De los momentos difíciles no se sale, hay que salir
Elías Amor Bravo economista
Con la que está cayendo en estos momentos, Díaz Canel comete un gran error diciendo “Estamos viviendo momentos difíciles, pero vamos a salir adelante” durante un recorrido este viernes pasado por varios centros de interés económico y social de varios municipios habaneros, que ha sido reseñado por la prensa estatal.
De los momentos difíciles no se sale. Hay que adoptar medidas adecuadas para superar las dificultades. Aunque supongan "sangre, sudor y lágrimas", como explicó Churchill a los dirigentes de la república en su viaje a la Isla en los años 40 del siglo pasado. Visitando entornos urbanos embellecidos y remozados ex profeso, como Guanabacoa o el Cerro, y largando mensajes del tipo de: “¡Está muy bonito esto! ¿Están contentos?” lo único que consigue es separarse más y más de la gente, que espera que haga algo para salir de agujero negro en que se encuentran.
Los comunistas han perdido la capacidad para dirigir los destinos del país, si es que alguna vez la tuvieron, y ahora solo se les ocurre la frase de marras de Díaz Canel, “Estamos viviendo momentos difíciles, pero vamos a salir adelante”, como el conejo que sale de la chistera del mago, mediante trucos e ilusiones. Así es como Díaz Canel piensa que se puede salir adelante. Para salir hay que saber a dónde se quiere ir, cómo se pretende y en qué condiciones se llegará al destino. El azar no sirve.
Y luego Díaz Canel confirmó su argumento diciendo que “lo que hagamos hoy, tiene que ser sostenible en el tiempo, por eso es importante la calidad con que se trabaje”. Se equivoca el comunista al ser incapaz de definir de qué factores depende esa calidad y sostenibilidad, que no es otra cosa que la satisfacción de las necesidades de la población.
Por el contrario, Díaz Canel se pierde al atribuir esa dependencia a las “acciones de control popular que corresponde realizar a la población en cada lugar, para que todo quede bien y no se malgasten los recursos disponibles”, en un ejemplo más de dialéctica comunista que no ha hecho más que destruir la nación.
Le recordamos que en las economías de mercado, el control popular se llama demanda de mercado, que se orienta por su satisfacción de necesidades con la libre elección. No hay mejor forma de controlar que esa. La gente no se tiene que movilizar para control popular ninguno. Aquí los comités de defensa no existen. No sirven de nada.
Por otra parte, esas visitas controladas por espacios urbanos rehabilitados tienen mucho que ver con el comportamiento de dictadores autocráticos, de esos que se pasan la vida inaugurando obras, para mostrar a la gente que hacen cosas. No engaña. Los cubanos que ven estas noticias piensan que arreglar y rehabilitar determinados espacios no es indicador alguno de mejora de la calidad de vida de la población, sino de comportamiento botarate, derrochador, y desde luego, nada sostenible. En unos meses, todo volverá a la destrucción que es lo normal. Para mantener este esfuerzo alguien tiene que tener motivación para hacerlo, obteniendo rentabilidad económica y con ello asignando recursos adecuados. Las decisiones estatales de partido se acaban perdiendo como una gota de agua en el océano.
En el Cerro, Diaz Canel realizó una visita a la empresa Aguas de La Habana, fundada en el año 2000, que ofrece servicios públicos de abasto de agua, alcantarillado, saneamiento y drenaje pluvial en los 15 municipios habaneros. Allí fue informado de los proyectos sectoriales que acomete esta empresa, como el fomento del uso de energías limpias en diferentes procesos. Para ello utilizan carros eléctricos en lo referido al cambio de su matriz energética. El parque automotor que han podido sustituir hasta el momento, ha permitido un ahorro de más de 160.000 litros de combustible. Insisto, otra gota en el océano. Para una empresa de 3.400 trabajadores, poco más se puede decir.
Díaz Canel entonces insistió en los beneficios que significa para la empresa avanzar más en la transformación digital, atreviéndose a indicar dos direcciones fundamentales: transformar el proceso de distribución de agua y los servicios que se ofertan a la población.
En recorrido por varios lugares de la empresa de aguas, Díaz Canel pudo observar el funcionamiento de una Casita Infantil creada por la entidad, en la que son atendidos diez pequeños hijos de trabajadoras, en tanto se pretende llegar a 20, para lo que se ofertarán servicios a los residentes de la zona. En vez de decir “exprópiese” que es lo habitual en estos mandatarios comunistas cada vez que ven algo positivo y bien gestionado, Díaz Canel dijo que “es una buena idea” e insistió que hay que promover más en otros lugares por los múltiples beneficios sociales que representa y la ayuda que implica para las madres trabajadoras. No todas las empresas estatales son como Aguas de La Habana.
A continuación Díaz Canel visitó la empresa mixta Internacional Cubana de Tabacos s.a., encargada de producir y comercializar tabaco cubano bajo marcas de reconocido prestigio internacional.
Con una plantilla de 334 los trabajadores, en su mayoría mujeres, y poco más del 70% de ellos vive en el propio municipio de Boyeros. El colectivo ostenta la condición de Vanguardia Nacional, sirvió a Díaz Canel para hablar de su tesis doctoral, ya que al parecer han desarrollado una política de innovación que les ha permitido sostener la vitalidad del equipamiento instalado a pesar de la dificultad para encontrar piezas de repuesto.
En este caso, Díaz Canel dijo que hay que potenciar acciones que permitan diversificar los mercados a los cuales llegan los tabacos cubanos, de elevada aceptación en el mundo y para concluir, firmó en el libro de visitantes de la empresa sus impresiones sobre el intercambio de este viernes.
Así es como algunos se ganan el sueldo, pero desde luego, así no es como se sale de los problemas ni mucho menos. Este tipo de paseos electoralistas dice mucho de cómo están las cosas en este momento en Cuba. Llevar al máximo dirigente a entornos controlados, acompañado de los miembros del partido único y con la atenta vigilancia de los equipos de vigilancia y control, dice muy poco de un liderazgo comprometido realmente en la solución de los problemas. Actuando de este modo, se agrandan las distancias con el pueblo. Este régimen está en fase terminal.
Estimado profesor desde que el presidente designado obtuvo su doctorado lo califiqué como "Dr. en Ciencias de la Estupideces". Pero prefiero que sea una personalidad como UMBERTO ECO el que describa su comportamiento:
ResponderEliminar"LA IDIOTEZ
¡¡¡El Imbécil, El Cretino y El Estúpido...!!!
En uno de mis libros hacía yo una distinción entre el imbécil, el cretino y el estúpido. El cretino no nos interesa porque es un individuo que en lugar de llevarse la cuchara a la boca se la lleva a la frente; No nos interesa porque es aquel sujeto que no entiende lo que le estás diciendo. Su caso es sencillo. Por el contrario, la imbecilidad es una cualidad social y en lo que a mí respecta, también puedes llamarla de otro modo, dado que para algunos “estúpido” e “imbécil” son términos que se refieren a la misma cosa. El imbécil es aquel que siempre, llegado el momento, se le ocurrirá decir exactamente lo que no debería decir. Es el autor de metidas de pata involuntarias. Por el contrario, el estúpido es diferente; Su déficit no es social sino lógico. A primera vista, tal parece que razona de una manera correcta; Y resulta muy difícil darse cuenta, de inmediato, que esto no es así. Por eso es peligroso. La imbecilidad de un tiempo no se exponía, no se hacía reconocer, mientras que ahora ofende nuestros días".