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Mostrando entradas de abril, 2020

Algo se mueve en el campo cubano. Para bien

Elías Amor Bravo, economista Por suerte, en estos tiempos de pandemia, hay algo que está cambiando en Cuba. Para bien. Dos organizaciones, La Liga de Campesinos Independientes y el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) han lanzado la campaña "Sin Campo no hay País", con el objetivo de garantizar los alimentos que necesitan las familias cubanas y evitar así que la actual crisis sanitaria por la expansión del Covid-19 desemboque en una hambruna. Hay que dar la más calurosa bienvenida a esta iniciativa. Las dos organizaciones llevan razón y sus demandas son correctas. Mientras Machado Ventura y demás dirigentes del régimen dedican día sí, día no a lanzar desde Granma, arengas a los trabajadores del campo para que aumenten la producción, La Liga y FLAMUR van a lo concreto y exigen al gobierno de Díaz-Canel cinco demandas bien definidas para conseguir que la producción agropecuaria llegue a todos y el bloqueo interno a la agricultura ac

El "invierno" demográfico en Cuba en tiempos de pandemia

Elías Amor Bravo, economista En medio de la grave crisis de la pandemia por el COVID19, que, por desgracia, empieza a causar estragos, no solo sanitarios, sino económicos, Granma nos regala en portada una información que, desde luego, pasará a la historia del periodismo profesional. Ni más ni menos que se alude a una reunión de Díaz-Canel para analizar la dinámica demográfica del país, y como los datos de comportamiento de la población en el primer trimestre manifiestan una disminución absoluta de la población, toda vez que el, número de nacimientos, 23.666 es claramente inferior, a las defunciones, 27.269 y las previsiones insisten en que esta tendencia va a continuar durante todo el año. Asombrosamente, Díaz-Canel dejó unos instantes el problema acuciante de la pandemia y se dedicó a evaluar, según Granma, “el cumplimiento del programa de atención a este importante asunto, en un contexto de decrecimiento poblacional, bajos niveles de fecundidad y creciente envejecimiento”. Lo

Sigue la batalla comunista contra los apagones

Elías Amor Bravo, economista Hace unos días, en este Blog nos hacíamos eco del incomprensible llamado del Ministerio de Energía y Minas a la sociedad cubana para que ahorraran electricidad, al haberse producido un 1% de incremento con respecto a lo planeado (luego corrigieron, y dijeron que el aumento había sido del 10%, qué más da). Esto nos dio ocasión para comentar algunos aspectos relativos a la capacidad de generación del país, cómo se factura la electricidad a las familias y la excesiva dependencia del petróleo y derivados en la producción de este servicio que, en una situación de confinamiento, resulta fundamental. El tema ha debido preocupar en las alturas, y por eso, el programa estelar Mesa redonda de Randy Alonso ha dedicado una edición a analizar las medidas que se han adoptado para garantizar el suministro de electricidad y explicar por qué se han producido las afectaciones en el servicio de las últimas semanas. Al final, los participantes en la mesa redonda acabaron

En torno a las proyecciones de CEPAL de la economía castrista

Elías Amor Bravo, economista No es posible creer, y mucho menos aceptar como válida, la estimación que CEPAL realiza de la economía cubana en su reciente informe, publicado el pasado 21 de abril, titulado “Dimensionar los efectos del COVID19 para pensar en la reactivación”. El organismo especializado realiza unas previsiones del crecimiento económico en los países de América Latina y Caribe, y otorga a Cuba en 2020, año en que se dejarán sentir con especial intensidad los efectos de la pandemia del coronavirus, un descenso del PIB de tan solo -3,7%, inferior al que se va a producir en el conjunto de países de la región, estimado en un -5,3%. El resultado de Cuba, siendo negativo, es “mejor” que el que se va a producir en otros países como Nicaragua, o México, Brasil, Argentina, Ecuador, entre otros. Este resultado no es admisible, si se tiene en cuenta el estado actual y, sobre todo, el devenir que puede experimentar la economía cubana.  Por el contrario, es posible suponer que l

Apagones a la vista en pleno COVID19

Elías Amor Bravo, economista La estatal Unión Nacional Eléctrica, que tiene el monopolio del suministro de electricidad en Cuba, quiere que la gente aislada en sus casas por el confinamiento para combatir pandemia de la COVID19 consuma menos electricidad. Vamos, que apaguen la luz. La empresa declara en Granma que se ha producido un aumento del consumo en el sector residencial y eso es inadmisible. Según declaran, “el consumo de energía eléctrica acumulado en los 13 primeros días de abril alcanza valores superiores a igual periodo del año pasado (1% más y 6,3 Gigawatts/hora (gwh), similares a los consumos promedios de los meses de julio y agosto”. La pregunta inmediata es ¿hay motivo de alarma con este pequeño aumento del consumo? ¿es que no tienen soluciones para este problema? Pues no. Parece que el sistema puede colapsar. Y aquí viene lo peor. Amenazas de este calibre, publicadas en el diario oficial comunista, no hacen más que aumentar la angustia de una sociedad preocupada

Producir mas, libreta de racionamiento y ahorro de energía: lo que trae el COVID19

Elías Amor Bravo, economista Destacar la llamada que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) ha hecho a sus miembros, recogida en Granma en una breve reseña: “hay que acopiarlo todo; el país tiene que vivir con lo que seamos capaces de producir a partir de nuestros propios esfuerzos y recursos, para alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional. Esa es y será siempre nuestra respuesta contundente frente a la pandemia y a la agresividad del imperialismo yanqui en su fracasada intención de asfixiar la economía y destruir la Revolución”. Todo es razonable, excepto esa referencia a un bloqueo que no es tal. Les recuerdo a la ANAP que el pasado mes de febrero, antes de que saltase la COVID19 a la Isla, Cuba compraba en Estados Unidos, pollo y soja por más de 23 millones de dólares, puede parecer poco, pero es una evidencia que el sector agropecuario cubano no llega para dar de comer a la población. Si esto ocurre, el problema está dentro. No afuera. Además, no creo que

Cuba, su economía y las previsiones del FMI

Elías Amor Bravo, economista El régimen comunista cubano debería tener muy en cuenta la previsión que acaba de publicar el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el 2020. Primero, porque se trata de la primera estimación elaborada por un organismo especializado en prospectiva y análisis que, rara vez se equivoca. Segundo, porque no vale el argumento de que esto no va conmigo. Cierto es que Fidel Castro construyó una dialéctica contra el FMI que ha sobrevivido a su etapa, según la cual esta institución era el principal enemigo de los países pobres, una especie de especulador capitalista mundial, cuyas políticas suponían miseria para los países en que se aplican. Hay centenares de citas de este tipo y no vale la pena buscar más. El caso es que estamos en 2020, ante una pandemia que está golpeando a todos los países, Cuba incluida, y que ya sabemos que la economía mundial descenderá un 3%, como mínimo. Y Cuba no es ajena a ello. Aunque el organismo no proporciona estimaciones co

La crisis del COVID19 y los cambios que vendrán

Elías Amor Bravo, economista Escribir sobre coronavirus en este momento (8 de abril) es constatar varias cuestiones fundamentales. Primero, que estamos ante el acontecimiento más importante del siglo XXI que, probablemente marcará la evolución posterior de las naciones apuntando a un nuevo escenario internacional que en este momento es difícil de anticipar. Segundo, que estamos ante una crisis sanitaria sin precedentes que, originada en China, se ha propagado rápidamente por todo el mundo, como consecuencia de la movilidad asociada a la globalización económica. Y después de la crisis sanitaria, se esperan consecuencias sociales, económicas y políticas difíciles de evaluar en este momento. Tercero, que siendo difícil anticipar ese escenario futuro, desde luego, va a cambiar nuestra forma de vida tal y como la conocemos, se cerrarán fábricas y empresas, los aviones dejarán de volar y los desplazamientos se limitarán como nunca antes con especial incidencia en el turismo mundial