Malas señales desde el mercado laboral
Elías Amor Bravo, economista
Los datos relativos
a mercado laboral del último año han sido publicados por la ONEI y ofrecen un
interesante panorama de los graves desequilibrios que aquejan a la
economía cubana.
Para empezar, la
población activa, que integra las personas que trabajan o que están
en situación de desempleo, se desploma en el período 2011 a 2016.
El mercado laboral se estrecha a gran velocidad, sin que existan
planes o políticas actualmente que permitan hacer frente a esta
dinámica ciertamente negativa por cuanto supone de agotamiento
económico para un país. Lo cierto es que en los llamados "lineamientos" este tipo de cuestiones quedan al margen.
La tasa de
actividad, que es el indicador que se utiliza para realizar este
análisis, desciende del nivel 76,1% en 2011 al 65,2% en 2016, un
total de 10,9 puntos porcentuales menos. La tasa de actividad de la
economía cubana se sitúa entre las más bajas del mundo. Además,
este descenso de las tasas de actividad afecta de manera más
especial a la mujer cubana que experimenta tasas muy inferiores a los
de los hombres. En el caso de las féminas, la tasa de actividad
baja del 60,5% al 50,9%, en tanto que los hombres lo hace del 90% al
78,2%.
En líneas
generales, la caída de los niveles de actividad se estima en unas
488.200 personas que dejan de estar relacionadas con el mercado
laboral. En términos relativos, un 9,4% menos de cubanos se
encuentran ocupados o desempleados con respecto a 2011.
Dejando de lado los datos de desempleo, el nivel de
ocupación, que es uno de los elementos que integran la actividad,
también se contrae en el período objeto de análisis. En 2011,
5.010.100 cubanos tenían un empleo, y esa cifra baja a 4.591.100 en
2016, con una disminución del 8,4%, equivalente a 419.000 personas.
En este caso, hombres y mujeres experimentan descensos similares, sin
que se observen diferencias de género.
Otro aspecto que
revelan los datos del mercado laboral en Cuba es que la dinámica del
empleo confirma que las categorías independientes y privadas son las
más dinámicas.
Desde 2011, los que
han optado por el establecimiento por cuenta propia aumentan de los
391.500 registrados en esta categoría en dicho año que
representaban el 7,8% del empleo total a 540.800 en 2016 que alcanzan
un 11,8% del total de la ocupación. Este es un buen dato, ojalá que hubiera aumentado más. Tal vez sería conveniente preguntarse por qué no lo ha hecho y sobre todo, mal, muy mal debe ir al
régimen para adoptar medidas coercitivas contra los trabajadores por
cuenta propia como las publicadas en la Gaceta extraordinaria del 31
de julio a las que hemos hecho referencia en otro post de este blog.
Dentro
del conjunto del empleo no estatal, donde además de los trabajadores por cuenta propia, están los trabajadores privados,
integrados por los campesinos privados, los usufructuarios de la
tierra, los que trabajan en las cooperativas de créditos y servicios
desde 2013 experimentan un aumento del 23%, pasando de 928.500 a los
1.139.200 de 2016.
Alternativamente,
el empleo estatal continúa siendo mayoritario y aplastante pero sus
cifras no hacen otra cosa que bajar. En 2011 alcanzó 3.482.500
personas, y en 2016 con los ajustes referidos, se situó en 2.710.000
una cifra abultada, que supone todavía el 60% del empleo total de la economía. Destacar
que un porcentaje de empleo estatal tan elevado solo se observa en la
obsoleta economía castrista, donde subsisten resistencias
ideológicas para ir aproximando los estándares de la economía a
los que existen en otros países del mundo. También los ocupados en
el sector de las cooperativas, disminuyeron en el
período considerado un 15,2%.
En
cuanto a la distribución sectorial, destacar la elevada
concentración de empleo en el sector primario de la economía, donde
agricultura, pesca y minería alcanzan el 19% de la ocupación un
porcentaje que tiende a mantenerse estable desde 2011. La industria
manufacturera apenas alcanza un 10,9% de la ocupación tras haberse
situado en el 12% en 2011, en concreto, la industria azucarera con
48.200 ocupados mantiene su tendencia a la desaparición desde
comienzos de siglo. El sector construcción sin un marco adecuado para su desarrollo y pese a las carencias habitacionales del país, alcanza sólo un 5,8% del
empleo después de haber registrado un 4,4% en 2011, y finalmente los
servicios concentran el 64,3% restante. Esa menor participación del
empleo en las actividades industriales indica el sentido de los
ajustes que se están practicando sobre empresas estatales y en
concreto, en la industria azucarera, que pierde más del 30% de sus
efectivos.
Para
finalizar este post algún dato que merece especial atención. En
2016, el 59% de la población ocupada en Cuba en 2016 tiene más de
40 años. En total, 2.715.100 personas. En concreto, 349.330 con más
de 60 años tienen el horizonte de la jubilación próximo. En solo
cuatro años, ese colectivo ha pasado de 304.200 a los 349.300
citados, con un incremento del 14,8%.
Otro
dato cuanto menos inquietante, se refiere a los cambios
experimentados en la estructura ocupacional del mercado laboral.
Entre 2011 y 2016, el número de técnicos se desploma de 1.488.000 a
1.161.400 personas, un descenso del 21,9%. Otro tanto ocurre con la
categoría del personal de servicios, que pasa de 1.136.100 a poco
más de 814.700, aquí si se produce un ajuste muy importante que
alcanza un 28,2%. Cambios de esta magnitud tampoco resultan
favorables para atender las necesidades de cualificación de las
empresas y pueden venir motivados por las deficiencias en el sistema
educativo y sus dificultades presupuestarias de los últimos años.
Junto
a ello, el envejecimiento del mercado laboral en la isla, paralelo al
que experimenta el conjunto de la población, está causando, y puede
provocar, efectos muy negativos para el futuro de la economía, sobre
todo, si se tiene en cuenta la presión migratoria estructural y la
ausencia de movimientos de entrada al país. Malos presagios apuntan
estas cifras, que no son las mejores para afrontar un proceso de
cambios y transformaciones estructurales como los que necesita el
país.
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