Ahora toca la minería
Un ejemplo más de la falta de visión estratégica para el futuro de la economía cubana.
Un día nos llegan noticias de la apuesta por emprendedores en la prestación de los más variados servicios, al otro nos anuncian el firme compromiso de convertir a Cuba en una “potencia minera”. Esta es más o menos la conclusión que se obtiene de la lectura de las sorprendentes afirmaciones del ingeniero Iván Martínez Leyet, viceministro del Ministerio de la Industria Básica (MINBAS), al impartir una conferencia en la apertura de la IV Convención Cubana de Ciencias de la Tierra GEOCIENCIAS 2011, que reúne hasta el viernes en el capitalino Palacio de las Convenciones a unos 770 delegados de 21 países.
De esta información se ha hecho eco Granma en su edición de hoy 5 de abril, y realmente, es asombroso conocer que las autoridades castristas ahora quieren convertir a la Isla en un “paraíso de la explotación minera”, justificado por la imaginación de que “casi la totalidad del archipiélago cubano con potencial para la explotación minera ha sido objeto de estudios geológicos hechos por diferentes instituciones científicas nacionales, cuyos resultados favorecen el desarrollo futuro de tan importante sector”.
Esta es una novedad más en el diseño de las nuevas estrategias económicas de Raúl Castro, y llama la atención que se vuelva a prestar atención “a la explotación del níquel, a revitalizar a su plena capacidad la industria salinera, muy dañada por los eventos meteorológicos del 2008, así como facilitar la puesta en marcha de pequeños yacimientos de materiales de construcción a nivel local, a fin de reducir al mínimo las distancias para su transporte y mejorar la gestión en el uso de esos recursos naturales, entre otros”.
¿Y cómo lo piensan hacer? ¿Con empresas estatales ineficientes, con las CCS, o esas nuevas formas de organización de las que se habla en los Lineamientos?
Señores, por favor, sean sensatos. ¿Tienen ustedes alguna idea de los costes que son precisos asumir para impulsar proyectos en este tipo de actividades primarias? ¿Son conscientes de que la minería es una actividad en la que las transnacionales copan el mercado? ¿Es que acaso quieren convertir a Cuba en el paraíso de las grandes corporaciones mineras a nivel internacional?
Despierten a la realidad que estamos en el siglo XXI, y lleguen a una conclusión: Hay que ser prácticos y dejarse de ideas que en absoluto son realizables en la economía actual.
Si quieren hablar de una minería que ha sido fundamental para Cuba, ¿por qué no mencionan el despropósito que fue el cierre acordado unilateralmente por el régimen del sector azucarero, uno de los más importantes del mundo, y que había convertido a la economía cubana en líder mundial durante los años 50? ¿Por qué dejaron que esta actividad, de profunda huella cultural e histórica, acabara siendo un problema y no una oportunidad? Es muy fácil culpar a los otros de los errores cometidos, pero esa no es la solución cuando se pasa de una determinada edad. La persona adulta debe responsabilizarse de sus errores y evitar caer una vez más en ellos.
Si la economía castrista necesita reducir el nivel de gastos improductivos, con lo que estamos completamente de acuerdo, y aligerar su estructura de funcionamiento ineficiente, ¿a qué viene apostar por la minería, con sus consecuencias que ustedes mismos mencionan?
Deben saber que desde hace años, los países más avanzados, los que ocupan posiciones de liderazgo en la economía mundial, invierten en tecnología, conocimiento e información para desplegar su capital productivo, no en recursos primarios. La economía castrista quiere volver a los túneles oscuros de la minería del siglo XIX, en pleno siglo XXI. Un retroceso que, como un experimento más, va a suponer un alto coste para Cuba y los cubanos. Justo en un momento en que se precisa la máxima inteligencia para salir de la situación de grave crisis provocada por el régimen de ausencia de libertades.
Seamos serios y dejémonos de bobadas. Ojalá que los asistentes ese conglomerado de iniciativas de la Convención GEOCIENCIAS 2011, dentro del VI Congreso Cubano de Geofísica, el IV Congreso Cubano de Minería, el III Congreso Cubano de Petróleo y Gas, el X Congreso Cubano de Informática y Geociencias, y el IX Congreso Cubano de Geología, hagan algo por devolver a la realidad a tanto “genio” de la economía.
Un día nos llegan noticias de la apuesta por emprendedores en la prestación de los más variados servicios, al otro nos anuncian el firme compromiso de convertir a Cuba en una “potencia minera”. Esta es más o menos la conclusión que se obtiene de la lectura de las sorprendentes afirmaciones del ingeniero Iván Martínez Leyet, viceministro del Ministerio de la Industria Básica (MINBAS), al impartir una conferencia en la apertura de la IV Convención Cubana de Ciencias de la Tierra GEOCIENCIAS 2011, que reúne hasta el viernes en el capitalino Palacio de las Convenciones a unos 770 delegados de 21 países.
De esta información se ha hecho eco Granma en su edición de hoy 5 de abril, y realmente, es asombroso conocer que las autoridades castristas ahora quieren convertir a la Isla en un “paraíso de la explotación minera”, justificado por la imaginación de que “casi la totalidad del archipiélago cubano con potencial para la explotación minera ha sido objeto de estudios geológicos hechos por diferentes instituciones científicas nacionales, cuyos resultados favorecen el desarrollo futuro de tan importante sector”.
Esta es una novedad más en el diseño de las nuevas estrategias económicas de Raúl Castro, y llama la atención que se vuelva a prestar atención “a la explotación del níquel, a revitalizar a su plena capacidad la industria salinera, muy dañada por los eventos meteorológicos del 2008, así como facilitar la puesta en marcha de pequeños yacimientos de materiales de construcción a nivel local, a fin de reducir al mínimo las distancias para su transporte y mejorar la gestión en el uso de esos recursos naturales, entre otros”.
¿Y cómo lo piensan hacer? ¿Con empresas estatales ineficientes, con las CCS, o esas nuevas formas de organización de las que se habla en los Lineamientos?
Señores, por favor, sean sensatos. ¿Tienen ustedes alguna idea de los costes que son precisos asumir para impulsar proyectos en este tipo de actividades primarias? ¿Son conscientes de que la minería es una actividad en la que las transnacionales copan el mercado? ¿Es que acaso quieren convertir a Cuba en el paraíso de las grandes corporaciones mineras a nivel internacional?
Despierten a la realidad que estamos en el siglo XXI, y lleguen a una conclusión: Hay que ser prácticos y dejarse de ideas que en absoluto son realizables en la economía actual.
Si quieren hablar de una minería que ha sido fundamental para Cuba, ¿por qué no mencionan el despropósito que fue el cierre acordado unilateralmente por el régimen del sector azucarero, uno de los más importantes del mundo, y que había convertido a la economía cubana en líder mundial durante los años 50? ¿Por qué dejaron que esta actividad, de profunda huella cultural e histórica, acabara siendo un problema y no una oportunidad? Es muy fácil culpar a los otros de los errores cometidos, pero esa no es la solución cuando se pasa de una determinada edad. La persona adulta debe responsabilizarse de sus errores y evitar caer una vez más en ellos.
Si la economía castrista necesita reducir el nivel de gastos improductivos, con lo que estamos completamente de acuerdo, y aligerar su estructura de funcionamiento ineficiente, ¿a qué viene apostar por la minería, con sus consecuencias que ustedes mismos mencionan?
Deben saber que desde hace años, los países más avanzados, los que ocupan posiciones de liderazgo en la economía mundial, invierten en tecnología, conocimiento e información para desplegar su capital productivo, no en recursos primarios. La economía castrista quiere volver a los túneles oscuros de la minería del siglo XIX, en pleno siglo XXI. Un retroceso que, como un experimento más, va a suponer un alto coste para Cuba y los cubanos. Justo en un momento en que se precisa la máxima inteligencia para salir de la situación de grave crisis provocada por el régimen de ausencia de libertades.
Seamos serios y dejémonos de bobadas. Ojalá que los asistentes ese conglomerado de iniciativas de la Convención GEOCIENCIAS 2011, dentro del VI Congreso Cubano de Geofísica, el IV Congreso Cubano de Minería, el III Congreso Cubano de Petróleo y Gas, el X Congreso Cubano de Informática y Geociencias, y el IX Congreso Cubano de Geología, hagan algo por devolver a la realidad a tanto “genio” de la economía.
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