La situación de la economía cubana en el verano de 2012 (I)
Lineamientos, presupuestos y reformas tributarias[1]
Elías Amor Bravo, Economista
En estos
días del mes de julio de 2012, en los que la atención hacia la Isla ha venido
concentrada por la pérdida irreparable de Oswaldo Payá Sardinas, tres
acontecimientos importantes se han producido en materia económica, durante las
sesiones de la Asamblea Nacional.
I.
El primero
ha sido la presentación por el máximo responsable de la economía castrista,
Marino Murillo, del informe sobre la implementación de los acuerdos del Sexto
Congreso del Partido, y la política de los llamados “Lineamientos”.
Información
en clave positiva, propagandística, demagógica tal vez, donde todos son logros
y éxitos, sin reconocer que el campo está plagado de peligrosas minas de
ineficiencia y de elementos que impiden alcanzar los resultados que se quiere
conseguir.
Mucho “bombo
y platillo” para algo que simplemente no puede funcionar, porque es contrario a
las reglas básicas de la Economía, y porque esa es la intención de quién está
al frente.
Aunque parezca difícil de creer, en la dirigencia castrista no
existe el menor interés de implementar los cambios que necesita realmente la
economía cubana.
No hay nada
donde asirse. La “conceptualización del modelo económico”. Pero, ¿es que no han
tenido tiempo suficiente para darse cuenta de que es un fracaso y no funciona? Continúan
sin asumir que el colectivismo no se puede actualizar, porque simplemente es
algo pasado de moda, que huele a rancio como las bodegas del racionamiento. La
cuestión es ganar tiempo al coste que sea: conceptualizando el modelo económico
y fijando metas de largo plazo en ese futuro que, para el castrismo, nunca
llega.
En materia
de políticas macroeconómicas, ¿qué se puede señalar? Muy sencillo, que la
economía cubana sigue estando en las antípodas de cualquier ejercicio de
racionalidad en las cuentas públicas, que carece de instrumentos de política
monetaria y fiscal, y que olvida que, sin consenso social, no es posible
avanzar. Pensando en ello, se presenta como un gran logro los 47 mil préstamos
del sistema crediticio, cuando es difícil saber si es mucho, o poco, o ha
conseguido algo de beneficio para la economía, o el asunto de los pagos y
cobros, para los que la receta es la misma de siempre “máxima y estricta
disciplina”.
Nuevamente
se reafirma el “reconocimiento de la empresa estatal socialista, como la forma
principal la economía”, como si en medio siglo no hubiera experiencia
suficiente de fracaso. Pues no. Ahora pretenden implementar una “plataforma
organizativa para la realización de experimentos en organizaciones
empresariales seleccionadas”, con la que una vez más se va a ensayar, probar,
investigar y todas esas cosas que no suponen más que pérdidas de tiempo, cuando
en la gestión de la economía, dos más dos son cuatro y no hay más.
Para colmo
de males, los burócratas comunistas que dirigen la economía castrista aspiran a
crear entre las empresas organizaciones superiores de dirección empresarial
(OSDE) y los organismos, lo que llaman un nuevo “sistema de relaciones”. Seamos
serios. La mejor forma de relacionar todo tipo de unidad económica es el
mercado, con la información transparente y libre de los precios. Ni
flexibilidad de los objetos sociales o la posibilidad de aprobar precios,
teniendo en cuenta los referentes internacionales y los costos de producción,
representan soluciones efectivas, mientras exista una autoridad central
dirigiendo la economía, con criterios intervencionistas.
La propuesta
de autorizar cooperativas no solo en la actividad agraria, sino en otras 200
ramas productivas, parece acertada y puede ser, tal vez, con diferencia, lo más
destacado del informe. Aunque una vez más estamos, ellos dicen, ante un “ensayo
experimental”, los cambios en la realidad económica siempre deben ser bien
recibidos.
Subsisten
dudas sobre quién estará al frente de estas cooperativas y la participación del
partido único, los órganos de administración local y provinciales en sus
consejos, en suma, la supeditación de los intereses políticos a los económicos,
lo que puede convertir todos los efectos benéficos de este proceso, en papel
mojado. Al final, acabará siendo un instrumento más de recaudación estatal (por
la vía de alquileres) y directamente de más impuestos.
Murillo
ofreció cifras sobre el trabajo por cuenta propia, actualmente estancado en sus
cifras, ante el parón decretado por las autoridades para no perder el control
del proceso, al apreciar los primeros síntomas de malestar y protesta social.
En junio del 2012, 390.598 personas inscritas, cifra muy distante del millón
del que hablaban las autoridades al inicio del proceso.
La mayor parte de los
trabajadores por cuenta propia orientados al sector de la población que recibe
remesas de las familias exiliadas, los elaboradores-vendedores de alimentos
(57.504); y los transportistas (42.530). No existe libertad para el
establecimiento como trabajador por cuenta propia, sino que el sistema de
autorizaciones y regulaciones fija las condiciones de acceso, con criterios
políticos y restrictivos.
Al parecer
Murillo ha señalado que se continuarán aumentado las figuras aprobadas,
flexibilizando prohibiciones, y eliminando contravenciones obsoletas (que no
atenten contra el orden), en función del Lineamiento 168. Habría que ver qué es
eso de “atentar contra el orden”, en un país en el que todo en este sentido, es
ampliamente interpretable.
También avanzó
las bases de la nueva Ley Tributaria (aprobada en este periodo de sesiones), a
la que se define como "más moderna y flexible”, y que alternativamente
puede calificarse como “usurera, feudal y confiscatoria”, orientada a mantener
bajo control cualquier resquicio de actividad económica privada.
El pago de
impuestos por los ingresos personales en una economía en la que todo,
absolutamente todos los activos, medios de producción, el trabajo, etc, es
propiedad del Estado, no está muy justificado. No es extraño que las
autoridades reconozcan que los cubanos no estén acostumbrados a ello. Con
salarios inferiores a 18 euros mensuales, poco margen existe para el pago de
impuestos. ¿Hacia dónde va la Ley Tributaria? Evidentemente, a la masa de
trabajadores estatales mal pagados, no. Sino a la red de cuenta propistas, cuyo
crecimiento se pretende cercenar.
Más adelante,
se presentan con detalle las características de este nuevo proyecto.
Continuó su
informe prestando atención al reto que plantea el elevado ritmo de
envejecimiento de la población cubana, para el que también dice tener “una
estrategia integral”. En la presentación de la liquidación del presupuesto
Osvaldo Martínez ofreció algunos datos preocupantes, que se exponen a
continuación.
Una parte importante
del informe se refirió al problema de siempre: ¿cómo incrementar la producción
agropecuaria, por su sensibilidad para la economía nacional? Se hizo referencia
a la aprobación, el pasado mes de marzo, de 17 medidas para eliminar las
ataduras que limitan el funcionamiento de las Unidades Básicas de Producción
Cooperativa (UBPC), las cuales se harán extensivas a las cooperativas de
Producción Agropecuaria (CPA) y de Crédito y Servicios (CCS) en lo que
corresponda. Ataduras que serían fácilmente eliminables cambiando el modelo
económico, y dejándose de tanto parche. Es pronto para evaluar sus efectos,
pero no cabe esperar resultados positivos, mientras no se actúe sobre la
política de comercialización de productos agropecuarios.
Murillo
informó sobre el proceso de “subsidiar personas y no productos” en la venta de
materiales de la construcción, “reconociendo los problemas existentes con la
calidad, fundamentalmente en la carpintería de aluminio y los muebles
sanitarios, lo que constituye un reto para la industria”, confirmando la
situación de cuello de botella que impide la mejora de las condiciones de la
vivienda en la Isla.
Hubo
críticas hacia la lentitud inicial de los Consejos de la Administración
Municipal para aplicar el Reglamento del Consejo de Ministros sobre el
otorgamiento de subsidios a las personas sin solvencia económica, que hacen
obras en sus hogares.
Anunció más
decisiones en estudio, como la venta liberada de alimentos cocinados, o de gas
licuado de petróleo (GLP), para quienes deseen complementar este con las demás
variantes existentes, todo ello sin subsidios.
Más
experimentos respecto al arreglo de los equipos electrodomésticos, otro de los
quebraderos de cabeza de los cubanos. Para este fin, se anunciaron medidas para
lograr sistemática en la disponibilidad de piezas de repuesto, “como realizar
importaciones para un mayor periodo y la elaboración de ellas en el país”.
Algún
miembro de la Asamblea preguntó al ministro sobre la posible protección
estatal, más subvenciones, al precio de reparación de estos equipos, bajo las
nuevas fórmulas de gestión en talleres destinados a esta función de los cuenta
propistas. Murillo expresó que la voluntad estatal era mantener las tarifas
actuales, pero para ello resultaba indispensable asegurar la disponibilidad de
piezas de repuesto, pues ante toda escasez de oferta para una amplia demanda
emergen actitudes lucrativas, al margen de lo aprobado.
Es tan
difícil apostar por la economía de mercado libre.
[1]
Informe elaborado a partir de las intervenciones en la Asamblea Nacional de
Marino Murillo, Osvaldo Martínez y Lina Pedraza, con informaciones procedentes
de Granma Internacional.
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