¿Podrá ser Arabia Saudita la nueva Venezuela petrolera?

Elías Amor Bravo economista

Tan ocupados andamos tratando de entender la presencia rusa en Cuba, y su posible conversión en fuente externa de financiación para el régimen, es decir, la nueva Venezuela, que no nos hemos percatado de una visita institucional a la Isla de otra “vaca lechera” que podría estar interesada en el mismo negocio de apoyo a la miseria, siempre por algo a cambio.

Me refiero a la visita del ministro de Turismo del Reino de Arabia Saudita y presidente de la Junta Directiva del Fondo Saudita para el Desarrollo, Ahmed Bin Aqeel Al-Khateeb. A este personaje, hasta ahora poco conocido en la arena cubana, le han dado un recibimiento similar al de un jefe de estado, y en sus palabras de bienvenida, a Díaz Canel le ha faltado tiempo para enviar mensajes de agradecimiento a toda la corte saudita, empezando por quien manda en el país árabe, su Alteza el Rey, Salman Bin Abdulaziz, y al príncipe heredero El Sucesor, Mohammed bin Salman.

Claro, que esta escena de ver a Díaz Canel participando en un cuento de las 1.000 y una noches, tiene mucho de gracioso, para el que le guste reírse, pero tiene otro significado no menos importante. Arabia Saudita es uno de los países del mundo más ricos en PIB per cápita, con un saldo descomunal en la balanza de pagos que no saben bien qué hacer con él porque crece de año en año, y con tanto petróleo en sus pozos que quién dice si ese oro negro de las arenas del desierto no puede relevar al procedente de Venezuela, cada vez menos. Arabia Saudita está preocupada por el futuro de su oro negro, porque observa que los avances en energías renovables en los países avanzados, sobre todo de Europa, provocan descensos continuos de la demanda, y tiene que ir buscando en el mundo subdesarrollado compradores nuevos, quién sabe, si como Cuba que, aunque no paga sus deudas, puede ser un buen cliente.

De modo que mientras pensábamos que los grandes magnates rusos iban a volver a adueñarse de Cuba, con ese plan fantasma de abrir bancos, cultivar tierras en arrendamiento y operaciones de difícjl, concreción en sectores abandonados como el transporte y la logística, la agricultura, la agroindustria azucarera y el turismo, el ministro de turismo de Arabia Saudita pasó a ocupar buena parte de las páginas de la prensa estatal, haciendo que la clausura del Foro Económico Empresarial Cuba-Rusia y de la XI Sesión del Comité Empresarial bilateral, pasara a un segundo plano, y que todo el mundo elogiase al país de procedencia del ilustre visitante árabe.

Un artículo en Granma titulado “Bienvenida para amigos verdaderos” ya daba pistas de por dónde van los tiros. Esas fueron las palabras de Diaz Canel que interrumpió su aburrida agenda con los rusos para retratarse con el visitante saudita y decirle “Son bienvenidos como verdaderos amigos”. Ya no se sabe qué tipo de amigos tiene el régimen comunista cubano, pero eso es lo que menos importa. La cuestión es que Ahmed Bin Aqeel Al-Khateeb se encontró tan bien atendido por las autoridades comunistas de Cuba, se le ve sonriente, tras escuchar de voz del dirigente cubano que dijo “cuando hay relaciones entre pueblos y entre naciones, de esta manera, esas relaciones son indestructibles” y tanta era la euforia contenida que Diaz Canel, ni corto ni perezoso, envió una invitación a visitar Cuba al Rey y al Sucesor. ¿A que los vemos pronto?

Pero Díaz Canel no se entretuvo con melindres y agradeció el apoyo que la Isla ha recibido del Fondo Saudita para el Desarrollo, sobre todo para acometer proyectos hidráulicos en importantes ciudades cubanas, y la modernización de esos sistemas hidráulicos en varias comunidades. El ministro saudita, por su parte, transmitió los saludos de su Alteza el Rey, y de El Sucesor, y confirmó el compromiso de su país “de mantenerse al lado de Cuba”,

Y aquí viene lo interesante, ya que se ofreció para realizar una donación a los agricultores que trabajan el tabaco y que fueron afectados con el paso del ciclón que los golpeó recientemente. ¿Podría estar interesada la monarquía saudita en el negocio del tabaco cubano? ¿Estamos ante una primera toma de posición? No conviene olvidar que el lujo, en este momento en el planeta tierra, se encuentra en esas ciudades surgidas de la nada en el desierto donde no se escatima en gastos. Allí no se puede beber alcohol, una lástima porque podría ir el ron en el mismo paquete, pero se fuma de todo y, sobre todo, de calidad. Allí precisamente tienen sus lujosas viviendas los grandes millonarios, chinos e indios, que fuman tabaco cubano. No es extraño que los sauditas anden buscando posiciones en el negocio, para ellos los 500 millones de dólares de la exportación de tabaco cubano son media docena de rascacielos.

No es extraño que este último mensaje de ayuda a los tabaqueros cubanos fuera dicho delante de toda la corte comunista de La Habana, Marrero, Cabrisas, el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez; el ministro de Turismo, Juan Carlos García; así como el vicecanciller, Elio Rodríguez.

Después, otro artículo también en Granma “Cuba y Arabia Saudita por ampliar sus relaciones económicas” desveló los contenidos de la reunión celebrada entre Cabrisas y el ministro saudita. De lo poco que ha trascendido, se recogieron las declaraciones de Cabrisas, que parece haber sido designado para estar al frente de este negocio con los sauditas, en las que dijo que “los nexos bilaterales son expresión de una relación tradicional y solidaria, y agradeció el apoyo del Reino a la resolución contra el bloqueo de Estados Unidos”. Mal asunto, porque los sauditas no están por enemistarse con el vecino del norte. Tienen muchos negocios comunes.

En el encuentro con Cabrisas del que no trascendieron los asuntos concretos, se informó que los dos países ratificaron la voluntad de continuar trabajando en el fortalecimiento de sus relaciones, con especial énfasis en la ampliación de los vínculos económicos, comerciales y de cooperación.

Por parte de Al-Khateeb quedó un mensaje que se puede interpretar como se quiera, pero es claro “la Isla ocupa un lugar estratégico para su país, el cual, aseguró, continuará apoyando el reclamo de Cuba por el fin del bloqueo. Destacó la colaboración médica del archipiélago que, desde 2014, presta servicios en el Reino, con resultados valorados de positivos por la población saudita”,

Los lectores de este blog ya saben por dónde van los tiros y cuál es el mensaje fina. Quizás no sea la nueva Venezuela, que regalaba el petróleo a Cuba a cambio de "profesionales" que inundaron el país para ayudar el sostenimiento del régimen chavista. Arabia Saudita no necesita ese tipo de apoyos, pero algo va en camino seguro. La prueba de ello es que la corte comunista de La Habana dejó de lado a los rusos y se volcaron con los sauditas.

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