Los asuntos que interesan a los comunistas cubanos y la sociedad: por dos caminos que no convergen

Elías Amor Bravo economista

Los partidos políticos son organizaciones que tienen como objetivo movilizar el apoyo de la sociedad para implementar desde el gobierno sus programas e iniciativas. Al menos, esto es lo que buscan los partidos en los países democráticos, donde deben competir con otros en elecciones periódicas a fin de lograr el máximo apoyo ciudadano.

Cuanto más se acerque el partido a las demandas y necesidades de la sociedad, mayor será su éxito en la movilización del voto y el éxito electoral. Por ello, los partidos prestan una atención continua a las demandas de la gente y ofertan propuestas dirigidas a satisfacer las necesidades sociales. Sin embargo, conviene olvidarse de esto, para entender qué ocurre en Cuba con el único partido político autorizado desde el comienzo de la revolución, el comunista.

Disfrutar de monopolio en política tiene sus ventajas. Una de ellas, quizás la más importante, es despreocuparse de la sociedad y volcar toda la inteligencia en construir un armazón sólido que sirva para mantener el control que otorga el monopolio. Sin ataduras ni restricciones, los comunistas cubanos han sido un buen ejemplo de ello ¿De qué habla el partido comunista cubano cuando se reúne? ¿Cuáles son sus propuestas y mensajes a la sociedad? ¿Tienen alguna relación con la economía?

Una nota en Granma aborda estas cuestiones, al informar sobre la reunión del secretariado del comité central comunista con los primeros secretarios de los comités provinciales y el municipio especial Isla de la Juventud.  El artículo citado “Las ideas discutidas en el 8vo. Congreso del Partido siguen al rojo vivo”, enumera las cuestiones que los comunistas cubanos consideran necesarias para conectar con la sociedad.

Los problemas que preocupan a los comunistas cubanos, aquello de lo que reflexionaron en este cónclave con la asistencia de todos los altos dirigentes, fueron, entre otros, la defensa nacional, las reuniones de la militancia por sectores, el funcionamiento del partido en el primer trimestre de 2022, la política de cuadros en el sector empresarial, así como en el partido, la UJC y las organizaciones de masas, y la transformación del modelo de gestión de la prensa. Con la que está cayendo, y, sobre todo, la que va a caer, ¿de verdad tiene sentido dedicar un solo minuto a estas cuestiones?

En primer lugar, trabajar con intensidad y prioridad la preparación para la defensa. En este punto, el general de división Roberto Legrá, viceministro jefe del estado mayor general de las FAR, tomó la palabra en el encuentro para señalar que la defensa “es una de las prioridades que hoy tiene el país”. La verdad es que esta sigue siendo prioridad desde hace seis décadas.

Nada nuevo bajo el sol. Díaz Canel, dijo que “las condiciones en que se está moviendo el mundo hoy, ante la agresividad de Estados Unidos, que está tratando de imponer su hegemonía mundial y también recrudeciendo todas las acciones contra Cuba”, obligan a Cuba a trasladar al gobierno de Estados Unidos que “aquí hay disposición de enfrentar cualquier agresión, que tenemos capacidad y disposición combativa, que hay valor, y que nuestra gente está dispuesta a defender la revolución”.

Y que lo que se trata hoy es de “dar esa prioridad a la defensa, de aprovechar bien, con eficiencia, esas actividades, tomando en cuenta, entre otras realidades, las nuevas estructuras políticas y administrativas creadas y las circunstancias, que nos obligan a mantener una sistemática actualización en la defensa”. Se han pasado seis décadas esperando una invasión que nunca se producirá, y son incapaces de llamar a las cosas por su nombre. Los comunistas cubanos llaman “operación militar de Rusia en Ucrania” a la invasión destructiva y criminar que sigue teniendo lugar en este país.

La segunda cuestión hace referencia a las reuniones de la militancia por sectores y el seguimiento a los planteamientos realizados en ellas. Encuentros cuyo objetivo es implementar los acuerdos de las asambleas distritales y municipales del partido para, “avanzar, desde la base, en la solución de las dificultades económicas, sociales e ideológicas que tenemos”.  

El problema es que esto se quiere alcanzar con un debate “crítico y comprometido” y los tiempos que corren exigen soluciones prontas y valientes. ¿De qué sirven los 4.274 encuentros celebrados (el 96,8% de los previstos), los 12.209 planteamientos o la reflexión de 480.000 militantes si la economía cada vez va a peor, y no se ha adoptado una sola medida que ayude a reactivar los indicadores principales? Con debates no se come. Hay que bajar al surco o a la línea de producción.

La tercera cuestión que preocupa a los comunistas cubanos ha sido la “ejemplaridad” y el funcionamiento del partido al cierre del primer trimestre del año 2022, como si se tratase de los resultados de una corporación mercantil. Se destacaron las 59.351 organizaciones de base, la militancia encaramada en 708.858, inferior en 4.376 a diciembre de 2021, eso sí tienen previsto al inicio de marzo 54.148 autorizaciones. Con estos datos, se concluyó “que se está logrando un comportamiento estable en la mayoría de los indicadores; no obstante, urge modificar las formas de actuación y exigir porque se resuelvan problemas de indisciplinas en núcleos y de militantes, reforzando la preparación político-ideológica y la ejemplaridad”. ¿Ruido de sables? ¿Hasta dónde pueden llegar esas indisciplinas? Ojo al dato.

La cuarta hace referencia a la política de cuadros en el sector empresarial estatal, y a tal fin se refirieron los 1.688 encuentros desde el 4 de enero hasta la fecha con jefes de entidades y sus reservas, incluyendo organizaciones superiores de dirección empresarial, empresas y unidades empresariales de base. Toda la sociedad y la economía cubana al servicio del partido comunista. Este proceso, dicen que “ha permitido profundizar en la efectividad del trabajo de las organizaciones de base del partido, aunque en no pocos lugares se aprecia formalismo y una débil exigencia y control sobre la labor de dirección de los jefes, entre otras limitaciones”. Los comunistas tirando piedras contra su propio tejado, como si esos problemas que detectan no fueran de su única responsabilidad.

Se destacó la mejora del conocimiento y dominio de los principales problemas de la empresa estatal socialista, y con ello “disponer de una caracterización más objetiva de sus jefes y reservas, y de las potencialidades de los secretarios generales de las organizaciones de base”, lo que alguno podría identificar con una próxima ola de relevos y cambios al frente de las empresas estatales.

Los comunistas se dedicaron a hablar de los resultados de la política de cuadros al cierre del primer trimestre de 2022 en el Partido, la UJC y las organizaciones de masas, “destacando la renovación de los cuadros, el trabajo con las canteras que ofrecen las mayores perspectivas de desarrollo, y a la incorporación de cuadros jóvenes procedentes de la UJC”. La juventud cubana ha dado la espalda al partido único desde hace tiempo. Tienen sus razones.  

Finalmente, los comunistas cubanos hablaron de la transformación del modelo de gestión de los medios de prensa, que está impulsado por los señalamientos críticos realizados en el Informe Central al 8vo. Congreso del Partido sobre estos, la política informativa y la comunicación social”. Esto si que les interesa, y desde luego es inquietante.

Esta iniciativa, de la que poca información se ofreció, contempla entre sus acciones “crear un fondo de fomento para la comunicación, con alcance local o nacional; e incorporar la contribución territorial (uno de los impuestos más relevantes) para el desarrollo local como factor dinamizador de la comunicación y el fortalecimiento de los medios en los municipios”.

Se propone, realizar con carácter experimental “modificaciones en el modelo de gestión de un grupo de medios seleccionados –municipales, provinciales y nacionales–, y constituir un grupo de trabajo temporal multidisciplinario e interinstitucional para dar seguimiento a la implementación de las acciones para la transformación del modelo de gestión”. Poco más. ¿Se trata de libertad de prensa? ¿solo para los comunistas?

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