Los enemigos del capitalismo se divierten en el festival de los habanos

Elías Amor Bravo economista

¡Que no pare la fiesta! Ya veremos luego cómo se paga todo.

Parece mentira. Quienes han cimentado un sistema político e ideológico en contra de la empresa libre, el mercado, la rentabilidad y obtención de beneficios, no escatiman en gastos en cuanto tienen la oportunidad de compartir con sus odiados capitalistas. Esta vez ha sido descarado.

El festival del habano ha dado numerosos ejemplos de esa doble moral del castrismo cubano. A cien metros escasos de distancia de los lujosos hoteles donde se celebraban los actos del festival como subastas, premios, cenas de gala, conciertos, etc., el pueblo cubano sufría en sus carnes las colas de miseria, apagones, calles con derrumbes, basura sin recoger y otros. Una metáfora del sistema comunista más reaccionario del mundo que sobrevive 64 años. Increíble.

El festival no solo ha confirmado que el embargo/bloqueo no existe cuando Cuba posee un producto competitivo y de demanda global, sino que los derroches y el alarde del capitalismo más extremista, han pasado como un huracán de destrucción creadora por el festival organizado por los comunistas, que se lo han pasado en grande con sus amigos capitalistas.

Asombrosamente, la prensa estatal ha dado una noticia que ofrece una buena idea de cuál es la dimensión del estipendio. Una subasta de humidores, cajas para guardar puros, del festival recaudó la cifra récord de 11.220.000 euros que, según informan, se destinarán al sistema cubano de Salud Pública. Habría que preguntar a la Contralora general sobre si eso es cierto y se acaba produciendo realmente. Es mucho dinero, desde luego.

Díaz Canel asistió a la subasta, no se sabe bien en qué forma y términos, pero allí en Pabexpo se constató que el cierre del festival ha sido tan o más espectacular que la inauguración. Los dirigentes comunistas querían divertirse después de dos años. Cinco días en los que el régimen no ha escatimado en gastos para satisfacer a los amantes internacionales de los apreciados tabacos, pero la cola del aceite para los cubanos sigue igual de larga y los apagones se mantienen como alumbrones. Dicho de otro modo, nada cambia las condiciones de vida lamentables de la población por un festival como éste.

La subasta es una metáfora de hasta dónde ha llegado el régimen ideado por Fidel Castro 64 años después. Según detalla la prensa estatal, participaron numerosos apostadores que en una cifra estimada de mil asistentes, fueron testigos de las pujas en euros por seis lotes de las vitolas más exquisitas de las marcas Upmann, Hoyo de Monterrey, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás y Cohiba. Tremendo, ni en los tiempos del gran Onassis se han visto cosas así.

Hubo también premios a los mejores stands de la feria comercial organizada durante el festival del habano en una ceremonia en el palacio de las convenciones. Los premios y las menciones a los estands, desde luego a cuenta de los presupuestos estatales cubanos, se dividieron en cuatro categorías: más visitado, diseño libre, diseño modular y comunicación integral. Además, se entregó un reconocimiento a la novedad del producto al estand Ron Legendario. Reserva Especial. Había que premiar a mucha gente para que todo el mundo se fuera contento sin reparar en gastos.

Comercial Iberoamericana SA obtuvo los premios al estand más visitado, el de diseño libre y el de comunicación integral. Fueron entregadas las menciones de diseño libre a Guayaberas Cohiba Atmosphere y Brascuba SA. El premio de diseño modular fue concedido a La Estancia SA, mientras que Havana Club International SA recibió la mención de comunicación integral.

Además, los Gatos de Grecia, el equipo integrado por Antonis Pasparakis y Efthimios Karachristianidis, vencieron a Sanel Haddad y Hassan Tameemi, los Falcons de Kuwait, en la final de la cuarta edición del Habanos World Challenge, disputada en el palacio de las convenciones y que también corrió a cuenta de las arcas estatales cubanas (porque Habanos es lo mismo, que nadie lo dude, a la hora de pagar).

Y después, llegó la cena de gala con actuación musical incluida (más gastos a cuenta del estado) con la presencia del primer ministro Marrero, bien conocido por sus facultades culinarias, y en ella se homenajeó a la marca Partagás, que presentó su nueva Línea Maestra conformada por tres vitolas: Origen, Rito y Maestro.

El mejor homenaje que podría hacer el régimen comunista a Partagás sería retornar la empresa a sus legítimos herederos, y compensarlos por la confiscación realizada a comienzos de los años 60. Pero nadie habló de eso, ni siquiera unos empresarios catalanes que asistían al evento, y que ignoraban que Jaume Partagás era un coterráneo de ellos. Son muchos los años que han pasado y ello va a favor del régimen comunista, por eso tenemos que aprovechar estas ocasiones para recordar y trasmitir la verdad para que las generaciones venideras conozcan las magnitudes del horror.

Con el final del festival, el consorcio económico mercantil del régimen ha dado la orden de comenzar la venta de los cigarros habanos a nivel mundial. Habanos S.A., eufórico por el éxito del producto el pasado año, quiere subir las ventas, y aun cuando la producción ha sido inferior a la esperada porque los guajiros prefieren cultivar frijoles ya que cobran más que por la hoja de tabaco, en Habanos se confía en aumentar los precios de un producto de lujo que cada vez tiene como usuarios al perfil de esas grandes fortunas del mundo a las que el régimen castrista considera sus enemigos. Así es la vida.

Además de los premios, subastas y cenas de gala con actuaciones musicales en directo, el festival del habano acogió presentaciones de nuevos tabacos, el Seminario Internacional, visitas a plantaciones tabacaleras, recorridos por las fábricas Partagás y La Corona, y la tradicional feria comercial. Todo ello financiado, en parte por los asistentes, pero con la colaboración segura y necesaria del régimen. Presupuesto de marketing de altas dimensiones. Conocer a cuanto ha llegado esa cooperación necesaria del régimen con cargo a las vacías arcas del estado comunista, sería conveniente por responsabilidad y transparencia. Nadie se cree que este tipo de fiestas salen gratis.