¿Por qué la economía cubana no avanza?
Elías Amor Bravo, economuista
La CEPAL ha publicado recientemente el
Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, que permite
realizar un análisis comparado de los países de la región
utilizando fuentes de información homogéneas que, por otra parte,
solo llegan hasta 2013.
La publicación ofrece abundante
información para constatar que las reformas de los llamados "Lineamientos" no
han servido para que Cuba estabilice su economía y siente las bases
de un modelo de crecimiento capaz de atender las necesidades de su
población. Además, si se comparan los datos con los producidos a
nivel regional, la distancia que separa a la Isla del resto de países
es cada vez mayor.
Sólo así se puede comprender que el
PIB percápita de los cubanos en 2013 se sitúe en 6.199 dólares
frente a la media de América Latina y Caribe de 9.105 dólares (en
precios constantes de 2010, a fin de evitar la influencia negativa de
la inflación).
El contraste directo entre estas dos
magnitudes significa que los cubanos, en promedio, son un 32% más
pobres que el conjunto de la región, aumentando la distancia con
respecto a los países con un nivel percápita superior. El drama
relacionado con este indicador, que se suele utilizar como referencia
del grado de desarrollo de una economía es que, partiendo del año
2000, ese atraso relativo de la economía cubana se ha mantenido
inalterable. En ese año, la distancia era igualmente de un 33%,
apenas un punto porcentual más.
Además, si se comparan las
tasas de crecimiento del PIB en términos constantes de los últimos
cuatro años, en los que se supone que el efecto de los llamados
"Lineamientos", ha empezado a dejarse sentir sobre la economía cubana,
el resultado no puede ser más descorazonador. En promedio, la
economía de la Isla ha crecido a una tasa del 2,7%, frente a un 3,9%
del conjunto de países de América Latina y el Caribe, que lo han
hecho mucho mejor. Como consecuencia de lo expuesto, la economía
cubana se sitúa así en los últimos puestos del conjunto de naciones
de América Latina y el Caribe, mostrando así uno de los resultados
peores en términos de desempeño económico.
A la vista de estos
resultados, se puede considerar que la experiencia en la aplicación
de los Lineamientos deja mucho que desear, si se evalúa en
términos de crecimiento económico. La economía crece, pero de
forma insuficiente para corregir su notable atraso, y además, las
diferencias con el resto de América Latina y Caribe, se mantienen
estables. No se observan mejoras como consecuencia de los
Lineamientos, dado su impacto reducido sobre la actividad económica
general y las trabas y obstáculos que el régimen plantea sobre los
nuevos emprendedores.
La publicación de CEPAL
ofrece numerosas pistas para explicar el desastre sin paliativos de
la economía cubana bajo la actual dirección política. Hoy haremos
referencia a la distribución de las tierras y su incidencia sobre la agricultura. Como es sabido, el
arrendamiento a largo plazo de la tierra, no su régimen de derechos
de propiedad, ha sido una de las "políticas estrella" de los llamados
Lineamientos, para aumentar la productividad agrícola y permitir la
sustitución de importaciones.
Los datos de CEPAL no ofrecen dudas al
respecto, sobre todo si se compara la experiencia de Cuba con el
resto de América Latina. Ha sido un fracaso. Entre 2006 y 2012, la
superficie de tierras arables en Cuba ha disminuido un 12% pasando de
3.634.000 hectáreas a 3.202.000 hectáreas respectivamente. En el
conjunto de América Latina y el Caribe ha ocurrido lo contrario, y
la superficie cultivable ha experimentado un crecimiento del 5,6%
pasando de 159 millones a 170 millones de hectáreas.
Otro indicador
del fracaso es la superficie realmente puesta en cultivo. En el mismo
período, en Cuba ha disminuido un 13,3% pasando de 427 mil hectáreas
a 370 mil hectáreas, y en cambio, en el conjunto de la región ha
experimentado un aumento del 4,3%. A la vista de esta evaluación
comparativa, y salvando las notables diferencias que existen entre
los países de América Latina, la experiencia de los Lineamientos en
la explotación de las tierras y la mejora agrícola se puede
calificar de muy deficiente.
Seguiremos ofreciendo otros
datos.
Comentarios
Publicar un comentario