¿A qué vino la relatora de derechos humanos a Cuba?

Elías Amor Bravo economista

La gente ya está en la calle para protestar. Caimanera y Guantánamo han dicho basta y se han puesto a caminar por la libertad. Esta ha sido la consigna espontánea pronunciada por los ciudadanos. Igual que ocurrió en el 11-J. No hay protesta social en Cuba en la que no se escuche, y bien alto, el reclamo de la libertad.

Y los comunistas, sordos ante una realidad que puede sobrepasar su capacidad de manipulación y resistencia. No solo porque se inventen un 5º de mayo por el 1º de mayo que no pudo celebrarse, sino por todo lo que Díaz Canel dijo a la relatora especial del Consejo de Derechos Humanos, la señora Alena Douhan, como que “Cuba está comprometida con todos los mecanismos de Naciones Unidas con relación a los Derechos Humanos”.

Y, ante esta distinguida visitante, que se supone debe estar informada de la situación real que existe en la Isla, el dirigente comunista sostuvo que las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales afectan el disfrute de los derechos humanos. Propaganda y manipulación.

¿Quién es la señora Douhan? La señora Douhan, ciudadana de Bielorusia (si, el país estalinista de Lukashenko el aliado de Putin y de Díaz Canel)  y profesora del Peace Research Center[1] de Praga, es relatora desde 2020 y ha realizado informes de Qatar, Venezuela y Siria a lo largo de este período de tiempo. Ahora estuvo en Cuba. De acuerdo a la National Review[2], el papel de relator especial fue creado por resolución del consejo de Naciones Unidas de 2014 y fue propuesto por Irán a partir de una iniciativa del movimiento de países no alineados, siendo Douhan la segunda en ocupar el puesto. Este cargo no tiene retribución, y su titular no es miembro del staff de Naciones Unidas. Y aquí viene lo interesante, ya que, al parecer, la señora Douhan en 2021 recibió unos 200.000 dólares como contribución del gobierno de China, 150.000 dólares de Rusia y 25.000 de Qatar, según informó la Hong Kong Free Press[3].

De modo que la contribución de la señora Douhan a la causa democrática de Cuba hay que entenderla desde esta perspectiva, y por eso, Díaz Canel la atendió con especial atención, para decir que “es un placer recibirla en nuestro país y esperamos que haya podido aprovechar la interrelación con las autoridades cubanas y también con la sociedad civil”.

Conviene señalar, antes de continuar, que esta visita de la relatora a la Isla es intrascendente, tal y como ella misma reconoció, al señalar que la misma ha sido de “carácter académico” es decir, no tuvo ni tendrá consecuencias políticas. En estos términos, dijo que  “la oportunidad de reunirme con diferentes grupos de la sociedad cubana me dejó muy impresionada por la resiliencia y resistencia que los cubanos muestran”. Igualmente dijo haber mantenido reuniones con ministros, miembros de la sociedad civil, y otros grupos de la población cubana, pero sin citar cuáles.

Todo muy académico y prospectivo. Y claro, la prensa estatal comunista convierte esta visita académica en una gran noticia relativa a que Cuba cumple con los derechos humanos. Y para ello, reciben a esta “académica” en el palacio de Convenciones, en una reunión con la plana mayor incluido Díaz Canel acompañado de Bruno Rodríguez, Rodolfo Benítez director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería, y otros miembros de la delegación que acompañan a la Relatora Especial. A los amigos se les da siempre la máxima atención y cualquier oportunidad para hacer propaganda es bien recibida.

Y en este entorno controlado, que es incapaz de escuchar las protestas de Caimanera y Guantánamo, y de otros muchos territorios de la Isla, Díaz Canel defendió ante la señora Douhan el argumento de que “Cuba está comprometida con todos los mecanismos de Naciones Unidas con relación a los derechos humanos y lo seguirá estando”.

No siendo suficiente, alegó que en Cuba “se promueven mecanismos de mayor participación democrática entre nuestra población, en la toma de decisiones y en el proceso de creación normativa para nuestras leyes” para concluir que “estamos trabajando fuertemente el marco jurídico que garantice los derechos que hemos reconocido en la última Constitución, aprobada por mayoría popular”.

Díaz Canel descargó toda la responsabilidad de la crisis en que se encuentra la economía de la Isla en las 243 medidas de la administración Trump a partir del segundo semestre de 2019, que “recrudecieron el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba, se cortaron de golpe nuestras principales fuentes de financiamiento”. Y continuó culpando de todo al Capítulo III de la Ley Helms-Burton, “lo cual no se había hecho por ningún otro Presidente estadounidense con anterioridad”, añadiendo que con ello “se incrementó la persecución financiera y energética hacia nuestro país, lo que implicó que empezáramos a tener desabastecimiento de medicina, de combustible, de alimentos y se generó una situación muy compleja”.

También tuvo palabras muy críticas al vecino del norte por la inclusión de Cuba en “la lista de países que patrocinan el terrorismo, algo totalmente calumnioso y mentiroso”.

De modo que en vez de abordar la problemática específica de su gobierno y la absoluta falta de libertad que existe en la Isla, sobre todo desde que explotó la sociedad el 11-J, Díaz Canel no tuvo límites en atacar a Estados Unidos y culparlo de todos los males, incluso de las consecuencias de la epidemia del COVID-19, agravadas según él por las “medidas de recrudecimiento aplicadas por el gobierno de Estados Unidos que se esforzó constantemente porque a Cuba no llegaran vacunas, ni ventiladores pulmonares, o suministro de oxígeno cuando más lo necesitábamos”. Increíble.

Y no conforme con este alegato, en el que incluyó las supuestas bondades de la vacuna cubana, que sigue sin estar homologada por la OMS, Díaz Canel reiteró a la Relatora Especial el respeto que siente Cuba por el trabajo que ella realiza, diciendo “admiramos lo que está haciendo y puede contar con nuestro apoyo”

Por su parte, la relatora agradeció la oportunidad del encuentro en el palacio de convenciones, en medio de la apretada agenda de trabajo del Presidente, y “el apoyo y la asistencia que Cuba ha brindado de manera constante a este mandato, que ha tenido lugar en medio de una situación cada vez más difícil para el mundo, porque cada vez son mayores las sanciones unilaterales que se aplican y van aumentando día a día”, apuntándose a las tesis de Díaz Canel y sin citar ni un instante la situación de los más de mil presos políticos que continúan sus condenas en las cárceles comunistas, o la falta de comida, de electricidad, de gasolina, de todo, que pudo constatar observando cómo viven los cubanos en el día a día.

La relatora ha venido a Cuba a dar difusión a los argumentos falsos del régimen y de Díaz Canel, olvidándose de la libertad de los presos, la libre expresión, la  libre elección, la participación en manifestaciones o el pluralismo político. Se ha entretenido conversando con aquellos que le han sido sugeridos y se va con una imagen absolutamente alejada de la realidad en que viven los cubanos. El trabajo académico no da para más.

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