En unos meses no habrá papa

Elías Amor Bravo economista

Hace unos días, un amigo cubano me dio la idea de esta entrada del blog, cuando me dijo, recordando lo que había sido su vida en Cuba hasta entonces,

“Ustedes, en España, nunca saben cuánto se produce de papa, ni cuánto se destina a consumo, ni a semilla, ni cuánta en los almacenes, pero luego en la realidad, nunca falta la papa en los supermercados. En Cuba, por el contrario, nos aburren con toda la información detallada de la papa sembrada, cosechada, guardada, pero luego, a la hora de la verdad, no hay papa para comer en ningún sitio, y últimamente, además, se tiene que pagar a precio de oro”.

Este comentario quedó grabado en mi memoria, y ha despertado cuando leí una noticia publicada en Granma con el título, “En los frigoríficos del país ya conservan la papa de la campaña 2022-2023”.

Según este opúsculo, el Ministerio de la Agricultura informó (mi amigo tenía razón) que en la presente campaña se prevé cosechar 102.369 toneladas de papas, de las cuales 98.143 toneladas se destinarán a la comercialización, y el resto a semilla para las próximas siembras y el consumo de algunas unidades productoras.  

Granma anunció exultante que la Empresa Nacional de Frigoríficos (otro monopolio estatal comunista) almacenaría 33.586 toneladas de papa durante la presente campaña, 10.000 toneladas más que en la anterior, en 17 establecimientos destinados a conservar en frío el tubérculo, una vez iniciada la campaña el pasado mes de febrero. El frigorífico de Alquízar, el más grande del país, que cuenta con 17 cámaras, recibirá la mayor cantidad de papa, 12.580 toneladas, durante la presente campaña. No pude evitar acordarme de mi buen amigo, y seguí leyendo.

Entonces me pregunté ¿Por qué luego no hay papa en los comercios? ¿Llegará la papa a los consumidores finales en los próximos meses? Esto no lo sabe el régimen. Eso, si, la información que ofrecen es abrumadora, aburrida e intrascendente. Por ejemplo, dicen que los medios de los establecimientos, como las básculas, están garantizadas y calibradas para dar cumplimiento a la cláusula del contrato con los proveedores que establece el pesaje al recibir y despachar el producto, y entonces llega una duda ¿Es que no lo hacen habitualmente? ¿Es que acaso las básculas se desajustan solas?

También la nota sigue ofreciendo más y más informaciones: que si las cámaras fueron higienizadas, aplicándoles formol, por lo que se encuentran en óptimas condiciones para lograr que la papa que se almacene en los frigoríficos, conservando la calidad requerida. Que al parecer, la papa de consumo se debe almacenar entre 4 y 6 grados Celsius (°c) y la semilla entre 0 y 2 °. Hasta informaron que la papa de la actual “contienda” procede de las empresas de Acopio, de Conservas, de Frutas Selectas, de los ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, así como la reserva operacional del Estado. 

La nota de Granma continuó, ofreciendo, incluso, datos de rendimiento promedio que se esperan, de 20,07 toneladas por hectárea, e indicó que, a pesar de que la cosecha obtenida de las semillas multiplicadas en el país (10 % del área total) siempre alcanza menor potencial productivo (unas 17 t/ha), cuando lleguen las semillas importadas pueden alcanzar las 22,5 t/ha. Y finalmente, se informó que la Gaceta Oficial Ordinaria No. 9, mediante la Resolución 5/2023 del Minag, informó sobre el aumento del precio minorista único para la venta regulada de este producto agrícola, fijado en 11 pesos la libra.

Abrumadora la información publicada. Un trabajo burocrático asfixiante y agotador. Dicho todo lo anterior, que me recordó a mi amigo, la pregunta fue inmediata, ¿llegará la papa a la bolsa de los consumidores finales en cantidad suficiente? ¿habrá papa en los comercios en septiembre o noviembre? No hay respuesta. Es imposible saber. 

Sin embargo, en España, los consumidores no reciben tanta información de la papa, pero siempre se encuentra este producto en los supermercados. No falla, y además, a precios relativamente buenos. La gente sabe que nunca falta la papa ingrediente esencial de la famosa tortilla española. Por el contrario, en Cuba, hay datos e informaciones para todos los gustos, pero luego, casi seguro, escaseará la papa en los comercios. 

La información publicada en Granma refiere otra anécdota que no deja de ser curiosa, y que ocurrió en la inauguración del Frigorífico Habana IV, de Alquízar, el 1 de abril de 1991. Justo el que va a almacenar más cantidad del apetitoso tubérculo. Fue entonces que Fidel Castro dijo con énfasis premonitorio, lo que muchos cubanos saben que acabó ocurriendo al final. Habló ante los congregados en aquel acto, de la importancia de construir un establecimiento de este tipo, como si fuera suyo, y dijo: “no hacemos nada con que cada uno se lleve un saco de papa para la casa en marzo y abril, y después no haya papa en junio, en julio, en agosto, en septiembre, de ahí la importancia de esta obra que estamos inaugurando”. Las palabras se las llevó el viento, como casi todo lo que dijo Castro.

En la economía de mercado, el "milagro" de que haya todos los días en el comercio papa en cantidad, calidad y a precios aceptables, se materializa y los consumidores no tienen que hacer largas colas ni sufrir o agobiarse por nada. No hay ninguna "mano invisible" que dirija la economía, sino el comportamiento de las personas orientado por el móvil del beneficio, el interés y la satisfacción de necesidades. Un comportamiento proscrito en el régimen comunista cubano, pero que, cuando actúa en libertad, conduce a un resultado óptimo, sin necesidad de ofrecer datos aburridos, burócratas que planifiquen, ni iluminados dando discursos hablando por hablar. La diferencia con Cuba es esa. Algo no funciona en la Isla. Pronto no habrá papa que comer ¿Dónde estará la cosecha de los frigoríficos?

Entonces pensé que a lo mejor el problema es el frío, y su organización comunista en el país. No se pierdan la próxima entrada de este blog. Va sobre ello.