Sobre la "gesta heroica" de producir pollos y huevos en la economía castrista

Elías Amor Bravo, economista
En la economía castrista, algo tan simple como producir pollos o huevos se convierte en una “gesta heroica” para los dirigentes. Es inconcebible, pero es así. Dedicar a la producción de pollo y huevos en el país un artículo en Cubadebate, titulado “Realidades y desafíos”, no deja de ser sorprendente para quienes estamos acostumbrados a ver todos los días en el supermercado de la esquina toda la carne de pollo y los huevos que uno se pueda imaginar.
La realidad es que esta actividad es un ejemplo de la anacrónica y patética organización de la economía cubana, sobre bases estalinistas y colectivistas, lo que limita su capacidad y potencial productivo. Los huevos, que se producen actualmente unos cinco millones diarios, ponen de manifiesto un fracaso rotundo de los dirigentes del régimen, empeñados en mantener en el tiempo un escenario económico que requiere cambios radicales.
Cuando se habla de desarrollo histórico de la avicultura en Cuba, hay que pensar que la situación actual de retos, desafíos y “gestas heroicas” para producir pollo y huevos no era tal antes de 1959. En aquellos tiempos, ya lejanos, los mercados de la nación se encontraban abarrotados de todo tipo de productos en cantidades y calidades excepcionales, y lo significativo es que ninguna autoridad del gobierno tenía que dedicar ni un solo minuto de su valioso tiempo a estudiar “la fortaleza de la genética avícola en el país o la situación de la producción de huevos” y mucho menos a confiar sus opciones a un “programa de producción de carne de pollos”. Todas esas actividades, que resultan tan complejas y retadoras para los comunistas cubanos, eran ejecutadas por los productores privados, los empresarios avícolas, que daban de comer a todos los cubanos, y se encontraban en una situación formidable para iniciar la comercialización exterior.
Precisamente aquel sector productivo y competitivo entró en grave crisis cuando a Fidel Castro no se le ocurrió otra cosa que crear lo que llamaron “Combinado Avícola Nacional” allá por 1964, después de nacionalizar y confiscar para el estado todas las empresas privadas que existían en el país, y condenar a sus propietarios a la miseria o el exilio. Historia bien conocida por todos.
El “Combinado”, actuando como empresa estatal al servicio de intereses políticos, nunca consiguió cumplir los objetivos establecidos por los planificadores, ni de huevos ni de pollo, y año tras año, sus cifras llevaban a situaciones de racionamiento, carestía en las destartaladas bodegas cubanas, con unas entregas racionadas en la “libreta” que no contentaban a nadie. Sobre todo, porque no satisfacían las necesidades reales de la sociedad, sino las que establecían unos planificadores que se consideraban superiores al resto, y que fijaban al detalle en calorías lo que el cubano tenía derecho a recibir del estado. Un procedimiento absurdo, total y absoluto, contrario a la razón humana.
Décadas de fracasos consecutivos, han supuesto para los dirigentes comunistas de la economía observar el sector avícola como un reto, como un gran desafío en el que empeñan recursos y medios, pero nunca salen bien las cosas. Al parecer “actualmente se producen 1.900 millones de huevos de forma intensiva, y 200 millones de forma no convencional, con soporte en la genética desarrollada en estos años, representada en la gallina ponedora que se explota industrialmente, y la semirrústica y el pollo campero, utilizados para la avicultura alternativa”, y además,se alcanzan 9.500 toneladas de carne de aves de desecho”. Sin embargo, en los últimos años, las importaciones de pollo procedentes de EEUU, a pesar del embargo, se han dejado ver en las bodegas, con los envases sin abrir que mostraban la procedencia de los productos. Cuba debe importar alimentos, valoradas en 300 millones de dólares al año, porque sus productores no son capaces de dar de comer a toda la población.
Y esto, ¿por qué ocurre? Veamos. El sector recibe inversiones del gobierno, tal vez no sean suficientes, pero se puede afirmar que se encuentra atendido por las autoridades y en todo caso, se ha prestado atención, en Cubadebate dicen “esfuerzo heroico”, a las reformas necesarias para atender los daños causados por los ciclones. Además, se han realizado transformaciones en la estructura de dirección de la entidad ganadera estatal para alcanzar una coherencia en sus empresas, integradas por 400 unidades empresariales de base. A la entidad “se le han asignado fábricas de pienso, y grandes almacenes para acumular los granos proteicos y además se le ha encargado la responsabilidad de la distribución de los huevos hasta las tiendas”.
Pues bien, todo ello para intentar producir pollos en el país, introduciendo “modelos de gestión como el convenio con productores no especializados del sector cooperativo-campesino que puedan producir cierto nivel de alimentos, al que se le otorga una importancia destacada”. También a los “proyectos de inversión extranjera, que de consolidarse, podrían generar la producción de 100 mil toneladas de carne de pollo en canal, con alta tecnología”.
Para el caso de los huevos, lo mismo, “se negocia la adquisición de seis naves, y se deben recibir a finales de este mes dos equipos de control de la calidad del pienso”. El plan de inversiones de la avicultura ascendió “a más de 12 millones de dólares este 2019 y con ello lograr 40 millones de huevos más”.
También “se ha incorporado la ciencia a las producciones agrícolas, en concreto la investigación aplicada para aumentar la eficiencia en los procesos”, una práctica que a pesar de desarrollarse desde los inicios de la llamada “revolución”, nunca ha dado tampoco los resultados deseados. Tal vez porque los mismos no se apliquen de forma adecuada a sus fines. Desde 1967, el Laboratorio de Diagnóstico Aviar “Jesús Menéndez”, enfocado en la vigilancia epidemiológica, ha estado ahí pero no parece que sus resultados hayan tenido efectos en la mejora de la productividad, y otro tanto se podría decir del llamado Instituto de Investigaciones Agrícolas destinado a la creación, conservación y mantenimiento del núcleo genético nacional creado en 1935 y conocido como Cubalaya en sus variedades blancas y rojas; así como la línea Rhode. Datos que aparecen citados en el artículo de Cubadebate.
De todo lo expuesto, ciertamente interesante, falta la referencia a algo fundamental para que funcione un sector económico. La iniciativa privada, la libre empresa, la libertad de los productores establecidos para decidir, sin la injerencia del estado, lo que van a producir en cuantía y precios previamente determinados. No existe modelo alternativo para el sector agrícola. Las experiencias colectivistas acaban en un fracaso. La dirección y soluciones estatales lastran el dinamismo y productividad agropecuaria, y no representan un marco aceptable para atender las necesidades de la sociedad y la libre elección de los consumidores. La iniciativa privada debe ser la protagonista de la actividad en este sector, y los organismos especializados orientar sus servicios para atender las necesidades de las empresas productoras, privadas e independientes.
El estado no debe mantener su posición hegemónica sobre la titularidad de los activos, sino propiciar un marco respetable de derechos de propiedad privada para el desarrollo de la actividad en el sector. De ese modo, las empresas podrían ganar escala eficiente, orientarse a atender las necesidades de los mercados y no las consignas políticas comunistas, y aumentar la eficiencia tecnológica y la rentabilidad, paso fundamental para invertir y acumular riqueza, que es el motor y la motivación de la actividad económica.
En vez de tanto reto y tanto desafío, las autoridades del régimen comunista tienen que ir soltando el lastre de ineficacia que frena el desarrollo competitivo de la nación y aquí, en la producción avícola, pollo y huevos, tienen un paso importante que dar. No en términos de desafíos ni de "gestas heroicas" es como se hace avanzar una economía, sino con inteligencia estratégica y productividad. Lo privado no espera.

Comentarios

  1. En 6 decadas no han cambiado el sistema economico, jamas lo haran, cambiarlo seria una derrota para ellos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Muy deficientes resultados en la construcción de viviendas en el primer semestre

¿Qué pasó con el turismo en 2023? ¿Y qué pasará en 2024?

La propuesta de que la economía funcione para la mayoría