Murillo no dice la verdad a los trabajadores cubanos de la CTC
Elías Amor Bravo, economista
En el 21º Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) se está
hablando de la actualización del modelo económico-social. No es extraño. Las
políticas a cargo de Murillo no están dando los resultados, y lo que es peor,
el país, su economía y sociedad se encaminan lentamente hacia un nuevo “período
especial”, que podrá ser de menor intensidad que el anterior, pero que será muy
duro para la mayoría de los cubanos.
Murillo hizo una justificación, más que una exposición, de las
desviaciones, obstáculos y logros obtenidos para acometer el proyecto del 6º
congreso del partido único hasta la actualidad. Prácticamente todo está en el
aire y el nuevo planteamiento de objetivos, metas e indicadores se lleva a un
horizonte de 2030, que es difícil de comprender para quienes llevan 60 años de
penurias económicas.
Pero esa es la lógica comunista. Prestar atención a los medios, no a los
fines. A ver qué rayos le importará a un cubano medio en este momento saber, por boca de
Murillo, que en los últimos meses han salido a la luz pública un total de 206
políticas encaminadas a actualizar el modelo económico y social. Insisto, de
qué sirve ese recuento de actuaciones, si las mismas no han servido para mejorar las
condiciones de vida, la prosperidad y el bienestar de los trabajadores. Y lo que es peor, no van a servir. Incluso, me pregunto a cuántos cubanos les puede interesar un balance de lo que
se ha cumplido, “lo parcialmente cumplido y lo incumplido por insuficiencias”,
si el problema es cómo llegar a fin de mes con un salario medio de 30 dólares.
Para eso Murillo, ni su corte de aduladores, tiene respuestas.
E insisto
sobre este punto, porque las noticias que nos llegan de Cuba son alarmantes, y
las escenas de gente corriendo en supermercados vacíos por media docena de huevos o un
cuarto trasero de pollo, han dado la vuelta al mundo. Cierto es que no
empezaron todavía los apagones, pero no tardarán.
En tales condiciones, considero un grave insulto a la inteligencia de los trabajadores cubanos de la CTC y un auténtico despropósito hacer referencia por parte de Murillo, precisamente cuando el
hambre empieza a atizar, como si se tratase de un éxito a “la aprobación de las 13 políticas relacionadas con la
ciencia, la innovación, la tecnología y el medio ambiente con el propósito de
reordenar la actividad científica del país; vincular los resultados científicos
tecnológicos generados en las universidades y centros científicos directamente
a las empresas; prever el pago salarial del talento científico de una forma
racional; armonizar el sistema empresarial con el conocimiento académico, y
articular la economía real con el potencial científico”. Insisto, todo muy bien
sobre el papel, pero los cubanos se preguntarán, ¿con esto voy a comer más y
mejor?¿llegaré a fin de mes?
Y luego, la insistencia enfermiza en poner en valor las OSDEs, de las que hace unos
días hablamos en este blog, o la importancia de las empresas estatales. Dos
apuestas del régimen que no dan para más. En vez de ello habría que hablar de dar más participación en las
decisiones económicas a trabajadores por cuenta propia, a los que solo se
quiere para más impuestos, o a los arrendatarios independientes de tierra, que
incluso deben pagar más impuestos cuando la tierra no se cultiva por descanso,
e incluso a los transportistas privados, que permanentemente se encuentran
enfrentados al gobierno por sus disposiciones de control y precios. Sería mucho
más racional y eficiente, darles más participación, pero con Murillo, ya se
sabe.
Le podemos anticipar a Murillo que con las medidas anunciadas para las empresas estatales comunistas, entre las que señaló ayuda de una institución financiera para
propiciar su desarrollo, esquemas cerrados de financiamiento a nivel de
empresa, posible retención de divisas en las situadas en el Mariel, o el aumento del pago de
las utilidades a los trabajadores hasta cinco salarios medios (hoy es hasta tres),
siempre que se sobrecumplan los indicadores directivos, no se van a arreglar las
cosas. Que no engañe a los trabajadores cubanos, ni cree falsas expectativas. El momento es especialmente complicado como para no andarse por las ramas. Murillo sabe que las cosas pueden ir a peor, porque no va al núcleo
del problema real.
No entiendo por qué Murillo dice que “la carencia de recursos no puede
solucionarse con la venta o privatización de las propiedades o empresas
estatales”. Que no tenga la menor duda, ese es el camino cuando se debe más de lo que se
ingresa, y cuando el país está casi en bancarrota, contra las cuerdas. No necesita el estado
empresas para producir con pérdidas, se venden a la iniciativa privada y con los ingresos obtenidos se cumplen las
funciones para las que un estado debe existir. Nada que ver con el diseño obsoleto e intervencionista del
régimen castrista.
Insisto, Murillo no dice la verdad y engaña a los trabajadores cubanos cuando defiende “la
necesidad de mantener la propiedad social sobre los medios de producción”. Eso es un atraso. Estamos en pleno siglo XXI y en los países capitalistas la división entre lo privado y lo público tiende a disolverse. Ni
en China ni en Vietnam siguen con esas ideas obsoletas y lamentables, que tienen
la economía cubana paralizada. Solo hay que tener ideas claras y valor para
sentar las bases de un nuevo modelo. Y es urgente. Y dejarse de boberías, en lenguaje cubano.
¿El nuevo período de penurias, eufemísticamente llamado "Período Especial", será menos duro que el que determinan como anterior?. Ya Venezuela no da ni para los venezolanos.... ya ni China ni Rusia extienden créditos... el resto del mundo menos..... La producción nacional está colapsada, ni para consumir se produce azúcar... no hay tabaco para exportar.... la tierra no produce más que aroma y marabú.... ¿Las remesas de los gusañeros? Hasta que el Dpto del Tesoro les aplique la mundial....
ResponderEliminar¿¿Que la nueva etapa de penurias, eufemísticamente llamada "período especial", va a ser más suave que el "anterior?? ¡¡Eso no se lo cree nadie que tenga cerebro!! Porque realmente nunca ha dejado de existir el estado de penuria desde el mismo 1959, agravado en el 90 y super agravado en lo adelante...
ResponderEliminarNo sé porque se empeñan en negar lo evidente.....