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Mostrando entradas de junio, 2010

Consumo energético desbocado, fraude y medidas pertinentes y duras: el drama energético en la economía castrista

Un artículo en Granma de Joel Mayor Loran, titulado "Imprescindible revertir nuevo sobreconsumo de energía", viene a reflejar la visión oficial ante el incremento del consumo de energía en la Isla desde el pasado 15 de mayo, y las medidas que el régimen, a través del mecanismo monopólico de la Unión Eléctrica, ha decidido para acabar con la situación. En otras ocasiones, hemos tenido la oportunidad de explicar por qué Cuba padece una escasez crónica de energía. No sólo registra la Isla uno de los niveles más bajos de consumo percapita residencial en América Latina, sino que además, su estructura productiva, obsoleta y despilfarradora, realiza uno de los consumos más elevados de la Región, lo que supone una notable dependencia del exterior. La economía cubana, para crecer, necesita una mayor cantidad de energía por unidad de producto que en otros países, porque no se han realizado las inversiones necesarias para ajustar los consumos. Para controlar el gasto total, la población

Fidel Castro, su pensamiento autárquico y la economía cubana

Lean esto, no se lo pierdan. La edición de Granma de hoy lo coloca a la cabecera del diario digital. Es un breve resumen de una intervención de Fidel Castro en el I Fórum de Energía de 1984. Yo creo que hacen muy bien de publicar estas cosas. Nos ayudan a comprender mejor lo sucedido y por qué el castrismo ha conducido a la economía cubana a una situación tan crítica como la actual. Reproduzco el texto entero por su interés. Dice así: La mentalidad de los cuadros, de todo el mundo es importadora Hasta ahora, en general, la mentalidad de los cuadros, de todo el mundo es importadora; necesito esto, necesito lo otro, me hace falta esto, me hace falta lo otro. Todo el mundo. Quiero tal equipo, quiero tal máquina, quiero tal computadora, quiero tal materia prima. Nadie dice nunca: voy a dar esto; vamos a producir esto para exportar. Nos hemos acostumbrado realmente a solicitar importaciones. Cada vez que vemos un problema, lo queremos resolver con importaciones; cada vez que tenemos una nec

Las bases de la transformación de la economía productiva en Cuba: dos años después de la entrega de tierras ociosas

Hace dos años, el régimen de Raúl Castro empezó a desarrollar una política de entrega de tierras ociosas a campesinos con el objetivo de aumentar la producción de alimentos y detener la escasez crónica de estos bienes en la Isla. Un artículo reciente en Granma de Ronald Suárez Rivas hace un balance de esta medida. Según datos oficiales, “ya son más de 5.230 toneladas de viandas y 4.783 de hortalizas, 4.143 toneladas de granos y unos 100.700 litros de leche, lo que se han obtenido de forma directa como consecuencia de la puesta en actividad de tierras que, anteriormente, habían estado sin producción. El propio Granma reconoce que “todavía son cifras discretas, que no alcanzan para cubrir la demanda de los mercados, ni para eliminar la necesidad de importar alimentos imprescindibles en la mesa del cubano; no obstante, los especialistas aseguran que es el despegue de un movimiento que en lo sucesivo aportará mucho más”. Yo creo que si. Es un magnífico avance y me siento satisfecho de que

La batalla contra los indicadores de CEPAL,¿una trama castrista?

Asombroso. Según el diario Granma, el principal resultado del XXXIII período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL , celebrado en Brasilia durante esta semana, ha sido la propuesta de crear “nuevos indicadores económicos y sociales que reflejen mejor la realidad de cada país y permitan detectar las principales necesidades de cada uno". Y continúa la nota del periódico castrista señalando, “de esa manera el criterio de renta media dejaría de ser un impedimento para participar en la asistencia oficial para el desarrollo”. Tal vez algunos antecedentes nos permitan comprender lo que sucede. La “batalla” del castrismo contra CEPAL comenzó en 2005, cuando la organización mostró su desacuerdo con la cifra elaborada por el régimen comunista cubano para el informe de la organización, y que calculaba en un 11,5% la variación del PIB, un dato que superaba cualquier otra estimación regional y que convertía la economía de los hermanos Castro en una suerte