La agricultura cubana necesita derechos de propiedad privada para progresar
Elías Amor Bravo, economista No se hagan ilusiones. La agricultura castrista seguirá siendo improductiva e ineficiente por muchas reformas de parcheo que adopte el régimen. Vergüenza debería tener el comunismo cubano al reconocer en julio del 2008 la necesidad urgente de entregar tierras estatales ociosas que permanecían bajo propiedad estatal, en concepto de usufructo a personas naturales y jurídicas. Con la aprobación del célebre Decreto Ley 259, el régimen aspiraba a producir más alimentos. Pero el resultado deja mucho que desear. Ciertamente, es lamentable que en cerca de 50 años, la ideología comunista impidiera cualquier actuación en este ámbito. Sin embargo, el balance de resultados no fue el esperado por lo que tan solo cuatro años después, el régimen promulgó el Decreto Ley 300, que derogaba el 259, para ofrecer la continuidad de la explotación de las áreas entregadas y promover la incorporación, permanencia y estabilidad de los nuevos productores agrarios y el asenta