Las posiciones inexplicables de Díaz Canel para la economía cubana

Elías Amor Bravo economista

¿De qué sirve trabajar sin descanso si luego no se levanta el país? El concepto "levantar el país" tiene que ver con la necesidad de evitar el estancamiento en que se encuentra la economía cubana, cercano a la recesión y con elevada inflación. Una pregunta que se harán todos los lectores de Granma cuando vean una entrada de hoy con el mismo título.

Esta ha sido la primera posición de Díaz Canel y su corte, defendida en reuniones celebradas en Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, en los que se procedió a “evaluar las potencialidades de los territorios, con el fin de enfrentar la compleja situación económica y social del país, debido al recrudecimiento del bloqueo económico y la crisis mundial”. De ahí no salieron.

Nadie de la cúpula dirigente está dispuesto a asumir que la situación actual, esa en la que es imposible “levantar el país”, tiene su origen en un modelo obsoleto, agotado y una clase dirigente que debería dar un paso al lado y dejar que otros asumieran la responsabilidad real de lo que se tiene que hacer.  

A la primera reunión, celebrada por Díaz Canel en Sancti Spíritus asistieron las autoridades locales, dirigentes políticos y gubernamentales de los municipios, de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y de las organizaciones estudiantiles, y de masas, y organismos y entidades provinciales. Nadie ha hecho referencia alguna a actores económicos privados, trabajadores por cuenta propia, representantes de mipymes, o incluso cooperativas. El sector privado ha sido excluido de estos cónclaves. Así, ¿Cómo quieren levantar el país?

Al parecer estas reuniones territoriales empezaron en enero, y tienen como objetivo de acuerdo con las autoridades de cada provincia, establecer una serie de “tareas a las que dar una atención priorizada, para que este año sea mejor que el precedente”. De momento, no parece que tengan éxito, porque la economía, a la espera de lo que diga Gil en la asamblea en unos días, no levanta cabeza.

Y la pregunta es la siguiente, ¿Qué sabe Díaz Canel o Marrero de lo que se tiene que hacer en estos territorios? ¿Qué saben los primeros secretarios de los comités provinciales del partido único o los gobernadores de los referidos territorios, de lo que se tiene que hacer para mejorar la situación? Si no son capaces de resolver la problemática general, ¿Cómo van a bajar a lo territorial? Esta gente sabe mucho de retos, de problemas, de dificultades, etc. pero se pierden cuanto toca actuar, ser prácticos.

Y si no, que pregunten a los cubanos sobre la satisfacción con la producción de alimentos, la entrega de tierras, el suministro de combustible y el funcionamiento estable del sistema eléctrico nacional. Los tres son temas que no tienen que ver con el embargo, pero el argumento de los dirigentes es justo el contrario.

Ahora las recetas mágicas de Díaz Canel son, en primer lugar, la descentralización, es decir, que los gobiernos municipales y provinciales desempeñen un papel principal en la conducción de las políticas que contribuyen a la materialización de la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional. De este asunto ya hemos hablado en otra entrada de este blog.

En segundo, por asombroso que parezca, el trabajo interno del partido, potenciar el estado de la militancia, las prioridades del partido, el funcionamiento y la atención a la UJC, el perfeccionamiento de la vida interna y el impacto de las organizaciones en la solución de los problemas. Fíjense qué importante es para comer todos los días o que haya electricidad o combustible, que el partido funcione bien. Increíble. La ecuación no puede dar resultado.  De ahí lo de trabajar sin descanso para que luego nada se levante.

La segunda posición de Díaz Canel y su corte en estas reuniones territoriales ha sido “trabajar sin improvisaciones y con la mirada puesta en la solución de los problemas más acuciantes que hoy afectan la calidad de vida de nuestro pueblo”. ¿Improvisar a estas alturas? Soluciones a los problemas ¿Con qué instrumentos y métodos?

Pero luego empiezan los datos y la realidad es muy distante. Por ejemplo, de los 94 acuerdos adoptados en Villa Clara, solo han sido cumplidos 62 y para mayor inri, “entre los incumplidos figuran 17 que están relacionados con la producción de alimentos”. El incumplimiento es lo habitual y por ello no es extraño que surjan problemas vinculados con los altos precios de los alimentos del campo, el déficit de oferta en la producción de leche, carne, arroz y viandas, entre otros renglones que son decisivos en la alimentación de la población.

Se dijo que se han cedido más de 11.000 hectáreas de tierra a personas interesadas en hacerlas producir, la mayoría de ellas jóvenes y desmovilizados de las fuerzas armadas revolucionarias, pero la producción agropecuaria no aumenta. Alguien debería empezar a explicar por qué se presenta esta situación. Al tiempo, que se destacó que los informes y cifras de la realidad agraria no se corresponden con la realidad de los territorios, lo que exige estar más cerca de la realidad con una mayor vinculación de los cuadros con las bases productivas.

Respecto de los precios especulativos, los comunistas plantean siempre el asunto en términos de “poner en orden”, o de “cumplir lo que está establecido”. Y en este sentido, se considera esencial además de aumentar la producción (lo que no se logra a pesar de entregar tierras) el establecimiento de adecuadas fichas de costo, la contratación a tiempo de lo producido, el pago inmediato a los productores, y que los cuerpos de inspectores desempeñen un mejor papel para frenar a los intermediarios que quieren ganar más que el que trabaja la tierra. Y uno se pregunta, ante este tipo de proclamas, ¿es que acaso esto no se hace habitualmente? ¿no se dan cuenta que sin los intermediarios no van a ningún sitio?

Marrero exigió a las autoridades desempeñar un rol más activo, de conjunto con la dirección del partido y demás organismos y dijo que esta coincidencia actualmente no se presenta “en la mayoría de los lugares, donde todavía se espera en demasía por las orientaciones de arriba”. Entonces, Marrero parece que quiere cambiar de la noche a la mañana una cultura organizativa de 64 años, sin dotar a los actores económicos de los medios necesarios para ejercer esa autonomía e independencia, que en el modelo existente en Cuba es imposible.

Los planteamientos esbozados finalmente en Cienfuegos fueron los mismos que en las plazas anteriores. El balance igualmente fue desalentador. Se informó de las 53 acciones y las 6 líneas priorizadas para dar respuesta a la problemática, pero no se habló de incumplimientos. Sí que se dijo que había disminuido un 60% el número de las empresas con pérdidas (aunque no se informó cuáles y su peso en términos económicos), se explicó que se había producido una reducción del déficit presupuestario y el incremento de 10 nuevos bienes y servicios destinados a la exportación, el aumento de 5.000 hectáreas dirigidas a la producción de alimentos y el decrecimiento de otras 3.000 hectáreas de tierras ociosas. También se habló de empleo, con la creación de 1.395 nuevos empleos en una provincia donde, en la actualidad existen 5.800 plazas disponibles. En Cienfuegos también se habló de la situación interna del partido, del orden político-ideológico y el trabajo desarrollado por el comité provincial del partido, entre otros.

Es preocupante observar la determinación de Díaz Canel con la autonomía territorial que puede acabar siendo un desastre. En Cienfuegos reiteró que “existen las experiencias necesarias para vencer los problemas, a pesar de tener iguales limitaciones que otros territorios”, para añadir a continuación, que el incremento productivo tiene que estar relacionado con el rol determinante del municipio, e insistió en que “vamos a comer lo que seamos capaces de producir a nivel local”. Y lo que no se pueda producir, ¿qué?

Comentarios

  1. Elías muchas gracias por tenernos al tanto de la andanzas en la política insular. Este es un blog muy necesario y que aprecio mucho.

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  2. Bien claro lo dijo y lo viene cumpliendo, y como no se produce el cubano no come nada pues nada se produce, sólo el triste pollo importado y la mortadela de tripas, pellejo y harina de yuca que se inventaron.

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