En torno a los costes económicos y sociales de los “Lineamientos” de Raúl Castro
Ya ha quedado atrás la fanfarria y el marketing del último congreso de los comunistas cubanos. Apenas se habla en la prensa oficial de la Isla del acuerdo adoptado en torno a la aplicación de los denominados “Lineamientos”, y hay quienes creen que después de la movilización anunciada para el próximo 1 de mayo, el empuje inicial y el deseo de impulsar cambios reales en la destruida maquinaria de la economía y la sociedad cubana, pasarán a la historia. Hay varios motivos para que ello sea así. Primero, el fuerte tono inmovilista de la clase dirigente que se alza con el poder después de este congreso comunista. Con una edad promedio que se acerca a los 70 años, sin una organización de jóvenes profesionales capaz de liderar cambio alguno en la dirección adecuada, y un peso elevado de una institución poco favorable a los cambios, como es el ejército o la seguridad del estado, difícil será que Marino Murillo, incluso con el apoyo de Raúl Castro, pueda llevar a término los principios incluido...