Un olvido imperdonable de los trabajadores privados
Elías Amor Bravo, economista
De celebración en celebración. A pesar de que reconocen
la complejidad del escenario actual, los comunistas del partido y del
sindicato, no paran de organizar y celebrar fiestas. Todavía no empezó el
congreso del partido único, que ya está la CTC anunciando la convocatoria del 1 de mayo,
de forma virtual, y con un slogan muy propio de las organizaciones que rechazan
el pluralismo: “Unidos, hacemos Cuba”.
De hecho, los sindicalistas reconocen, y así lo
advierten en su comunicado en Granma, que los acuerdos del partido en su congreso,
“constituirán brújula que guiará la acción de los trabajadores en el empeño por
continuar adelante en la implementación de los profundos cambios que nos hemos
propuesto, como parte de la actualización del modelo económico y social de desarrollo
socialista”.
Es una primera referencia al partido, pero hay que leer
con detalle el comunicado, porque eso no es lo más importante. La referencia que
se hace a los “trabajadores” parece incluir solamente a aquellos a los que se supone
algún tipo de vínculo con el partido único. Por el contrario, los que no
mantienen esa relación, o simplemente que no les interesa la política, la
brújula que puedan ofrecer los comunistas en su congreso, les importa un bledo.
Sin embargo, la organización sindical no lo tiene en cuenta.
En este comunicado, los sindicalistas quieren que ese
1 de mayo homogéneo y unificador en las redes, se dirija a “los principales
protagonistas, los colectivos de trabajadores y las comunidades, donde el
despliegue de la creatividad y múltiples iniciativas populares reflejará la
alegría, la responsabilidad y el compromiso del movimiento sindical, junto a
los trabajadores, en la batalla decisiva por hacer avanzar nuestra economía, y
la eficiencia que de ella se demanda, dirigiendo la prioridad al incremento de
la producción de alimentos”.
¿Y qué pasa con los trabajadores que están tristes y
apesadumbrados, que no se encuentran comprometidos ni relacionados con
movimiento sindical ninguno y su compromiso personal no va más allá de su
familia y sus circunstancias personales? Pues nada, que esos trabajadores no
forman parte de ese “movimiento” unitario del que se nutre la CTC y por tanto,
los olvida. Los menosprecia y los rechaza.
Lo mismo cabe preguntar de aquellos trabajadores que
no comparten el análisis de la grave situación actual que hace el sindicato
único, que solo culpa al embargo o bloqueo “injustificado e inhumano impuesto
de manera unilateral por el gobierno de Estados Unidos, recrudecido con la
implementación de más de 240 nuevas medidas, a lo que se suman los efectos de
una pandemia mundial”.
Si un trabajador cubano piensa, alternativamente, que
la grave situación actual del país se debe a una pésima gestión del gobierno, empeñado
en sacar adelante una Tarea Ordenamiento que ha sido un fracaso en su ejecución,
no se puede ver representado por la CTC en su comunicado. Y, en realidad, son muchos los trabajadores
cubanos que saben que situaciones de desabastecimiento del mercado interno, la
inflación galopante de los precios y la reducción de su poder adquisitivo, son
consecuencia directa de la Tarea Ordenamiento y de absoluta responsabilidad del
gobierno. Pero los trabajadores que piensen así, la CTC simplemente, los
rechaza. Ni los menciona.
Tampoco forman parte del comunicado del sindicato único
aquellos que trabajan para sacar adelante sus pequeños negocios y actividades
personales, conseguidas con un gran esfuerzo después de numerosas trabas burocráticas
e interferencias del gobierno. La CTC ni siquiera menciona a aquellos que
tuvieron que cerrar sus pequeños negocios y despedir a sus trabajadores
contratados cuando llegó la pandemia y se produjeron los primeros confinamientos
en Cuba y en el resto del mundo. Estos trabajadores por cuenta propia que según la estadística oficial representan el 13% del total,, que han resistido
como han podido, sin ninguna ayuda del gobierno, observan la enorme injusticia de
cómo a los empleados estatales se les protegía su sueldo el tiempo necesario, y
a ellos no.
El comunicado de la CTC se olvida de los trabajadores
por cuenta propia y, en cambio, alude a las “sustantivas transformaciones en el
escenario laboral, con la aprobación de las medidas dirigidas a dotar de mayor
autonomía a la empresa estatal socialista”. Eso es lo único que realmente le
importa, la empresa estatal socialista, donde el sindicato tiene su fortaleza por
la estrecha relación de poder económico y político. Los escasos espacios de
libertad económica no forman parte de las bases del sindicato único. La aplicación de una nueva
política para el perfeccionamiento del sector no estatal es la única referencia
que se hace a este sector del país, al que seguramente los comunistas tampoco
harán referencia alguna en su congreso
De modo que la CTC se acuerda en su comunicado de los
médicos enviados a otros países, o los maestros y productores primarios,
artistas y los escritores “que se enfrentan a las campañas de descredito contra
la revolución y sus instituciones culturales” pero ni una palabra a los trabajadores por cuenta propia o los arrendatarios de tierras. No se puede ser más exclusivista,
y presentar ante la opinión pública mundial un mensaje que rechaza de forma
despectiva el pluralismo en el mundo laboral, la libre elección, y por ello, ni
se mencionan los trabajadores que han apostado por la independencia del estado y
la libertad.
En realidad, la CTC, al igual que la mayor parte de
las instituciones comunistas, como la ANAP, están descubriendo amplios espacios
de rechazo en los sectores económicos libres e independientes que tratan a abrir
espacios a la actividad económica. Un fenómeno interesante que ha ocurrido
antes en otras dictaduras en procesos de descomposición, como está ocurriendo
al régimen castrista.
Ese rechazo de la sociedad de hombres libres a las
organizaciones exclusivistas y monopolistas, que priman a unos colectivos por
encima de otros, es un síntoma de que Cuba cambia, y lo hace a pasos más rápido
de los que se cree. Hay muchos trabajadores cubanos, posiblemente más de los
que piensa el gobierno o la CTC que creen que sus derechos laborales y
prestaciones sociales no están bien defendidos por el gobierno comunista, y piensan
que tal vez habría que apostar por otras soluciones que ya existen en el mundo
libre.
Otro comunicado de la CTC más reivindicativo y
crítico con el gobierno habría sido más justo, integrador y responsable, y desde
luego, mucho más conveniente para los tiempos actuales. Los dirigentes de CTC
han decidido este contenido, sus razones tendrán. Lo único que van a conseguir
es lo mismo que la organización comunista que dirige el estado, tener cada vez
menos apoyos sociales. Ya se verá.
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