La receta para producir más y mejor café
Elías Amor Bravo Economista ULC Históricamente, Cuba producía café. Los hacendados que cultivaron este producto sabían que era necesario ubicar sus delicadas plantas en las laderas de las colinas frondosas de Oriente, donde la humedad y el calor se encargaban de conseguir un grano de calidad, que los mercados apreciaban por su extraordinario sabor. Los excedentes destinados a la exportación, fundamentalmente a EEUU, proporcionaban ingresos muy elevados a los cultivadores. La llegada de la denominada “revolución” no sólo supuso la destrucción del modelo existente, vía confiscaciones y robos de propiedad a sus legítimos dueños, sino la puesta en marcha de sucesivos experimentos que, la sabiduría de los guajiros y la experiencia acumulada de siglos de potencia agrícola, confirmaban que no podrían salir bien. Recuerdo siendo muy niño, a mediados de los 60, cómo nos llevaban obligados de la escuela a plantar aquellas maticas de café en los campos llanos de tierra r