El turismo en Cuba 2022: en sus horas más bajas
Elías Amor Bravo economista
El análisis del sector turismo en 2022 se puede realizar a
partir de los datos de la publicación “Turismo. Indicadores Seleccionados” de
la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), que acaba de ver la
luz.
En la misma se presentan datos de ingresos, pernoctaciones,
la tasa de ocupación, entre otros indicadores de las entidades empresariales
atendidas por el MINTUR, Gaviota y Palco, que tienen actividad económica de:
alojamiento, comercio minorista, gastronomía, transporte, recreación y otros
ingresos.
Precisamente, cuando se realiza el análisis con respecto al
año anterior, se contemplan unos crecimientos significativos de la actividad
turística, ya que 2021 fue un año muy malo para el turismo por los rebrotes del
COVID-19 que continuaron afectando al turismo internacional.
Por ello, y con el objetivo de realizar un análisis adecuado
de las tendencias del sector en 2022 conviene utilizar como referencia lo
ocurrido en 2019, que fue el último año “normal” antes de la pandemia. Los
datos de turismo internacional se muestran en el Cuadro siguiente.
|
2019 |
2022 |
variación % |
Turistas |
4.263.115 |
1.614.087 |
-62,1 |
Pernoctaciones |
27.237.590 |
8.441.755 |
-69,0 |
Ingresos (millones dólares) |
2.645 |
800 |
-69,8 |
Ingresos por turista |
620 |
495 |
-20,2 |
Tasa de ocupación |
48,2% |
15,6% |
-67,6 |
La entrada de turistas internacionales se situó en 62,1% menos que el dato de 2019, pero el indicador de pernoctaciones que combina el número de turistas y de días, se redujo más aún, un 69%.
Un porcentaje inferior al que experimenta la tasa de
ocupación, que del 48,2% en 2019 bajó al 15,6% en 2022, un desplome del 67,6%,
lo que ofrece una idea del impacto directo que ello tendrá sobre los niveles de
rentabilidad de la gestión hotelera.
Los ingresos del turismo (aplicado el tipo de cambio oficial
del régimen a la conversión) no superaron los 800 millones de dólares, un 69,8%
menos que en 2019, y el ingreso por turista se situó en 495 dólares, un 20,2%
menos que en dicho año. Se insiste que estas magnitudes monetarias podrían ser
incluso inferiores si se aplica el tipo de cambio alternativo de 1x120 o el que
rige en el mercado informal.
Se destaca que si la comparación de datos se realizara con
respecto a 2021, como hacen en la publicación de la ONEI, el panorama cambia, porque
2021 fue un año muy negativo, en el que solo llegaron a Cuba 356.470 turistas,
y los ingresos no superaron los 365 millones de dólares.
Un año para olvidar en que, mientras el turismo en Cuba
se atrasaba, en otros países competidores del Caribe recuperaba los niveles de
antes de 2020. En tales condiciones, la recuperación de 2022 es insuficiente, y
hay motivos para pensar que las distancias que se tienen que recorrer para regresar
a un escenario de normalidad, son todavía muy importantes, y lo que es peor, no
parece que en este año 2023 se consiga cerrar la brecha.
Por citar algún ejemplo que oriente sobre las dificultades
del sector para remontar los datos, conviene tener en cuenta que Canadá, el
principal mercado de turistas para la Isla, apenas aportó 532.487 turistas en
2022, una cifra que, ni de lejos, se acerca a la de 2019 cuando llegaron a la
Isla procedentes de este país, 1.120.077 viajeros. El turismo de canadienses se sitúa un
52,2% por debajo de la cifra de 2019.
Ciertamente, los responsables del turismo en Cuba deben estar muy preocupados con cifras como estas. Que tan solo el 9% de los canadienses que vinieron en 2019 lo hicieran en 2022 es, cuanto menos, alarmante. Hay mucho que hacer. Pero es igual, otros mercados geográficos ofrecen signos similares del desplome y de las distancias que habrá que superar.
Por ejemplo, el segundo mercado en origen,
la Comunidad cubana en el exterior, descendió de 623.972 turistas en 2019 a los
333.191 de 2022. Los rusos con sus dificultades de traslado, de 177.977 a 54.383
de 2022. Y así, sucesivamente. Los descensos son significativos y ningún
mercado ofrece síntomas de recuperación. En 2023 no se alcanzarán los niveles
perdidos antes de 2020 y ello tendrá repercusiones muy negativas sobre el
conjunto de la actividad económica de la Isla.
No pierdan de vista que el extrano afan de la dictadura cubana de fabricar mas y mas hoteles sin respaldo de turistas es el echo de que poco a poco iran informado que el estado no puede hacerse cargo de un sector a todas vistas quebrado y comenzaran a "vender o arrendar" a precio de cochino enfermo dichos hoteles y un buen dia despertaremos viendo que sus duenos son la camarilla en el poder y familiares
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