Los diputados cubanos sacan la "tarjeta roja" al ministro de agricultura
Elías Amor Bravo economista
En estos días de agosto en que la prensa comunista multiplica de forma exponencial los artículos que glosan la figura de Fidel Castro, cobra mucho más interés, si cabe, una noticia que casi pasa desapercibida, con el siguiente título “Parlamento cubano exige transformar y fortalecer la producción de alimentos”.
Si. Han leído bien, además este blog no suele prestar atención a las noticias fake. Que en medio de tanta referencia a Fidel Castro, desde la Asamblea nacional se pida que se haga algo para que haya comida en Cuba, ofrece una idea de la gravedad del problema, frente al que, el poder legislativo, no ha querido permanecer callado.
Al parecer todo tiene su origen en el ejercicio de la más alta fiscalización al Ministerio de la Agricultura por parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Un ejercicio de rendición de cuentas que normalmente suele pasar desapercibido. Realmente en años anteriores no se recuerda nada de este calibre, pero en 2023 la situación es distinta, y al parecer cada cual está tomando posiciones para no quedar desdibujado en la fotografía final.
La Asamblea ha dicho textualmente, por boca de Esteban Lazo, que ya no se calla ni se queda al margen de lo que está pasando que este ejercicio "se realiza en nombre del pueblo por el órgano supremo del poder del Estado". Así que los diputados de la Asamblea han dicho al Ministerio de la Agricultura que “se pongan las pilas” y que de una vez por todas, “contribuya a transformar y fortalecer la producción agropecuaria en el país, mediante un movimiento político y participativo que permita desatar una revolución productiva en el sector”. Realmente se podrían haber ahorrado lo segundo, que es lo mismo que decir nada.
Los cubanos están hartos de tanto movimiento político, lo detestan y en cambio, quieren soluciones, que solo pueden venir de la transformación de la producción agropecuaria. Y Lazo que vivió antes de 1959 y conoció aquella Cuba exportadora y rica, sabe de qué está hablando.
De modo que estamos ante un hecho relevante porque la Asamblea ha notificado al Ministro de la Agricultura, Ydael Pérez que haga algo productivo y eficiente y que se deje de majaderías como las 63 medidas del sector agropecuario que de nada han servido. Los diputados de forma unísona han ejercido sus competencias de control y si bien se han quedado a medio camino, porque no ha existido en ningún momento exigencia de responsabilidades, han abierto un camino que, a la cúpula del régimen, Díaz Canel y Marrero, no le ha debido agradar.
Hay quien piensa que los diputados no habrían actuado de este modo sin consentimiento de la máxima jerarquía. Puede haber de todo, el caso es que se han hecho notar, y han puesto encima de la mesa el principal problema del país que es la comida, un asunto que va a continuar durante este período de sesiones hasta el mes de diciembre de 2023.
La declaración de los diputados insiste en cuestiones como la urgente necesidad de incrementar la producción de alimentos en función de la satisfacción de las necesidades de la población y del desarrollo de la economía nacional, a través de la experiencia de los más avezados, de la generalización de las buenas prácticas, del empleo de la ciencia y la innovación, del completamiento de los cuadros y la consolidación de su preparación, del intercambio sistemático con los productores, del uso efectivo y tenencia de la tierra; entre otras acciones.
Propuestas que, lamentablemente, dejan de lado el motor de las reformas, que no es otro que el marco jurídico de derechos de propiedad, pero es evidente que la ideología tiene más peso que las decisiones económicas eficientes en la economía cubana. Y esto se pudo comprobar al leer en el comunicado que una de las propuestas consiste en justo lo contrario que se tiene que hacer, es decir, “fortalecer los procesos de planificación y de contratación”. Es difícil que asuman el error grave de basar la economía en un modelo que ya no existe en el mundo, y lo peor es que defiendan las “ideas de Fidel sobre la agricultura cubana”, precisamente la acumulación más absurda de experiencias que han provocado el caos actual. En esto no ha estado acertado el comunicado de los diputados.
Quizás este tipo de conclusiones puedan llevar igualmente a pensar en la inutilidad de este trabajo parlamentario. No lo crean así. Es bueno que ese parlamento que siempre ha estado en silencio, vaya hablando y quejándose de las cosas que le afectan al pueblo. Aunque luego lo travistan todo de mensajería comunista, pero los parlamentos están para realizar una fiscalización y control de la actividad ejecutiva, y esta labor en el castrismo ha dejado mucho que desear.
La puerta que ahora se abre se tiene que aprovechar, y dar por bienvenido este trabajo en la medida que consiga trasladar alguna inquietud a la cúpula dirigente, que no se sientan tan tranquilos y seguros haciendo y deshaciendo lo que les da la gana. Vamos a ver si el ejemplo de esta Comisión Agroalimentaria del legislativo cubano lo van siguiendo los diputados de otras comisiones de Asuntos Económicos; de Industria, Construcciones y Energía; y de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que todavía no han empezado a trabajar. Seguiremos de cerca estos resultados.
Desde el régimen no han perdido oportunidad para fijar los trabajos de estas comisiones que, en todo caso, deberán comprobar los resultados que se alcanzan con la implementación de la Estrategia Económico-Social; de la implementación de las directivas generales para la prevención y el enfrentamiento a las legalidades, el delito, la corrupción y las indisciplinas sociales; el papel de la ciencia y la innovación en el desarrollo del organismo; y la atención que se ofrece a los delegados respecto a los planteamientos que les formulan los electores relacionados con el sector; entre otros aspectos. Cuestiones burocráticas y partidistas entre las que se puede escapar alguna crítica valiente y certera, quién sabe.
El ministro de la Agricultura, tras el rapapolvo recibido de los diputados a su gestión en materia de alimentos, lo único que hizo fue dar las gracias a los diputados y destacar que para su ministerio este ejercicio “es una valiosa oportunidad en la identificación de potencialidades y desafíos para cumplir con las proyecciones trazadas y con lo estipulado en la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional”.
La falta de compromisos concretos lo deja en muy mal lugar, porque se debería esperar algo más, a tenor de la definición del escenario realizada por los diputados. Pero ya se sabe, la conjugación del verbo “responsabilizar” es desconocida en la jerarquía del régimen comunista cubano.
Tan solo un consuelo, el informe de los diputados no mencionó el embargo o bloqueo como origen del problema de la falta de comida. Vamos bien.
No me hago ilusiones de esta alta fiscalización, no pasara del debate y de incluir quiza 90 medidas mas. Vivir para ver, no existe cambio alguno desde que acabo la ANPP en el actuar de este sector. Tenga eso en cuenta. Las espectativas deben ser moderadas, talvez algun cambio cosmético un ministro caído.
ResponderEliminarEstimado profesor: ¿usted cree que el cambio radical (porque nada bueno que mantener del sistema comunista actual) es viable con los que hoy están en el poder? ¿ Usted cree que con el PCC en el poder, con los mismos, haciendo lo mismo y con una ideología contraria a la naturaleza humana se pueda producir el cambio? Muchas gracias.
ResponderEliminarVeo un fenómeno lógico ahora un cup en efectivo se vende por dos en digital. Lo venía venir ya en las redes sociales se ve este tipo de intercambio podría hacer un análisis al respecto
ResponderEliminarYo también lo fustigo
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