¿Qué ha pasado en la construcción en Cuba durante 2021?

Elías Amor Bravo economista

La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) sigue aportando luz a lo ocurrido en la economía cubana en 2021. Y lo cierto es que cada dato que llega es peor que el anterior. Ahora le toca el turno al sector Construcción, con la publicación “Construcción en Cuba. Indicadores Seleccionados” que presenta la información captada a los inversionistas, por medio de una selección de indicadores de valor y volumen de las acciones constructivas ejecutadas, en especial de las viviendas; durante el período enero-diciembre de 2020 y su comparación con el año 2019. En este caso, y a diferencia de la publicación de las inversiones, la ONEI no advierte sobre la problemática relativa a la comparación entre indicadores monetarios. Teniendo en cuenta esta circunstancia, se procede a analizar y valorar algunos datos ofrecidos.

El sector constructor se hunde de forma estrepitosa en 2021 y no hay indicadores que ayuden a atisbar alguna luz al final del oscuro túnel. Las viviendas terminadas en 2021 apenas fueron 18.645, el peor resultado en 20 años, y registra un descenso de un 43,3% con respecto al año anterior, que ya fue malo por la incidencia de la pandemia.

Los datos son demoledores y ponen de manifiesto, una vez más, que la vivienda, una prioridad en Cuba por su deficiente estado, no parece ser un problema para los dirigentes de la economía. La situación actual, lejos de venir motivada por falta de recursos, insuficiencia financiera o planificación, parece ser el resultado del marco jurídico de derechos de propiedad comunista que limita la titularidad de viviendas a una para el domicilio habitual y otra más, en su caso, para el descanso veraniego.

La limitación estricta del derecho de propiedad de la vivienda (que impide, por ejemplo, promover empresas de compraventa de viviendas y crear un mercado para este activo) frena el desarrollo de la actividad, que, en vez de estar condicionada por la demanda privada, solo se puede mover a golpe de gasto público. Y cuando no hay dinero, se acabó la vivienda, por muchas necesidades que tenga la población.

Atendiendo a la titularidad del constructor, la construcción de vivienda por parte del estado se desplomó hasta 8.741 unidades, un 37% menos que el año anterior, situándose por debajo de la cifra de viviendas construidas por esfuerzo propio, que fueron 9.904 registrando igualmente un descenso del 47,9% con respecto a 2020. Pésimos resultados, sin duda, que vienen a confirmar el desastre absoluto del sector y la inadecuada definición del modelo comunista de derechos de propiedad.

Con respecto a la distribución territorial de la vivienda, se ha diseñado un cuadro en que se fijan las participaciones de cada provincia en el total de viviendas construidas en 2020 y 2021, para obtener una ratio 2021%/2020% que cuando más cerca se encuentra de 1 o supera dicho valor indica una situación de mejoría relativa en la vivienda en esa provincia, pero si se sitúa por debajo de 1 señala justo lo contrario, que la vivienda empeora. La planificación comunista de la vivienda promueve una notable inequidad en el territorio.

La construcción de viviendas por provincias (% sobre total y ratio)

 

2020

2021

ratio

Pinar del Río

6,4

6,9

1,1

Artemisa

4,5

4,9

1,1

La Habana

16,0

25,2

1,6

Mayabeque

2,3

2,0

0,8

Matanzas

5,7

6,7

1,2

Villa Clara

6,9

7,7

1,1

Cienfuegos

3,6

5,3

1,5

Sancti Spíritus

4,3

7,5

1,7

Ciego de Ávila

3,8

3,0

0,8

Camagüey

5,3

2,9

0,5

Las Tunas

2,8

3,8

1,3

Holguín

13,0

7,7

0,6

Granma

5,8

3,7

0,6

Santiago de Cuba

9,2

7,6

0,8

Guantánamo

6,5

3,7

0,6

Isla de la Juventud

0,9

1,3

1,5

 

100

100

1


De modo que, en 9 provincias, la ratio se sitúa por encima de 1, Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Las Tunas y la Isla de la Juventud. Sin embargo, una ratio inferior a 1 se registra en Mayabeque, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, provincias en que la situación de la vivienda empeora más.

De estas 7 provincias en declive, no deja de ser significativo que seis pertenezcan a la zona centro oriental del país, una distribución que se viene observando en los últimos años y que confirma que la planificación comunista de la vivienda parece funcionar mejor en el Occidente y centro, como revelan los datos.

El problema planteado con la comparación de las cantidades monetarias por la Tarea ordenamiento obliga a vigilar de cerca el aumento registrado por el valor de la construcción y montaje con destino a inversiones, que según la ONEI pasa de 6.348,7 millones de pesos a 33.882 millones de pesos, lo que supone multiplicarse por 5.

Para realizar la comparación, el cuadro siguiente vuelve a obtener los porcentajes de cada actividad sobre el total de la inversión, y a continuación, elabora una ratio (%2021/%2020) que cuando más cerca está de uno o supera dicho valor significa evolución positiva, pero si queda por debajo de uno, significa descenso de las inversiones,

La construcción y montaje por actividades económicas (en % sobre total y ratio)

 

2020

2021

Ratio

Agricultura, ganadería, caza y silvicultura

3,8

2,6

0,7

Pesca

0,3

0,5

1,5

Explotación de minas y canteras

1,1

7,1

6,5

Industria azucarera

2,0

0,5

0,2

Industria manufacturada (excepto la industria azucarera)

11,2

13,5

1,2

Suministro de electricidad, gas y agua

4,7

5,5

1,2

Construcción

8,5

1,8

0,2

Comercio reparación de efectos personal

3,2

2,5

0,8

Hoteles y restaurantes

1,7

1,4

0,8

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

2,8

2,6

0,9

Intermediación financiera

 

 

 

Servicio empresarial, actividades inmobiliarias y de alquiler

50,3

51,2

1,0

Administración pública, defensa, seguridad social

7,7

4,7

0,6

Ciencia e innovación tecnológica

0,5

0,5

1,1

Educación

0,4

1,1

2,7

Salud pública y asistencia social

0,6

1,7

2,6

Cultura y deporte

0,6

1,7

2,6

Servicios comunales, de asociaciones y personales

0,6

1,2

2,1

Total

100,0

100,0

1,0

Las dos actividades que concentran mayor inversión en construcción y montaje son Servicios empresariales, inmobiliarias y alquiler, el 51,2% en 2021, después de registrar el 50,3% en 2020 y la Industria manufacturada con un 13,5% en 2021 que es superior al 11,2% de 2020. Estos datos indican que se ha producido en el contexto del último año, un aumento de la concentración de las inversiones en los sectores que, ya de por sí, registraban una mayor participación en el total. Ambas actividades registraron ratios superiores a 1, lo que indica igualmente dinamismo inversor.

Sin duda, la que registra un mayor aumento es Explotación de canteras, empujado por el níquel y sus buenos precios en los mercados mundiales, que pasó del 1,1% al 7,1% del total con una ratio de 6,5 que fue la más elevada de todas las actividades.

En el extremo opuesto, los grandes perdedores en la distribución de las inversiones han sido la Industria azucarera y la Construcción, ambos con un 0,2 de ratio, seguidos de Agricultura y ganadería con un 0,7. Datos que confirmaron por qué no se construyen viviendas y por qué faltan alimentos para que la población pueda comer todos los días. El diseño inversor del régimen ha sido nefasto para atender las necesidades prioritarias del pueblo e impide, por otra parte, alcanzar un crecimiento sostenible de la actividad económica.

Pero sin duda alguna, el indicador que mejor refleja el hundimiento del sector construcción en 2021 hace referencia a la evolución de las producciones físicas de insumos básicos de producción del sector, que se presenta en el cuadro siguiente.

 

 

Unidades 

2020

2021

%

Arena calcárea

Mm3

2.066,9

1.109,5

-46,3

Barras de acero corrugadas

Mt

40,2

19,7

-51,0

Bloques de hormigón

MMU

59,4

38,2

-35,7

Cemento gris

Mt

1.015,1

817,1

-19,5

Hormigón premezclado

Mm3

677,9

612,5

-9,6

Piedra triturada

Mm3

3.457,0

2.685,5

-22,3

Prefabricado de hormigón

Mm3

102,6

77,5

-24,4

Techos metálicos

Mm2

5.011,5

4.869,6

-2,8

Tejas acanaladas de asbesto cemento

Mm2

780,8

110,8

-85,8


Los datos de producción de insumos causan alarma. La producción de arena calcárea se ha reducido en un 46,3%, la de barras de acero un 51%, la de bloques de hormigón un 35,7%, la de tejas acanaladas de asbesto un 85%, los prefabricados de hormigón un 24,4% menos, o la piedra triturada un 22,3% de descenso. 

A la vista de estas caídas de la producción de insumos del sector cabe preguntarse qué piensan hacer los dirigentes para cambiar el curso del desastre que apuntan estas cifras, que, en el caso del cemento gris, con un descenso del 19,5% o del hormigón premezclado en un 9,5%, o los techos metálicos con un 2,8% menos, parecen más favorable, cuando en realidad reflejan un balance realmente problemático, del que cabe exigir responsabilidades políticas.

  

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