Preparándose para lo peor.

Elias Amor Bravo economista

La situación no es buena. Varias informaciones publicadas en la prensa oficial castrista causan alarma y preocupación.

De un lado, la cercanía del huracán Elsa, de efectos devastadores en la vecina Barbados, ha obligado a las autoridades a disponer la Fase Informativa en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey y Ciego de Ávila y de ese modo hacer frente al peligro que significa la proximidad del meteoro cuya fuerza destructiva empieza a ser alarmante.

Elsa llega en el peor momento, con una situación sanitaria alarmante en la que las cifras de víctimas del COVID-19 se ha disparado, la economía se encuentra colapsada por  la falta de oferta y la aplicación de las medidas de la Tarea Ordenamiento, combinadas con la escasez de divisas derivada de la crisis económica mundial, sobre todo del turismo.

Los llamados de Díaz Canel a la población, a actuar con responsabilidad llegan tarde. Es muy probable que los dirigentes comunistas sean conocedores que los planes de los territorios contra desastres y el necesario cuidado extremo por la epidemia, no van a conseguir que el impacto combinado de las amenazas no cause más estragos en la población.

En situaciones extremas, como la que está por venir, es cuando el pueblo reacciona de forma libre contra sus gobernantes. Este puede ser el momento. Las autoridades lo saben, y al mismo tiempo, están adoptando otras medidas que buscan mantener bajo control a cualquier levantamiento espontáneo de las masas. Las medidas buscan mejorar los salarios reales durante el tiempo de confinamiento y reducir a mínimos los niveles de movilidad de la población. Más o menos lo que deberían haber hecho hace un año.

En materia de salarios reales, un buen ejemplo han sido las nuevas garantías laborales que se van a aplicar a los trabajadores a los que se decrete su aislamiento preventivo, con una garantía salarial equivalente al 50% del salario promedio de los 12 meses inmediatos anteriores al ingreso en dichos centros. Cierto, no es mucho, pero es mejor que nada.

Con respecto a los trabajadores declarados interruptos por las medidas adoptadas por la autoridad competente para el enfrentamiento a la COVID-19, así como la madre, el padre o familiar que, en su condición de trabajador, esté encargado del cuidado del menor al que se le suspenda la escuela en la educación primaria o especial, y no pueda asistir al trabajo, se le pagará el primer mes, el 100% del salario básico, y a partir del segundo mes, el 60%.

Además, en caso de que el 60% del salario sea inferior a 1.528 pesos, que es el costo definido para la adquisición de la canasta de bienes y servicios de referencia, se pagará este monto al trabajador, aunque represente un porciento superior al 60%.

El mismo tratamiento se aplicará a las madres, padres o familiares que, en su condición de trabajadores, adopten la decisión de no utilizar el servicio del círculo infantil o del asistente para la atención educativa y de cuidado de niños, así como las madres que, al vencimiento de la prestación social por maternidad, decidan no acogerse a la licencia complementaria por maternidad no retribuida o renuncien a ella durante su disfrute, por resultar imposible su incorporación y no tener otro familiar que pueda cuidar de su hijo.

También se ha acordado mantener la protección mediante el subsidio por enfermedad de origen común a los trabajadores que se enferman con la COVID-19.

Además, las autoridades han decidido prorrogar, mientras se mantenga la situación epidemiológica, el permiso de trabajo concedido a los extranjeros para trabajar en Cuba y se suspenden los trámites para nuevas solicitudes, en tanto se indica que los permisos de trabajo que se encuentran en tramitación continúan gestionándose hasta su conclusión. Por último, el gobierno ha decidido la suspensión de los trámites de las pensiones por edad e invalidez total de la seguridad social, y las reclamaciones por inconformidades con lo resuelto en primera instancia por el director provincial; se mantienen solo los trámites de pensión por muerte.

De todas las medidas anunciadas, llama la atención la referida a los emprendedores privados, los trabajadores por cuenta propia. Al respecto, el gobierno ha decidido suspender el otorgamiento de nuevas autorizaciones para el ejercicio del trabajo por cuenta propia,

Esta decisión relativa al trabajo por cuenta propia, no deja de ser controvertida cuando hace apenas unas semanas se anunció una liberalización de las autorizaciones para el trabajo por cuenta propia. La situación de crisis ha sido aprovechada por el régimen para volver a parar y mantener la actividad privada bajo control. Malas expectativas para quienes deseaban establecerse como emprendedores privados. Esto es lo que cree el régimen comunista en la libertad económica. Nada.

Y además, con la situación de la pandemia, las autoridades han decidido que se suspenda la atención presencial en las oficinas de la ONAT, dando entrada a los trámites y servicios online para de ese modo, avanzar en la restricción de movilidad de la población. De hecho, este cambio en los modelos de atención no supone que se eliminen los pagos de las obligaciones tributarias que se tendrán que hacer en los canales digitales, fijando una bonificación fiscal de un 3% sobre el importe a pagar por las personas naturales.

La decisión de aplazar hasta el 31 de agosto, las obligaciones de pago del mes de junio de las personas naturales, que correspondería pagar en el mes de julio entra en este conjunto de medidas fiscales. Menos recaudación e ingresos, provocarán un nuevo aumento del déficit, cuya magnitud es desconocida a estas alturas de año.

Asimismo, se ha informado que Seguros Nacionales e Internacionales de Cuba ofrecerán durante julio un “plazo de gracia” para evitar, una vez más, que las personas aseguradas tengan que acudir de forma presencial a las oficinas, y durante este periodo, de tal modo que solo se realizarán cobros y pagos electrónicos y transferencias bancarias. De ese modo, de manera automática se concede un plazo de gracia en todo el territorio nacional, durante el cual no será necesario abonar las primas de seguros debidas en sus fechas de vencimiento, manteniéndose vigentes todos los contratos o pólizas suscritas.

El régimen ha decidido, una vez más, suspender temporalmente los servicios de atención y trámites presenciales con la población, con excepción de los servicios de seguros de viajes y gastos médicos para extranjeros, bajo estrictas medidas higiénico-sanitarias.

Se establece que en los casos de daños ocurridos durante esta fase, serán cubiertos e indemnizados según lo previsto en cada póliza, debiendo presentar los asegurados los documentos probatorios una vez finalizada la interrupción de los trámites por la medida de reducción al mínimo de la movilidad. De igual modo, las primas de seguros vencidas serán abonadas, presencialmente, por los asegurados, de común acuerdo con los agentes de seguros o especialistas de las oficinas, cuando las circunstancias así lo permitan, y vencido el mencionado plazo, se valorará su extensión en caso de requerirse.

Medidas de salarios reales y de inmovilización de la población, pero sobre todo de freno a la actividad privada, convierten este cóctel en algo explosivo cuyas consecuencias son difíciles de prever, pero no serán buenas. La reacción ha sido tardía en todo caso, y Cuba ha perdido un tiempo para ponerse al día. Veremos en qué acaba todo.

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