El problema del agua en Cuba: embalses y trasvases

Elías Amor Bravo, economista
 
Interesante el asunto de los usos del agua en Cuba. La apuesta del régimen comunista por los trasvases llama la atención. Sin ir más lejos, sus homólogos ideológicos en España impidieron al gobierno del PP de Aznar llevar adelante un plan nacional del agua basado precisamente en el desarrollo de los trasvases con los mismos objetivos que en Cuba. Por esas extrañas razones difíciles de comprender, en Cuba, las tesis de la derecha española son las del régimen comunista. Vaya usted a saber por qué.
En cualquier caso, como se señala en una nota en Cubadebate, los trasvases en Cuba se entienden “como obras estratégicas fundamentales para evitar inundaciones y garantizar el abastecimiento de agua a la población y la economía”. Y claro, al no existir inversión privada en esta actividad, como en otras muchas de la economía, corresponde únicamente al estado la construcción y explotación de estas infraestructuras.
El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos INRH declaró al respecto que “cada año se destinan más de 100 millones de CUP para la ejecución de esas obras, que tienen la máxima prioridad para la dirección del país, y algo más de un millón de pesos para mantener las construcciones asociadas”. Inversiones que tal vez se podría pensar que son relativamente escasas, pero que vienen a representar un 2,2% del total de las inversiones en infraestructuras en los presupuestos del estado.
Sorprendentemente, los odiados trasvases por la izquierda española, encabezada por el PSOE y ahora por Unidas Podemos, resulta que en Cuba, al parecer, fueron obra e idea del máximo líder, Fidel Castro, cuya “voluntad hidráulica” quedó manifiesta en estas inversiones. No se diferencia mucho Castro de Franco, al que los españoles deben estas infraestructuras que sirven de agua a la población y actividades económicas, la mayoría de ellas construidas durante la etapa del franquismo.
Los extremos se tocan en el tema de embalses y trasvases, y en este caso de Cuba y España es más que evidente. Muchos analistas interpretan el desdén de la izquierda española hacia estas infraestructuras por el hecho que fueran desarrolladas en tiempos de la dictadura franquista. Una torpe posición que esperemos que, algún día, cuando Cuba sea democrática, no caiga en el mismo saco roto.
La realidad, y en esto coincidimos con los responsables del agua en Cuba, los trasvases incluidos en los programas del Plan Hidráulico Nacional, no son obras para las sequías, sino para equilibrar el uso del agua, llevándola desde donde está en exceso hacia donde es deficitaria, y hacia donde se requiere para los cultivos y la población. Totalmente de acuerdo, sobre todo cuando el agua sobra en unas zonas y falta en otras. Una idea tan sencilla de comprender, es refutada por sectores de la izquierda y ecologistas, que cuestionan desde el uso económico del agua, a la interrupción y daño a la fauna y flora, pasando por los usos culturales e incluso las referencias a la historia. En Cuba, por suerte, todo esto lo tienen claro. Se embalsa el agua excedente en presas y se trasvasa hacia donde se necesita y en el momento en que se necesita. Y punto. Ni Fidel Castro lo habría explicado mejor.
Gracias a ello, Cuba cuenta con 10 sistemas de trasvases, aunque al parecer su explotación no es permanente. Ellos son:
  • Trasvase Matanza- Mayabeque
  • Trasvase Pedroso- Mampostón
  • Trasvase Jucarito-Rincón
  • Trasvase Cauto-Güirabo
  • Trasvase Nipe-Gibara
  • Trasvase Colorado-Naranjo
  • Trasvase Mogote
  • Trasvase Gota Blanca-Túnel Sierra Maestra
  • Trasvase Sabanalamar-Pozo Azul
Se trata de infraestructuras que abarcan unos 292 kilómetros de canales, conductoras y túneles, que permiten trasvasar 262 millones de metros cúbicos de agua anualmente. Por ejemplo, como se señala en Cubadebate este 2020, se prevé trasladar 104 millones de metros cúbicos del líquido. Al parecer, todas las instalaciones no poseen el mismo estado de conservación, para lo cual el INRH destinó en 2020 un presupuesto de un millón de pesos para su mantenimiento, como ya se indicó antes.
El problema es que, a pesar de todo ello, hace unos días centenares de vecinos de algunas poblaciones y ciudades, como San Leopoldo en Centro Habana, pero también han existido protestas en Santa Clara, Cabaiguán, Guantánamo, anteriormente, se quejan de la falta de suministro de agua. En La Habana, por ejemplo, ya ha habido protestas inusuales en forma de “cacerolazos” por vecinos que se quejan de largo tiempo sin agua en sus casas.
Ello puede ser debido al deficiente estado de las infraestructuras de servicios municipales, ajenas a cualquier planificación de inversiones, pero puede deberse a un mal funcionamiento de los trasvases. Una causa puede estar en la Empresa de Servicios Ingenieros-Dirección Integrada de Proyectos trasvases, creada en 2007, con dos unidades empresariales de base encargadas de la administración y los servicios ingenieros de los trasvases Este-Oeste, Norte-Sur y Centro-Este. Esta entidad, en régimen de monopolio, es la que se encarga de gestionar los costos, calidad, plazos, riesgos, preparación del personal y aseguramientos necesarios para ir dando cumplimiento a la estrategia de los trasvases, y su funcionamiento, puede estar incidiendo en la falta de agua para consumo urbano.
Otra causa puede estar en la prioridad que tienen los embalses y trasvases. Algo se puede concluir de la nota en Cubadebate. Al parecer, se asume que “la construcción de las obras de infraestructura asociadas a los trasvases ha permitido contar con el agua y contrarrestar los efectos de la sequía, además de utilizar en el momento oportuno recursos como la maquinaria agrícola y la fuerza de trabajo, los fertilizantes y herbicidas”. Esta prioridad de los trasvases a la agricultura, parece que puede estar influyendo en los usos del agua para la población. En cierto modo, los embalses existentes no están siendo capaces de atender necesidades crecientes derivadas de la agricultura y población, por lo que ahí puede residir el origen del problema.
Es más que evidente la concentración del agua para riego en producciones de gran demanda como el arroz, con 31.000 hectáreas de aproximadamente 38 mil hectáreas en servicio, puede ser otro motivo, en ausencia de sistemas destinados a un uso eficiente, como ocurre en el Trasvase Centro-Este, o en el Trasvase Norte-Sur para las 2.000 hectáreas de la empresa agropecuaria San Antonio del Sur, y en el sistema Este-Oeste agua para 4.179 hectareas en los municipios de Mayarí-Cueto, de las cuales 2.356 corresponden al Ministerio de la Agricultura y están destinadas a la producción de tabaco, arroz, granos, café, ganadería y cultivos varios. Otras 1.823 corresponden a AZCUBA, dirigidas a la producción de caña. La prioridad del agua para la agricultura es más que evidente, ¿donde están las necesidades de la población?

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