumidores. Está situación no será resuelta, con el riesgo de un estallido social que nadie quisiera que suceda. Bendiciones y que Dios nos ayude a encontrar en una solución.
    ,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Muy deficientes resultados en la construcción de viviendas en el primer semestre

La bancarización ha quedado aparcada, otro experimento más a la basura

El Banco Central de Cuba como instrumento represor del régimen