Los últimos datos del turismo, como son

Elías Amor Bravo economista

El turismo del mes de enero ha sido calificado como de “discreta recuperación” por la prensa estatal cubana. Pero no es cierto. Los datos reales no indican recuperación, ni tampoco “discreción” alguna.

En el cuadro siguiente se presentan los datos de turismo en Cuba en los meses de enero a partir de 2017. Un período de tiempo largo para observar que en este mes tuvo lugar una llegada masiva de turistas (alrededor del 10% del año se producía en enero) como consecuencia de la fuerte estacionalidad de la temporada alta del Caribe. Esto significa que el arranque del año con buenos datos es condición necesaria, que no suficiente, para cumplir con los objetivos del plan.

Si se compara el dato “discreto” de 2023 con otros eneros anteriores, como en el cuadro siguiente, se observan diferencias muy grandes, que rondan el 97,8% de 2019, el 95,4% de 2017 o el 78,7% de 2018 que fue un año más flojo.

En términos absolutos, en enero de 2019 llegaron a Cuba 240.612 turistas más que en el mismo mes de 2023 (casi el doble) en enero de 2017 fueron 234.845, y en 2017 un total de 184.504, diferencias muy grandes que ofrecen una idea evidente: la “discreta” recuperación de enero 2023, según las autoridades, es una mentira más para manipular a la opinión pública.

Si se realizan cálculos promedios, la diferencia es muy significativa. El período 2017 a 2020 (conviene recordar que este año la pandemia comenzó en marzo y, además, sorprendió a los dirigentes comunistas lanzando aquella campaña irresponsable que vendía que el covid-19 no llegaba a Cuba, cuando ya se había extendido en media Europa) supuso en cifras de turismo un total de 331.864 turistas más que los llegados en promedio entre 2021 y 2023. Dicho de otro modo, en este período Cuba recibió un 73,7% menos de turistas que en el anterior 2017 a 2020. De recuperación, nada. Y de discreta, menos.

 

Enero/año

Diferencia 22 (%)

Diferencia 22 Absoluta

2017

480.845

95,4

234.845

2018

439.504

78,7

193.504

2019

486.612

97,8

240.612

2020

393.602

60,1

147.602

2021

22.349

-90,9

-223.651

2022

86.483

-64,8

-159.517

2023

246.000

0,0

0

 

Promedio

Diferencia

 

2017-2020

450.141

100

 

2021-2023

118.277

-73,7

 

Los datos indican una caída en picado de los datos de turismo a partir de enero de 2021. En dicho mes, el turismo cayó de forma espectacular hasta poco más de 20.000 viajeros. En el mismo mes de 2022 se produjo una recuperación de la cifra hasta 86.483, que no evitó que los niveles siguieran estando por debajo de los anteriores a 2020. Y en 2023, el ejercicio que la prensa estatal ha calificado de “discreta recuperación”, el turismo alcanzó 246.000, poco más de la mitad de los llegados a Cuba en media entre 2017 y 2020.

Difícil sostener que estos resultados puedan significar recuperación alguna. Los niveles pueden estar por encima de 2021 y 2022, que en ningún caso se pueden calificar como datos aceptables, pero lo que dejan claro es que en 2023 la campaña de enero ha vuelto a perderse y por ello, el cumplimiento de objetivos del plan queda comprometido una vez más. 

Porque el plan establece un objetivo de 3,5 millones de turistas en 2023. Esto significa que, en el primer cuatrimestre, tendrán que llegar a la Isla un total de 1.166.000 turistas. Observando el comportamiento de este período en los mismos años 2017 a 2023 hay dudas firmes de que se puedan cumplir los objetivos.

 

enero

febrero

marzo

abril

1er cuatrimestre

Año

% 1 cua/año

2017

480.845

465.224

523.850

452.414

1.922.333

4.593.914

41,8

2018

439.504

436.786

507.605

402.815

1.786.710

4.683.655

38,1

2019

486.612

455.573

518.223

456.883

1.917.291

4.263.115

45,0

2020

393.602

398.698

189.265

1.034

982.599

1.084.728

90,6

2021

22.349

13.204

12.542

16.575

64.670

356.470

18,1

2022

86.483

12.873

29.551

4.464

133.371

1.614.087

8,3

2023

246.000

 

 

 

1.166.666 *

 

 

 La importancia del primer cuatrimestre para el turismo cubano queda reflejada en el cuadro. Entre 2017 y 2019 casi el 50% del resultado del sector durante todo el año se resolvía en el primer cuatrimestre. En 2020, por el cierre de la pandemia, a partir de marzo, la concentración llegó a suponer el 90,6%. Luego en 2021 bajó a un 18,1% y en 2022 a solo un 8,3%, con lo que las cifras anteriores a 2020 quedaron alteradas.

Se supone que un retorno a la normalidad en el turismo cubano debería provocar un aumento del primer trimestre en línea con el 40-50% de la temporada, que se venía registrando antes de 2020. Si ese fuera el caso de este año 2023, calificado por el régimen de “discreta recuperación”, llegar a 1.166.000 turistas hasta abril va a exigir grandes esfuerzos de propaganda, captación y atracción de turistas, que parecen inalcanzables.

Prácticamente, deberían llegar a la Isla una media de 300.0000 turistas en febrero, marzo y abril. Y si bien es cierto que la campaña invernal no se cierra hasta abril (a partir de dicho mes las cifras del turismo mensual descienden de forma habitual) hay que crecer mucho para llegar al objetivo fijado. La distancia registrada en enero con el objetivo cuatrimestral es de 920.000 turistas. En 2020 se alcanzó dicho resultado por el fuerte aumento de los meses de enero y febrero, en tanto que el desplome a partir de marzo y consolidado en abril, provocaron una cifra inferior a los años anteriores.

Lo que interesa destacar es que entre 2017 y 2019, durante el primer cuatrimestre llegaban a la Isla, en promedio, alrededor de 1,9 millones de turistas, y en este año de la “discreta recuperación”, como ha sido calificado por la prensa estatal, las autoridades han fijado ese objetivo de 1,2 millones que asume, de partida, un nivel de actividad inferior en un 40% para este año, inferior al promedio de 2017 a 2019. Mientras otros destinos del Caribe, como República Dominicana ya rebasaron los datos de aquellos años al cierre de 2022, las autoridades comunistas cubanas, con su política estatal de turismo, se preparan para hacer malabares con un 40% menos de turistas e ingresos, grado de ocupación, pernoctaciones, etc., que en 2019. Un buen año de “discreta recuperación”.

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