La productividad y la eficiencia está en los "patios y solares" de Cuba
Elías Amor Bravo, economista
Poco a poco trascienden informaciones hilarantes sobre el estado de la economía cubana, que vienen a confirmar lo que ya sabíamos. Los temas económicos bajo un sistema como el que existe en Cuba desde 1959, no tienen solución. Los experimentos que se han realizado en el país, a expensas de la población que contribuye en exceso a los mismos, han sido un rotundo fracaso. Culpar a los otros de todo ello es infantil, pero además, tiene una carga demagógica que ya no se sostiene.
Algunos datos se han conocido gracias a los reportajes dedicados por Gramma a la agenda de Díaz Canel por el territorio, que tiene como objetivo el "chequeo de los programas agroalimentario, energético y del turismo".
Y como no podría ser de otro modo, la sorpresa saltó en el momento en que se analizó lo relativo a la "agricultura urbana, suburbana y familiar", así como al movimiento de las cooperativas de frutales, este último impulsado en tiempos de Raúl Castro.
¿Qué les parece? La funcionaria responsable considera todo un éxito para su departamento de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, que existan en la actualidad 8.321 hectáreas dedicadas a hortalizas y condimentos frescos, en organopónicos, huertos intensivos y cultivos semiprotegidos de todo el país. Además, otras 461 hectáreas están sembradas de plantas medicinales en 142 fincas.
Y lo mejor de todo, 483.060 patios y parcelas cubanos, que según Granma “constituyen la expresión genuina de la agricultura familiar y el más amplio escenario productivo de este movimiento”. En su conjunto, para una superficie de 36.175 hectáreas, en las que se producen 752.215 toneladas de hortalizas, viandas, granos y frutas, 48.094 toneladas de carne de ganado menor, 112 millones de huevos y 587 mil litros de leche de cabra, entre otras producciones, todas ellas con destino al autoabastecimiento local.¿Qué significan estos datos?
A modo de comparación, con estadísticas oficiales de ONEI, en Cuba existen actualmente 2.765.200 hectáreas cultivadas, es decir, estamos hablando que en los patios y parcelas cubanos se encuentra el 1,3% del total de la superficie cultivada. Pues bien, en ese 1,3% se produce más en términos relativos que en el conjunto de la economía. Por ejemplo, las hortalizas, viandas, granos y frutas, obtenidas en los patios y parcelas suponen el 12% del total nacional. Por su parte, la carne obtenida en las casas por los cubanos supuso el 9,1% del total, y finalmente, los 112 millones de huevos obtenidos en los “patios” representan el 4,4% de los producidos a nivel nacional. Indicadores de que en estos patios y solares cubanos existe una productividad y eficiencia muy superior a la de la media de la economía. Cuidado.
Insisto, ¿qué les parece? Resulta que como decía Schumacher “lo pequeño es hermoso" y yo añado "eficiente”. Esa máxima se cumple en la agricultura cubana, donde los “patios y solares” de las casas se convierten en microempresas agropecuarias que obtienen unos niveles de producción que para sí los quisieran las explotaciones estatales o las UBPCs, e incluso algunas cooperativas,,con una participación inferior en la superficie total en explotación.
Díaz Canel ya sabe lo que tiene que hacer para que los cubanos tengan la cesta de alimentos bien surtida: dar carta de libertad absoluta a estos productores, que conviene recordar, empezaron sus actividades como una necesidad cuando en pleno "período especial" a Fidel Castro no se le ocurrió otra cosa que, ante la ausencia de piensos con que alimentar los pollitos de las granjas estatales porque no se disponía de divisas para comprarlos en los mercados exteriores, lo mejor era entregar a cada cubano un pollito para que los criaran en casa.
Muchos años después, esta actividad alcanza los niveles de producción y productividad mencionados y la funcionaria responsable, como no podría ser de otro modo, señala ante Díaz Canel que el problema principal de la misma es “la insuficiencia de sistemas de riego y los componentes para su mantenimiento y reparación”. De ahí un salto a la eternidad.
En el recuento ante Díaz Canel también se mencionaron las 21.076 hectáreas del programa de frutales gestionado por 353 cooperativas que alcanzan el 22% del área total de frutales del país, con productos como mango, guayaba, aguacate, coco, mamey y papaya, añadiendo que se han ubicado 39 minindustrias para el procesamiento de sus producciones en la zona de Mayabeque en Bejucal. Más datos, 5 mil toneladas de conservas de frutas y vegetales para el abastecimiento local y el turismo, con productos como el coco rallado, cascos de toronja y guayaba, tajadas de mango en almíbar y mermeladas. Díaz Canel debería ser consciente de que lo privado funciona mucho mejor que lo estatal. Los datos se le acumulan.
El problema es que la realidad de los cubanos es muy distinta de todos estos indicadores de proceso. Como siempre, los dirigentes castristas prestan más atención, porque les conviene, a los indicadores de proceso que a los de resultados. La conclusión es que los mercados de consumo continúan siendo racionados, cuando llegan los productos los precios se disparan, los controles de precios hacen que vuelvan a desaparecer los productos de los estantes, y vuelta a empezar. Las cosechas se quedan en los campos porque Acopio carece de incentivos para realizar su traslado a los centros de distribución, y estos se ven sometidos a las presiones de acaparadores, cuando los productos llegan a los estantes. Los agricultores, por su parte, se las ven y las desean para pagar los impuestos y sobre todo, para que el delegado comunista de zona no les retire tierras cedidas en arrendamiento por las que pagan igualmente al estado alquileres elevados.Y así van casi 60 años.
En fin, esta es la situación. De ahí el mérito de la producción en los patios de las casas. Acabará siendo el sector más competitivo de la economía cubana. Cuando tengamos datos comparativos de leche de cabra, también se los daremos. Presiento que ahí la eficiencia de los patios y solares será mucho mayor.
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