Pagos sin respaldo productivo: a vueltas con la hidra de la economía castrista
Elías Amor Bravo, economista
Que alguien me lo explique. Pagos sin respaldo productivo. Al parecer
un grave problema de la economía cubana, denunciado en Granma.
Además, un asunto que se arrastra durante largo tiempo. El número
de entidades que participan en este tipo de actividades, que se
califican como “robo al estado” no ha dejado de aumentar en los
últimos años. El dato de 2018, 139 empresas y 147 millones de CUP,
de acuerdo con una intervención realizada en la Mesa Redonda por
Margarita González Fernández, ministra de Trabajo y Seguridad
Social. Preocupante.
¿En qué consiste el pago sin respaldo productivo? Pues bien se
trata de una situación sobrevenida en la que una empresa desembolsa
un pago de cualquier tipo, por ejemplo, un salario que carece de
resultados productivos, por lo que el gasto generado es mayor que los
ingresos y, en tal caso, el pago no está en correspondencia con la
producción. En la economía libre de mercado, una práctica de estas
características sería impensable. La razón muy simple: motivación
y eficiencia se encargan de poner coto a estas prácticas que, por
otra parte, serían incomprensibles.
En Cuba, los estudios realizados en la Comisión de Asuntos
Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular indican que
como fuente de los males “aparecen deficiencias en la contabilidad
y en la planificación, originadas en ocasiones por el no
completamiento de las plantillas en las áreas económicas;
inestabilidad de directivos y falta de capacitación en temas
relacionados con las normativas de pagos por resultados; demora en la
toma de decisiones administrativas por cambios de estructuras y
decisiones sin colegiar, falta de control del organismo superior y la
ejecución de reparaciones, mantenimientos y gastos por servicios no
planificados, entre otras causas”.
Nada que no tenga solución. Casi siempre, problemas de tipo
administrativo o relacionados con las trabas y la compleja ordenación
burocrática de la economía, que está en el origen de muchas de
estas “fuentes de los males”. Insisto, nada grave. Y desde luego,
se puede corregir si se adaptan progresivamente las normas de
funcionamiento de la economía a la libre empresa y mercado.
Los ejemplos citados en la
información publicada en Granma
así lo permiten atestiguar.
La Empresa Agroforestal de Moa presentó problemas con la
disponibilidad de madera rolliza para procesar, materia prima que
mayor valor agregado le proporciona. Por su parte, la Empresa
Pecuaria Calixto García paga sistemáticamente sin respaldo
productivo porque sus directivos argumentan un bajo respaldo de
recursos materiales, sequía devastadora y déficit de fuerza de
trabajo. El problema aparece entonces cuando el consejo de
administración provincial, que es el órgano rector comunista de las
empresas a nivel territorial, entra en acción y considera ante estas
situaciones expuestas, que “es posible tomar otro camino si el
consejo de dirección desata la creatividad, evalúa el potencial
real de la entidad y aplica alternativas”.
Pues claro que es posible encontrar otro camino. El de la eficiencia
y la competitividad. Puede estar muy bien la formación a los
empresarios sobre las recientes normativas y las políticas aprobadas
en el país, “dirigidas, entre otras cosas, a buscar nuevos
productos y hacer realidad los encadenamientos productivos” pero
pueden estar seguros, que de nada sirven si previamente no existe una
motivación para ello. El problema de la motivación lastra las
actuaciones empresariales en una economía comunista. La libertad
económica y de empresa va justo en la dirección contraria.
¿Por qué tiene que señalar el rumbo de una empresa una “comisión
territorial que chequea todos los indicadores empresariales”? Lo
normal y lo eficiente es que esta actividad se realice en el seno de
la empresa, sin la interferencia de miembros de ningún buró
político de ningún partido comunista, por otra parte, muchas veces
absolutos ignorantes de las reglas de funcionamiento de la economía.
Es el caso de la Empresa Provincial de Servicios a la Salud que pagó
sin respaldo productivo durante tres meses, tras el paso del sistema
presupuestado al empresarial, o sea, un asunto de naturaleza
administrativa. En este caso, un problema de cambio en las gestiones
por los jefes de la empresa. Burocracia para dar contenido a puestos
de trabajo que previamente habían sido suprimidos. La sensación de
pérdida de tiempo que se deriva de este tipo de situaciones es
alarmante.
En Cienfuegos una de las causas del pago sin respaldo productivo
guarda relación, esencialmente, con la carencia de materias primas y
abastecimientos. Es el caso de Campismo Popular una de las empresas
identificadas en la lista negra, por la falta de suministros.
Actualmente pretenden obtener ingresos a ultranza, a través del
establecimiento de nuevas ofertas, espacios y servicios que se
reviertan en ganancias para los empleados. Pero tal vez ese exceso de
voluntarismo no sea lo más adecuado en estos casos. Otras causas
como el ausentismo, la indisciplina, el desaprovechamiento de la
jornada laboral, la ineptitud y las plantillas infladas, tienen su
razón de ser en los bajos niveles de motivación que tienen los
trabajadores, cuyo sindicato único apenas los representa.
En el sector del Comercio y la Gastronomía se suele pagar sin
respaldo alguno, como consecuencia, por un lado, de los
abastecimientos y a los sistemas de venta, pero también de sus
plantillas, que tienden a crecer en eventos festivos, sin valorar la
conformación de estas ni el salario aprobado. Lo que es
absolutamente normal. Si esta práctica crea problemas burocráticos,
debe ser eliminada.
Y como no, la Contraloría señala que “la planificación es la
solución, en tanto resorte básico, habida cuenta de que permite
prever los niveles de actividad y, por consiguiente, la magnitud de
la retribución”.
El pago sin respaldo productivo está mal. ¿Qué duda cabe? Anuncia
deficiencias, burocracia, ineptitud y exceso de control por parte de
organismos con un perfil más político que empresarial. Alejar a la
economía cubana de su bloqueo interno y acercarla al libre mercado y
la libre empresa supondría finiquitar estas prácticas sin duda
lamentables que hunden sus raíces en el pésimo diseño del sistema
económico estalinista que impera en la isla. La clave está en la
motivación, la competitividad y la libertad. Lo contrario, es seguir
pagando sin respaldo productivo, como hasta ahora.
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