Los transportes cubanos tras la COVID19: ¿dónde están los trenes chinos?


Elías Amor Bravo, economista
Hace unos días, en la mesa redonda se analizaron las actuaciones en materia de transportes y turismo tras la COVID19. Hoy vamos a valorar en este post el primer caso, importante si se tiene en cuenta que es una de las actividades de la economía cubana con una participación más relevante del sector privado.
La paralización del transporte como consecuencia de las medidas de confinamiento y la reducción del número de turistas en los primeros meses del año han condicionado los resultados de un sector que, en tales condiciones, se puede ver abocado al colapso, sobre todo los agentes privados que viven de la prestación y cobro de sus servicios a la población.
Por desgracia, el ministro no ofreció medida alguna de carácter compensatorio de rentas a los transportistas que se encuentran prácticamente en la ruina y que en otros países reciben prestaciones temporales de sus gobiernos para afrontar el complejo escenario provocado por la pandemia. Los transportistas privados cubanos han sido abandonados a su suerte por el gobierno.
En cambio, el ministro dijo, nada más comenzar su intervención, que “el restablecimiento de la transportación pública en La Habana ha sido el mayor reto, requiriendo mucha atención de la dirección del Ministerio de Transporte, del Consejo de Defensa Provincial y de los órganos del Ministerio del Interior”. Es normal. Incluso en épocas en las que no existen problemas como los provocados por la COVID19 el sector se resiente de las dificultades que arrastra por problemas estructurales de larga data, como la escasa oferta, el excesivo control y la ausencia de un marco flexible y operativo para la prestación de los servicios públicos y privados.
Y entonces, ¿de qué modo se atienden los problemas del sector? Pues el ministro lo tiene claro, “garantizando el cumplimiento de las medidas, por medio de inspectores en las paradas y la creación de un destacamento de jóvenes, con la colaboración de la Unión de Jóvenes Comunistas, comunicándose por un grupo de WhatsApp las deficiencias observadas”.
Vigilancia y delación contra los agentes privados. Fomentar el orden, la disciplina y la obediencia son las recetas que el ministerio aplica al transporte en la capital aplastando lo que denominó “irregularidades”, como llevar la música alta o realizar protestas ante los inspectores por parte de la población. Si alguien se queja del servicio de transporte, se le hace responsable de una irregularidad, que puede acabar en delito. Magnífica gestión de quejas y reclamaciones por parte del gobierno comunista. Increíble que cosas como estas ocurran en pleno siglo XXI..
El ministro repitió en varias ocasiones los problemas del sector, “que en la situación actual precisa de la comprensión de la población y adelantó que se impulsa un proceso de mejoras en las paradas, en el cual ha estado muy activo el Consejo de Defensa”, otro de los organismos especializados en delaciones del régimen. Las largas colas de ciudadanos esperando por los servicios de transporte, atestados de gente a cualquier hora del día, sin guardar las normas de distancia y/o protección, ha sido una imagen reiterada en las redes sociales durante la pandemia.
Dada la gravedad de la situación, abordar actuaciones del ministerio como “el establecimiento de un sistema de refuerzo en las playas, que ha implicado reorganizar todo el flujo de las transportaciones, teniendo en cuenta que son lugares de alta concentración de personas”, en concreto hizo referencia al “ tren que sale hacia las Playas del Este de martes a domingo a las 9 a.m., desde el patio de carga de la Estación Central en La Habana Vieja”, parece en las condiciones actuales, una broma de mal gusto.
Indicó que la situación durante la pandemia fue restrictiva, en línea con el objetivo de confinamiento, y así, solo se ha ofertado el 30% del servicio de viajes interprovinciales, porque el 70% se vincula con la capital. En cuanto al transporte aéreo, señaló la existencia de “dificultades con los aviones”, de ahí la prioridad de su departamento en los trenes y los ómnibus. Dijo que la venta de pasajes se realizará por medio de la aplicación “Viajando”y las Agencias de Venta, y señaló como éxito de su departamento la “gran inversión en la Terminal de Ómnibus Nacionales” que se realiza actualmente, y que incluye remodelación, a fin de abrir espacios para que exista una mayor ventilación y que los pasajeros se sientan mejor.
También destacó que “como parte de la primera fase pronto se pondrán en funcionamiento 23 triciclos eléctricos donados al país, que operarán en las rutas de Centro Habana y Habana Vieja. Asimismo, se publicará una aplicación para que los usuarios de los servicios ruteros de las “gazellas” puedan conocer los precios, los itinerarios e incluso cuál es su recorrido en tiempo real, además de otras funcionalidades que se ultiman”. La cifra de 23 triciclos en una ciudad de más de 2 millones de habitantes, no se acaba de entender.
Llegados a este punto, el ministro explicó la inserción del transporte en la estrategia para el fortalecimiento de la economía aprobada recientemente por el consejo de ministros.
En su criterio,las medidas propuestas tienen como objetivo “aprovechar mejor lo que tenemos”, teniendo en cuenta que “los recursos financieros serán limitados”. Además, las actuaciones del transporte tienen que “favorecer las exportaciones, la sustitución de importaciones, y permitir perfeccionar la gestión, ser más eficientes, de modo que existan incentivos y formas de gestión que se autosustenten”. Todo ello acompañado de las potencialidades “de la ciencia, la informatización y otras alternativas que favorezcan una mayor eficiencia”.
Y hecha la presentación, pasó a detallar las medidas.
Con respecto al transporte de mercancías, anunció “un grupo de documentos rectores que establecen las responsabilidades de todos los actores que participan en la operaciones de puerto-transporte-economía interna, así como potenciar el uso de los sistemas de control y gestión de flotas con GPS”. Es increíble que este tipo de dispositivos no existan o se tengan que potenciar.
En segundo lugar, señaló que la adopción de otras medidas “para reordenar el transporte, porque no siempre los medios de transporte principales están en las manos de las empresas estatales que lo necesitan”, lo que se pudo entender como una recentralización de actividades que se venían prestando por los agentes privados.
En tercero, anunció el incremento “de las transportaciones por cabotaje (gestión de buques pequeños y la fabricación y mantenimiento de otros), las cuales son más eficientes”, una actividad que el gobierno siempre trata de conseguir pero que, pese a la estructura insular de Cuba, no consigue.
En cuarto, y con respecto al transporte de pasajeros, señaló “que se trabajará en el reordenamiento de las rutas, con el objetivo de hacer adecuaciones en los horarios para desplazar la demanda en los horarios picos. También se fomentará el uso de las bicicletas, triciclos y motocicletas eléctricas, previstos para desarrollar la movilidad en los próximos meses”. Iniciativas que rompen la autonomía de la actividad privada, e incrementan el control estatal del sector con las consecuencias conocidas de ello.
En quinto lugar, añadió a la continuidad de lo que llamó “el proceso de perfeccionamiento del sistema ferroviario, para lo cual marcha un grupo de decisiones organizativas en aras de una mayor eficiencia, que incluye una reorganización del transporte azucarero”, como si el problema del ferrocarril en Cuba se resolviera solo con organización, dado el atraso y pésima calidad de unas infraestructuras abandonadas por la falta de inversiones del estado.
Pasó casi desapercibido el anuncio de la nueva unidad de ferrocarril “para prestar servicios a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, en tanto se seguirá desarrollando las transportaciones de pasajeros y las de cargas, con el servicio expreso que ha estado detenido y que próximamente debe reiniciarse con una mejor organización”. Concluyó respecto del ferrocarril señalando que “se trabajará en la transformación del sistema de atención a las vías férreas, en su mantenimiento que se ha dilatado por las limitaciones actuales”.
Finalmente, y como parte de un conjunto de medidas adicionales del sector, señaló que “se trabaja en la perfección de los procedimientos para la comercialización de motores de combustión interna en el país”, es de suponer que se incluyan en las tiendas en MLC. En este mismo sentido, señaló la necesidad de “encontrar incentivos para aumentar la producción de piezas de repuesto tanto por el sector estatal como por el no estatal”, sin indicar cuáles.
En línea con la captación de MLC en todos los sectores de la economía, informó que se trabaja en la “promoción de algunas entidades que prestan hoy servicios para el sector estatal y empresas extranjeras para puedan hacerlo en MLC”.

Con respecto a la atención en los talleres estatales por las formas de gestión no estatal, quizás una de las pocas referencias al sector privado, señaló que “se valorará qué talleres estatales podrán pasar a una forma de gestión no estatal (en este caso ya existe experiencia en La Habana)”. Poco o nada más del asunto. También dijo que “se continuará promoviendo las cooperativas y se arrendarán medios de transporte por entidades estatales para determinadas formas productivas”, pero sin precisar cuántas ni cómo.
Tuvo tiempo también para un mensaje de coqueteo hacia uno de los poderes de la nación, y con ello planteó un aumento del apoyo de su ministerio a la Unión de Industrias Militares con el objetivo de “incrementar el entrenamiento de tripulantes, choferes y maquinistas en el uso de las nuevas tecnologías”.
Finalmente, señaló el impulso del comercio electrónico en el sector transportes, promoviendo que los transportistas privados que realizan servicios de viajes interprovinciales se integren en la aplicación “Viajando”, e incorporar la venta de billetes aéreos al comercio electrónico.
A modo de resumen, afirmó que ya se han restablecido las transportaciones masivas, tanto por trenes como por ómnibus, y comenzó la comercialización de pasajes interprovinciales por la aplicación Viajando. Pese a que se trata de una aplicación joven, ya se han comercializado 26.000 capacidades para viajar por ómnibus. Señaló que ya se encuentran listos los aeropuertos de Cayo Coco, Cayo Largo del Sur y Villa Clara para cuando comiencen a venir los vuelos internacionales que están autorizados y que todos los servicios prosiguen las medidas sanitarias establecidas, como el uso obligatorio del nasobuco, la desinfección de los medios de transporte y la limitación en las terminales.
Además, añadió que “se han asegurado todas las transportaciones de cargas previstas por el país, así como avanza el proceso de reincorporación de los trabajadores por cuenta propia a la prestación de servicios, que trae aparejado un cambio en la tarjeta de combustible por una más moderna”. Igualmente, señaló que más del 70% de los transportistas sustituyeron sus tarjetas, que permitirá utilizar incluso la aplicación Transfermóvil para realizar determinadas peraciones, sin tener que acudir a las oficinas. El resto de los trabajadores del sector, que suman más de 70.000 (entre ellos mecánicos y chapisteros) hacen su trabajo sin problemas.
No cabe duda que la  desescalada en el sector del transporte es fundamental para la economía nacional. Hay mucho en juego, sobre todo, de intereses estatales y privados. El restablecimiento gradual de los servicios de acuerdo con las normas emitidas por Salud Pública para cada una de las fases, sigue un orden que trata de evitar la aparición de nuevos brotes, un esquema avalado por la OMS.
El balance que cabe realizar no está exento de contradicciones. Y así, desde el 24 de marzo cuando se suspendieron las operaciones aéreas regulares el ministro dijo que se han realizado más de 300 “vuelos humanitarios”, por diferentes razones y han viajado al exterior más de 30.000 pasajeros, entre extranjeros y cubanos, y han ingresado más de 7.000.
El ministro indicó que ya están en funcionamiento los trenes locales y algunos interprovinciales que conectan más de una provincia. Respecto a los trenes chinos el ministro explicó que todavía no dan servicio “pues todos sus itinerarios nacionales tienen su origen en La Habana, que se mantiene en la primera fase, además porque el montaje de las operaciones entre provincias, que no incluyen La Habana, al igual es muy complicado, sobre todo porque la base de los trenes está en la capital”. Ahí están los nuevos trenes chinos sin servicio.

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