Los servicios eléctricos y de gas de mal en peor

Elías Amor Bravo economista

No hace muchos días, el ministro de energía, Vicente de la O anunciaba como gran éxito de gestión de su departamento, la perforación de un tercer pozo gasífero que debería permitir el aumento de la generación eléctrica de la empresa mixta Energás. La prensa estatal acogió la información como si fuera la solución que esperan todos los cubanos a los problemas de energía que afectan el país. 

Se recuerda al respecto que este año ya se habían perforado dos pozos, en los meses de mayo y junio, para contar con 400.000 metros cúbicos de gas y con ello aumentar la potencia de la generación eléctrica a partir del gas. En esos meses, se superaron los 330 MW potencia, que no se encontraban disponibles por falta de combustible mientras que antes de esto, la potencia se movía entre 250 y 260 MW.

De la O Levy anunció entonces, de forma sorprendente, en el programa de televisión, que Energás comenzaría un proceso de mantenimiento obligatorio, que había sido retrasado desde mayo de modo que a planta en cuestión debería entrar en funcionamiento el 3 de octubre, con la potencia de generación superior gracias al tercer pozo.

Y aquí viene lo que llama la atención. Unos días mas tarde, la prensa estatal informaba que habría afectación de forma inmediata en el servicio de gas manufacturado en La Habana, porque la Empresa de Gas Manufacturado a causa de unos trabajos de mantenimiento en la planta productora de Energas, sa., provocaría una disminución del volumen de gas natural que se suministra a la capital desde las 9:00 pm del domingo 1 de octubre hasta las 6:00 am del martes 3. Es decir, un roto por un descosido y el efecto del tercer pozo por los suelos.

La afectación del servicio, que podría ser parcial o total, sin precisiones por parte de la nota informativa, se dejaría sentir en los municipios de Plaza de la Revolución, Cerro, La Habana Vieja, Centro Habana, 10 de Octubre, Playa y Marianao.

Los ciudadanos no saben que decir. Por un lado, un ministro que anuncia más suministro de gas, y por otro directivos de la entidad responsable del servicio que, como consecuencia de los trabajos de mantenimiento deciden reducir el servicio. Alguien recuerda que hace unas semanas, unos trabajos similares en la Sección de Refrigeración de Energas sa, iniciados el 20 de septiembre, produjeron un mal olor a gas en numerosas zonas de la capital que alarmaron a la población.

De modo que a pesar de la perforación de un tercer pozo, o la construcción de un ducto de 21 km cuyas válvulas están cerradas, esperando el arranque, los residentes en La Habana se tendrán que conformar con cortes en el suministro de gas.

Nadie entiende como se pueden producir estos contratiempos en algo tan normalizado como prestar de forma continua un servicio de gas a los consumidores. Al parecer, hay de todo, y se considera que la estrategia seguida desde febrero para aumentar las horas de mantenimiento planificado, con la finalidad de recuperar potencia y no tener que trabajar contra afectaciones tiene buena parte de la responsabilidad de la ruptura del servicio. 

De igual modo, al parecer las nuevas inversiones que deberían garantizar la estabilidad del servicio eléctrico, no han servido tampoco para conseguir los objetivos de aumento de consumo.  De modo que los problemas de suministro de combustible y el estado técnico de las centrales termoeléctricas siguen siendo los vectores que alejan al sector eléctrico castrista de cualquier solución a los graves problemas que presenta.

Y claro, como no hay forma de resolver la crisis energética que atenaza el país, el ministro achaca al bloqueo económico de Estados Unidos la única responsabilidad de una política energética que responde al pésimo diseño del modelo económico comunista, inadecuado para atender este tipo de necesidades que ejercen una influencia clave sobre el normal funcionamiento de todo el país.

La empresa deja entrever que la ejecución de los trabajos debe permitir una mayor fiabilidad en la distribución del gas natural hacia las plantas productoras de la Empresa de Gas Manufacturado, pero los consumidores apenas se creen estos argumentos, detrás de los cuales siguen los mismos problemas de suministro, apagones, etc.

Es el día a día del castrismo. La propaganda y la demagogia del régimen van por un lado anunciando pozos nuevos que van a resolver todos los problemas y demás, y, en cambio, los hechos van por otro sin soluciones. Los cubanos son conscientes de la dinámica que están tomando los acontecimientos y tras casi dos años largos de deficientes condiciones en el servicio han perdido toda esperanza. 

Los reportes diarios de afectación en el servicio que se publican en la prensa estatal, a modo de avisos de lo que no puede evitarse, son únicos en el mundo. No hay otro país en que los ciudadanos tengan este tipo de pésimo servicio y además, sean informados por el gobierno de la incidencia del consumo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Muy deficientes resultados en la construcción de viviendas en el primer semestre

La bancarización ha quedado aparcada, otro experimento más a la basura

El Banco Central de Cuba como instrumento represor del régimen