El día después: transición a la democracia
Elías Amor Bravo, economista Las exequias de Fidel Castro se han convertido en un espectáculo televisado en directo, a nivel mundial, que permite contemplar la riada de personas dolientes de todas las edades que “acuden a dar su adiós” a quién ha dirigido Cuba en los últimos 57 años. Un adiós silencioso ante un retrato del dirigente revolucionario como única referencia del fallecido que, horas antes, ya había sido incinerado como paso previo a su viaje final hacia Santa Ifigenia. Varios aspectos conviene destacar de este momento histórico y que quiero compartir con los lectores. En primer lugar, el altar del dictador que se ha instalado en la plaza de la revolución no contiene referencias o alegorías del marxismo y el comunismo que han inspirado a su régimen político. La ideología comunista ha desaparecido por arte de magia, siendo reemplazada por un travestismo político en el que sólo aparecen flores blancas y retratos de Maceo, Martí y Gómez. Tan solo una he...