¿Turismo revolucionario? No, gracias
Elías Amor Bravo, economista La historia de Cuba se ha visto deformada por la acción de la llamada “revolución”. Este es un daño etnológico sin precedentes, cuyas consecuencias son, si cabe, más dramáticas que las ejercidas sobre la economía y la sociedad. Como si no hubieran existido una República, desde el 20 de mayo de 1902, y la anterior colonia de España, desde 1509 cuando se iniciaron los primeros viajes exploratorios, el régimen de los Castro ha convertido los casi 450 años de existencia anteriores a 1959 en una caricatura nauseabunda, al servicio al culto del poder estalinista. Por ello, recuperar las señas de identidad históricas será una tarea de gran relevancia para las generaciones que se hagan cargo de la transición a la democracia y las libertades. Esa usurpación castrista de la personalidad cubana tiene un ejemplo estos días en Santiago de Cuba. Un artículo en el diario del régimen, Granma, de Eduardo Palomares, hace referencia a las reparaciones en el hotel Re...