El valor de internet es la información y la libertad
Elías Amor Bravo, economista
El periodista cubano, Randy Alonso, director del portal web
Cubadebate, del sitio Fidel Soldado de las Ideas y del programa de la
Televisión Cubana "Mesa Redonda" entre otras actividades
oficialistas, acaba de publicar en el primero un artículo titulado
“Informe Global Digital 2020: Cuba por primera vez por encima de la
media mundial de penetración de internet”. Este post tiene como
objetivo valorar su contribución.
Vaya
por delante que la fuente de información para su trabajo, el informe
“Digital 2020: global digital yearbook” es elaborado por una
agencia de publicidad especializada en social media denominada “We
are social”, en colaboración con Hootsuite, una plataforma
internacional dedicada a la gestión de redes sociales. No se trata,
por tanto, de una publicación estadística oficial, como podría ser
CEPAL o Naciones Unidas a través de sus distintos organismos. En
cualquier caso, no existe motivo alguno para desconfiar de los datos
de unos informes que se vienen elaborando desde hace varios años.
Según
el informe recién develado, que recoge los números del año 2019,
ya están conectados
a internet 7 millones 100 mil cubanos, lo que representa el 63% de la
población del país. La presencia de los cubanos en el espacio
público digital aumenta
de forma importante como consecuencia del
proceso de informatización de la
sociedad. En
definitiva, el dato que sorprende de este informe es que Cuba
presenta en
2020 una
penetración de internet en la
población superior a la de la media mundial. Mientras en el mundo
tienen conexión el 59 % de los habitantes, en
Cuba el
índice de penetración es
del 63%, superior
al del mundo. Para
Randy Alonso esta es una buena noticia, sin duda alguna.
Y
es buena porque según destaca en su artículo, el “salto” que ha
dado Cuba ha sido grande y además en poco tiempo. Se destaca, por
ejemplo, que en 2011 el índice de conectividad se situaba en el 16%
de la población, de acuerdo a los datos de Internet Live Stats, otra
entidad especializada en estos informes. En el
curso de
ocho años la cifra casi se multiplica
por cuatro y
por ello,
Cuba se sitúa por delante
de la media mundial en
el indicador de usuarios de internet. Sin embargo, este dato tiene
que ser tomado en consideración, ya que el relativo a conexiones de
móviles, con un 51% de la población está prácticamente a la mitad
del indicador mundial, que es 103%.
Este
es un dato sorprendente. Sobre todo porque los móviles se han
convertido, qué duda cabe, en el principal instrumento para
la población a la hora
de acceder
a internet y redes sociales. Si en Cuba las conexiones de móviles,
estimadas
en 5,77 millones representan el 20% de los usuarios de internet, unos
7,10 millones según los datos del estudio, la diferencia solo pueden
venir de los ordenadores fijos o portátiles. ¿Quiere
ello decir
tal vez que la conexión a internet en Cuba se realiza en equipos
fijos o
portátiles?
La siguiente pregunta es ¿Dónde están estos
equipos con los que se conecta la
gente a
internet? En las viviendas
que se caen,
desde luego no, en tales condiciones, ¿con qué equipos se conectan
los cubanos y
en donde están para alcanzar con menos móviles porcentajes más
elevados de usuarios de internet?
Un misterio.
Por
mucho que los servicios de telefonía móvil que reciben los cubanos
aumenten, que lo han hecho, a pesar de la calidad del servicio y los
altos precios, los
usuarios de móviles, un 51% de la población alcanzan prácticamente
la mitad del mismo indicador a nivel mundial, 103%. Este es el dato
que merece atención. Sin duda, una
contradicción que
llama la atención. Me
temo que hacer referencia, como Randy, a las 3,7 millones de líneas
móviles con acceso a datos e internet de ETECSA en 2019, es lo mismo
que no creer el dato que Cuba está por encima de la media mundial en
el indicador de usuarios de internet. Tal
vez habría que investigar con algo más de detalle la naturaleza de
los datos y la información antes de sacar conclusiones a toda prisa.
En
todo caso, en la tabla siguiente se presentan algunos países
comparados con Cuba, en los tres indicadores de conexión a móviles,
usuarios de internet y usuarios de social media. Los resultados son
significativos.
Países
|
Conexión
móvil
|
Usuarios
internet
|
Usuarios
social media
|
República
Dominicana
|
80
|
75
|
59
|
Puerto
Rico
|
106
|
84
|
72
|
Jamaica
|
111
|
55
|
44
|
El
Salvador
|
145
|
59
|
59
|
Costa
Rica
|
178
|
74
|
73
|
Cuba
|
51
|
63
|
68
|
Cuba
se sitúa en el último puesto en todos los indicadores referidos, siendo la
distancia si cabe mucho mayor en el relativo a las
conexiones de móviles, donde las distancias son abrumadoras.
En
todo caso, bien está lo que bien acaba. Es bueno que internet, las
redes sociales y los teléfonos móviles aumenten su participación social y alcancen
porcentajes relevantes. Ojalá fueran más elevados aún, eso sería positivo.
Pero sobre todo, lo que Randy no ha referido en su artículo es
que, en la sociedad digital en la que nos encontramos, una cosa es el
hardware (dispositivos fijos, portátiles, móviles, etc) y otra cosa bien distinta el “software” es decir, la información que circula y fluye
por la red de dispositivos que lógicamente tiene un valor para quién la busca o la mueve. Esta es la cuestión que verdaderamente
interesa, porque guarda estrecha relación con las perspectivas de
desarrollo económico y social de un país.
Un
ejemplo, de nada o de poco sirve el aumento del acceso a internet si
se establecen “vallas” que impiden obtener información libre de
cualquier página web con información contraria a las tesis del
régimen comunista, o si resulta imposible a los trabajadores por cuenta propia realizar transacciones o formalizar sus trámites online
con entidades privadas o públicas para facilitarles las condiciones
de vida y ahorrar tiempo, e incluso para todas las personas, en
general, la posibilidad de mantener comunicaciones abiertas, libres y
democráticas, no interferidas por la vigilancia y el escrutinio en
las redes sociales por parte del gobierno.
El valor que genera
internet y las redes sociales se llama libertad, y mucho me temo, por
desgracia, que en Cuba a estas alturas que nos encontramos hay que
recorrer un gran camino para llegar allí. Al parecer Randy solo está
interesado que circule la información “oficial”, la que produce
el régimen y la única que se autoriza por la dirección comunista
del país, pero hay que tener una cosa bien clara, poner fronteras a internet no suele salir
gratis. Tiempo al tiempo.
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