Buen plan para la EASI, ¿por qué no para todas las empresas de la economía?
Elías Amor Bravo, economista
En
numerosas ocasiones, en este blog hemos sugerido al gobierno cubano
que una economía realmente no funciona a base de resoluciones
administrativas publicadas en un diario oficial. Por el contrario,
los agentes económicos colaboran entre si, hacen crecer sus
plantillas, generan riqueza y prosperidad cuanto más lejos se
encuentra la intervención del estado. En Cuba, al parecer, no
quieren creer en esta máxima y ahora nos volvemos a encontrar con un
ejemplo que merece una reflexión.
Granma
da cuenta de seis resoluciones relacionadas con la Empresa Estatal de
Aplicaciones y Servicios Informáticos, EASI publicadas en la gaceta
oficial No. 42, que definen y regulan un nuevo modelo de gestión
para ser aplicado por las 22 entidades de esta naturaleza existentes
en el país. La cuestión es que el modelo es tan interesante, y realmente puede dar buenos resultados, que no se puede entender cómo no se aplica a todas las empresas de la economía.
También,
según el periódico comunista, las
normativas persiguen como objetivos:
- Incentivar que la empresa estatal de aplicaciones y servicios informáticos exporte, sustituya importaciones y se inserte en encadenamientos productivos con posibilidad de inversión extranjera y que con sus resultados pueda capitalizarse tecnológicamente.
- Flexibilizar la gestión económico-financiera de estas empresas, permitiendo con mayor autonomía la distribución de utilidades como salario y contribuir a la retención de la fuerza laboral.
- Estimular la actividad de Investigación-Desarrollo e Innovación (i+d+i), la cooperación entre estas empresas, con universidades y centros de investigación; aumentando el desarrollo de aplicaciones y servicios informáticos de producción nacional.
¿Alguien se imagina estas medidas aplicadas al sector agropecuario? ¿e incluso a la educación o sanidad? Se trata de medidas que aspiran a ser respetuosas con los principios de “impulso
a la informatización de la sociedad cubana, así como a la autonomía
de la empresa estatal socialista, que están definidos por los
Lineamientos para el periodo 2016- 2021”. ¿Por qué no se impulsan de una vez todos los sectores de la economía? Como se puede observar,
todo dentro de la norma y el marco de intervención del
estado/partido único sobre la economía cubana. La pregunta que
surge de inmediato, ¿podrá dar resultado si se aplica a todos los sectores?
El
contenido de las resoluciones crea
un traje a medida
para las empresas de
EASI que se dedican a la
informatización y digitalización, cubriendo
aspectos como la
articulación de
un nuevo modelo de gestión, del
sistema salarial, facilidades en el tratamiento tributario, y la
cualificación
de los trabajadores. Un modelo que las separa del resto de las empresas de la economía, con notables privilegios.
Las
normas publicadas proceden de una colaboración entre el
Mincom y los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, Finanzas y
Precios, Educación Superior y de Cultura. La
pregunta inmediata es ¿consultaron acaso a los agentes económicos,
estatales y no estatales, que están al frente de las empresas? ¿han
tenido en cuenta sus prioridades
y necesidades?
Veamos
con detalle algunos aspectos. En materia de cualificaciones
profesionales y retribuciones salariales, la norma en vez de aclarar
el escenario, lo complica de forma innecesaria. Es evidente que
en este sector la cualificación, aun escasa, debe ir acompañada de
retribuciones atractivas. Las familias y el mercado son mucho más
eficientes que el estado para resolver esta problemática.
Aquí,
entran en un lío al mezclar las formas y sistemas de pago a los
trabajadores con los roles y categorías de trabajo, el
establecimiento de valores mínimos y máximos de salarios, según
esos elementos y el resultado del trabajo en el mes. De modo que un
director general, puede cobrar un sueldo dentro de un abanico que se
encuentra entre el salario mínimo hasta un total de 8.500 pesos,
incluyendo los pagos adicionales legalmente establecidos. Además, en
la categoría de roles establecida por el Ministerio de
Comunicaciones, se diseñan varios generales, al igual que las
categorías profesionales y su enlace con la ocupacional. ¿Se
entiende algo?
Las
normas igualmente entran a regular las actividades internas de los
participantes en las empresas y
ordenan
el proceso de aplicación del
nuevo modelo,
buscando
una homogeneidad que es antinatural, ya que no todas las empresas son
iguales y por tanto, sus necesidades difieren. La norma
regula el
interior de las empresas, “según
el diseño homólogo de la industria mundial de software”, de
modo que las empresas puedan identificar
mejor su estructura y
“corregir
desviaciones, como la ocupación de rangos superiores por personal no
cualificado,
o especializado en otra área, una práctica que vino a contrarrestar
la necesidad de recursos humanos”. También
se espera con esta normativa incidir “en el sistema
salarial y la definición de los roles y categorías, así como las
evaluaciones al personal” y
fomentar la colaboración con las universidades, estudiantes y
profesores.
En
fin, si se analiza con detalle las
nuevas normas de
la gaceta castrista parece
que buscan
reforzar la EASI, dotándola de un marco de gestión mejor del que tiene el conglomerado del turismo y otros sectores abiertos de la economía.
¿Lograrán captar inversión extranjera? ¿Tal
vez exportar? Las
ventajas que se les otorgan en
las resoluciones parece
que van en esa dirección. Veamos.
Por
lo pronto, el tipo impositivo
se
rebaja a un
17,5% para impuesto sobre utilidades, frente
al
35% actual. Además,
están
exentas del pago del impuesto aduanero por la importación de
equipamiento, tecnologías y herramientas informáticas. Y,
en su momento, serán eximidas
del pago del impuesto sobre venta durante los tres primeros años,
luego de iniciada la aplicación del referido modelo.
Desde
el punto de vista financiero, pueden
retener hasta un 70% de las utilidades, después del pago de
impuestos, en los primeros cinco años, tras aplicar el modelo. Una ventaja sobre la
situación
actual, que solo permite
retener un 50%. Igualmente,
pueden
distribuir utilidades, después del pago de impuestos, sin límite en
la cantidad de salarios medios de lo percibido en el año que se
liquida, cumpliendo con el procedimiento establecido. Finalmente,
se conceden subsidios para
las exportaciones de servicios, aplicando lo establecido por el
Ministerio de Finanzas y Precios para que la tasa de cambio actual no
frene la exportación
de estas empresas.
En
cuanto a los precios, se permite a
las empresas formar los precios y tarifas de sus productos y
servicios, por acuerdo de las partes y evitando el incremento de
precios, en aras a
proteger el mercado interno, y
queda
prohibido aumentar el precio de los productos y servicios a las
unidades presupuestadas.
Alguien en el sector informático y digital va a ser muy beneficiado con estas medidas, sin duda. El régimen tiene la clave para lograr la prosperidad económica de las empresas. La pregunta es,
¿por qué no se aplican a todas las empresas y sectores de la
economía?
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