Balance del consejo de ministros del 1er trimestre 2021

Elías Amor Bravo, economista

Marrero da lástima al decir en el consejo de ministros de cierre del primer trimestre, que “nada nos detendrá en la búsqueda de soluciones” con referencia a los graves problemas económicos del país en 2021. El titular de Granma ha sido poco acertado, cuando se accede a la lectura de la información posterior. La conclusión: muy sencilla. Marrero debe entender que si quiere encontrar soluciones, lo mejor que puede hacer es “detenerse”, no continuar por la vía en que va, porque esa es la causante de todos los problemas que plantea en la reunión del consejo de ministros. Empezando por la consigna de ahorrar más para producir más. ¿Por dónde le entra el agua al coco?

Ya ni siquiera aciertan con el diagnóstico que se tiene que realizar de la situación económica del país. Y culpando como siempre al embargo de EEUU de todos los males, pasan por alto otros factores destacados, como la influencia negativa de la crisis terminal de Venezuela sobre la economía cubana, o la situación de default que se afronta actualmente lo que impide acceder a los mercados financieros internacionales, e incluso el impacto devastador de las medidas de la llamada Tarea Ordenamiento.

No. Siempre es más fácil culpar a factores externos, a amenazas que la revolución tiene que afrontar, que a las consecuencias nefastas de una gestión de gobierno que dura 62 años. Y aquí es donde viene el problema, porque en vez de reconocer el fracaso de un modelo social y económico comunista, que ya no da para más, Marrero anuncia que tienen que iniciar “la búsqueda de nuevas soluciones, en el optimismo, en la confianza en el presente y el futuro del país”. A ver si las encuentra. Desde luego, el mismo argumento falaz de más de seis décadas esperando un futuro mejor, que nunca llega.

Marrero sabe que el comportamiento de la economía al cierre de este primer trimestre no es malo, es pésimo y los actuales niveles de actividad no pueden llegar más allá del verano, si no se produce un cambio de rumbo. La apuesta por “ahorrar más” no es la solución a los problemas, porque a los cubanos, difícilmente, se les puede pedir más ahorro en electricidad, gas, agua, servicios sanitarios o educativos, comida, ropa, transporte. ¿De qué ahorro habla Marrero? Desde luego, no del privado, procedente de las familias o las empresas a las que la aplicación de medidas de la Tarea Ordenamiento está imponiendo serios ajustes algunos cercanos a la insolvencia y quiebra.

No. Marrero no puede pensar que estos sectores de la economía ahorren porque es imposible. En realidad, el único que puede ahorrar más, y con ello producir más, porque apenas ha ajustado sus políticas de gasto en la actual situación económica, no es otro que el gobierno, el central, el local, el provincial. Es ahí donde hay que empezar a dar ejemplo y reducir el despilfarro, para estimular la actividad económica.

Pero, no. En ningún momento se ha encontrado en el análisis de Marrero una sola mención a la eficiencia, necesaria y urgente, del gasto público del gobierno. Bien está que se destinen recursos a afrontar la pandemia, pero al igual que otros países, cuando la enfermedad esté bajo control, hay que ajustar los gastos realizados, porque existen otros sectores, como el trabajo por cuenta propia o las empresas estatales insolventes, que urgen la ayuda financiera para superar la crisis.  Este cambio en el enfoque del gasto debería ser una prioridad urgente de la gestión de la economía para el resto de 2021. Pero tampoco se dijo nada al respecto.

Si que se habló en la reunión, por supuesto, del cumplimiento del Plan. Un documento que se elaboró cuando se desconocía el impacto de muchos de los graves problemas que inciden actualmente en la economía y que, en tales condiciones, sirve de poco, reconocido por el propio Marrero, que dijo hace unos días, que “la gente no come planes”. De hecho el ministro de economía reconoció en esta reunión, ante Marrero y el resto de colegas, que “la realidad es que lo alcanzado está muy por debajo de la demanda y de lo que hace falta para lograr una presencia estable de productos”. Y luego van a dicen que hay que ahorrar. Ignorancia supina de conceptos económicos.

Por otra parte, siguen estimando como dato positivo derivado de la Tarea Ordenamiento, el aumento de la población activa en 76.000 personas durante el trimestre. De este tema ya se ha expuesto en otro blog lo contrario, es decir, el aumento de las tasas de actividad coincide en este caso con un deterioro de la situación económica que obliga a todas las familias a movilizar a sus miembros en la búsqueda de salarios para llegar a fin de mes. El que sean jóvenes los que acuden a estos empleos, atestigua la tesis del empobrecimiento general de la población, además de la pérdida de formación y cualificación que supone interrumpir etapas de estudio.

También se habló del turismo, que se encuentra en los niveles más bajos de la serie histórica y no ofrece indicadores de mejora, al menos para los próximos meses. El ministro Gil reconoció en la reunión que “estamos por debajo de lo diseñado y en ello ha incidido en gran medida la evolución no favorable de la pandemia”, y puede que tenga razón, pero esconde un dato que es real, y que confirma que el descenso del turismo a Cuba ya había comenzado antes del inicio de la pandemia, concretamente en el segundo semestre de 2019, y nadie hasta ahora, ha ofrecido una explicación de este cambio de tendencia que puede volver a incidir cuando se produzca un eventual regreso a la normalidad. El hecho de que otros destinos del Caribe no hayan experimentado una crisis tan intensa como el turismo cubano debería servir de preocupación para los dirigentes.

En el mismo consejo de ministros se dio vía libre a la elaboración de una nueva Ley de la Vivienda, una vez más confiando que la gaceta oficial sirva para estimular un sector que es el más representativo, junto al agropecuario, de los efectos perversos sobre la economía del modelo social comunista.

Según se informó, la Ley actualmente vigente de vivienda es un frankestein inservible, que ha sido modificada por ocho decretos-leyes y tiene asociadas nada más y nada menos que 127 normas de diferentes rangos, lo cual genera dispersión jurídica, incremento de trámites y falta de control en su ejecución. Hasta los comunistas son conscientes de que un exceso de regulación es lo peor para fomentar la actividad económica.

De lo expuesto en la reunión, no hay que esperar grandes cambios. Cierto que se parte de un principio correcto, al señalar “que la vivienda tenga un enfoque económico, con racionalidad y sustentabilidad en la solución del problema habitacional, manteniendo los principios sociales logrados por la Revolución y la atención priorizada a los sectores vulnerables”. Sobra la mitad del párrafo e incluso más. La vivienda debe tener, sobre todo, un enfoque económico para que las personas puedan construir con el esfuerzo de su trabajo, un patrimonio que les permita hacer frente a los vaivenes económicos de la vida, sin depender del estado para todo. A partir de ese enfoque económico, es como se garantizan todos los demás, el social, el sostenible, el de garantías, etc. No hay vivienda en una economía, si no existe viabilidad económica para ello. Deberían saberlo después del balance de 62 años.

De antemano, se puede aceptar que la norma padece dos defectos que la harán inviable y, muy difícil que sirva para estimular al sector. Por un lado, otorga una absoluta prioridad a la vivienda pública, y por otro, quiere diseñar un marco intervencionista en grado sumo, y ello puede ser negativo e incluso, contraproducente. Se anuncia una regulación de “cuestiones relacionadas con el precio de la vivienda asignada por el Estado, que no es subsidiado; la manera en que se financiarán los otorgamientos que se realicen por interés social; el régimen jurídico para cuartos y habitaciones; así como las bases para el procedimiento de asignación de viviendas y la obtención de la propiedad” ¿Asignación de viviendas?¿Obtención de propiedad? Pero ¿qué es esto, acaso una lotería? En fin, más gasto público y menos actividad privada en la vivienda, con lo que eso supone de atraso e inoperancia. No irán muy lejos.

Parece ser que la norma quiere “fortalecer el papel de los órganos locales del Poder Popular en relación con la vivienda y el hábitat, haciendo más eficientes los trámites y el cumplimiento de lo dispuesto”, pero no se agiliza y se flexibiliza la actividad de los agentes privados, que ahora tras la aprobación de las 2.000 licencias de actividad podrán dedicarse a este sector. Se tiene la sensación que para los emprendedores privados, la norma reserva un compendio especial de sanciones dirigidas a eliminar irregularidades, indisciplinas y violaciones de lo establecido en los más diversos aspectos. Cada vez que piensan los comunistas en el sector privado, lo hacen como si fueran infractores de todas las normas.

El consejo de ministros también abordó la eterna cuestión de las “indisciplinas en la gestión de las cuentas por cobrar y pagar, con el propósito de solucionar este asunto de elevada significación para el país”. Llevan como dos décadas tratando de luchar contra este problema, y no hay forma, a pesar del absoluto control por el estado de la economía.

Sobre este punto, informó la ministra de Finanzas y Precios, quien dijo que las cifras continuaron en aumento, a pesar de que en 2020 los niveles de actividad económica disminuyeron considerablemente como consecuencia de la pandemia, un -11% cayó el PIB según el ministro de economía. En el aumento de los impagos tuvo una influencia destacada las empresas de subordinación local, donde, la ministra dijo “aún no se logra solucionar y transformar este asunto como debe ser”, sin explicar los motivos.

Estas empresas de subordinación local, en la rama gastronómica, son las que se van a beneficiar de los créditos revolventes aprobados por el Banco Central de Cuba en su Resolución 131 publicada hace unos días. Como ya se explicó, pronto se verá la incidencia de los impagos con los créditos revolventes y la espiral de crisis que ello va a suponer para el resto de la economía.

La ministra explicó que “resultó considerable el incremento de los impagos a los productores agropecuarios, aspecto en el cual la situación más compleja se manifiesta en la provincia de Artemisa”. Estos impagos tienen su origen, en el sistema de intermediación estatal acopio, y si bien, como dijo la ministra, “este no es un tema resuelto”, lo cierto es que la responsabilidad de esos impagos está en su mano, y es uno de los factores que ejercen una influencia más negativa sobre la carencia de alimentos que existe en toda Cuba.

Como siempre la ministra añadió que “se trabaja en nuevas medidas con el propósito de dinamizar el control y la exigencia ante este tema” que según su criterio es “una clara evidencia de la falta de disciplina y exigencia, así como la poca prioridad que se concede al control interno por parte de las entidades; de ahí la urgencia de transformar las causas y condiciones que la provocan”. De sus entidades, añade este blog.

El consejo de ministros pasó revista a algunas obras hidráulicas en curso, como el Trasvase Norte- Sur, ya finalizado, o el Este-Oeste, que, una vez terminado, tendrá 316 kilómetros de longitud, donde se incluyen canales, túneles y conductoras, así como se prevé la construcción de diez nuevas presas y El Trasvase Centro-Este, que estará compuesto por 315 kilómetros de canales magistrales, 25 presas, dos derivadoras y dos hidro reguladores. El objetivo de estas inversiones es desarrollar polos productivos fuertes, donde se encadenen las producciones para el desarrollo local y nacional. Todo ello en un enfoque de largo plazo.

El consejo de ministros analizó temas como los procesos judiciales de materia económica en los tribunales; las afectaciones ocasionadas al país por irregularidades en operaciones del comercio exterior; indisciplinas, ilegalidades y manifestaciones de corrupción administrativa; la operación Puerto-Transporte-Economía Interna, y el cumplimiento de los planes integrales de enfrentamiento a las ilegalidades urbanísticas.

Finalmente, el consejo de ministros pasó por encima de los problemas de las empresas con pérdidas por culpa de la Tarea Ordenamiento, tan solo se expresó el interés en que el sistema empresarial reaccione de manera positiva, con soluciones, audacia, y más eficiencia, para disminuir pérdidas y aprovechar las oportunidades de negocio, y poco más, y en su lugar, aprobó las normas jurídicas que implementan las 15 medidas para continuar avanzando en el perfeccionamiento del sistema empresarial estatal, en concreto, 12 proyectos de normas jurídicas, tres de los cuales tienen rango superior, y de ellos dos requieren la aprobación del Consejo de Estado. Además, hay nueve resoluciones, correspondientes a los ministerios de Finanzas y Precios, de Trabajo y Seguridad Social, y de Economía y Planificación. Se

Las medidas aprobadas establecen, entre otras cuestiones, la flexibilización de la estructura y funcionamiento del sistema empresarial; la transformación del sistema de relaciones financieras con el Presupuesto del Estado; la eliminación de las restricciones para el pago de utilidades a los trabajadores; y la simplificación y flexibilización de las funciones y facultades del sistema empresarial.

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