Hay que detenerse a reflexionar la política turística ya
Elías Amor Bravo economista Quien avisa no es traidor. Hay un exceso de confianza por parte del régimen en los resultados de la próxima edición de Fitcuba 2023, que comenzará el próximo 1º de mayo en La Habana. Las autoridades creen que este certamen es “vital y estratégico para la recuperación paulatina del turismo”. Que luego no digan que no les adelantamos lo que va a ocurrir. Más o menos lo siguiente. Gran asistencia a la feria, pocas entradas de turismo después. Sinceramente, antes de que sigan por el camino que van, que es erróneo, convendría detenerse, reflexionar y ver si el turismo es realmente la gallina de los huevos de oro para un país comunista como Cuba, que además, se resiste a dejar de serlo. Hay varios motivos para hacerlo. Primero, los números no cuadran. La temporada invernal de este año ha sido un desastre, con los niveles de ocupación más bajos que se recuerdan de antes de la pandemia. No se puede funcionar con solo un 16% de habitaciones en uso. Y lo que tampoco t