Sobre los conceptos económicos del discurso de Machado Ventura el 26-J

Elías Amor Bravo, economista

Machado Ventura en su discurso en el acto central del 64 aniversario del asalto al cuartel Moncada en Pinar del Río ha dicho, menos mal que al fin alguien se percata de ello, “la economía constituye la tarea esencial, porque es la base que permite sostener todas las conquistas de la Revolución”. Vaya, al final se dieron cuenta de que quien juega con fuego, acaba quemándose. Una frase de corte raulista, que está inspirada en el maremágnum de los llamados “lineamientos”.

Pero bueno, aquí viene la cuestión, ¿nos podemos creer ese mensaje de verdad? 

No parece muy acertado ni oportuno en el año 2017 realizar un análisis comparativo sobre la situación de Pinar del Río en 1959. Si cualquiera hiciera lo mismo con España, Italia o Francia podría llevarse una sorpresa muy superior a la que pretendía Machado Ventura con esa enumeración dispersa de datos estadísticos poco relacionados entre sí para confirmar el “esfuerzo” de la llamada revolución en dicha provincia.

Además, me cuesta pensar en Pinar del Río como la “Cenicienta” de Cuba antes de 1959, cuando la producción de tabaco de alta calidad destinada a los mercados de exportación inundaba las arcas de recursos de una economía que en aquellos años, poseía una moneda más fuerte que el dólar de EEUU. Y luego la minería, sin duda un sector estratégico, que atraía inversiones extranjeras y permitía a ingenieros y especialistas de todo el mundo ocupar los empleos bien retribuidos que se generaban en este sector. Visto en perspectiva, y seguro que si se le pregunta a los bravos pinareños, cómo vivían antes de 1959, la respuesta abrumadora sería que mucho mejor que en la economía de las colas, los racionamientos, los bajos salarios y la falta de oportunidades y la obsesión con huir del país. Ese es el balance que debería haber hecho Machado Ventura, pero es evidente que al escritor de su discurso ni se le pasó por la cabeza.

No obstante, hay frases del discurso que merecen atención. Por ejemplo, me parece acertado afirmar que “aún lejos de sentirse satisfechos, pinareñas y pinareños han trabajado muy duro para que cada familia tenga un hogar decoroso” y aquí viene la cuestión económica principal, ¿de qué les ha servido ese trabajo duro para apenas acumular riqueza y activos con los que disfrutar de la calidad de vida, bienestar y progreso? Es un error que los comunistas cometen una y otra vez pensar que los “avances en el ámbito social están acompañados de resultados económicos superiores”.

Falso, no existen "avances sociales" aunque se empeñan una y otra vez en emplear términos que la economía confirma su falsedad como colectivismo o esos logros sociales. Para que de verdad en una sociedad, en una nación, en una economía se pueda vivir mejor de forma colectiva y social, es necesario que cada uno de los individuos experimente las mejoras que a título personal le permita alcanzar un sistema en que sus capacidades no se encuentren limitadas por poder coercitivo alguno. Y eso en Cuba, es imposible desde 1959 y en tales condiciones, el avance social es una entelequia.
Y aquí viene la frase del encabezamiento de este post, cuando Machado dijo que “para el compañero Raúl, la economía constituye la tarea esencial, porque es la base que permite sostener todas las conquistas de la Revolución”.

Insisto. De nada sirve que avancen las producciones de la provincia, la tabacalera, viandas y hortalizas, el arroz, la pesca, la minería, la industria y los servicios, como el turismo si ello no va acompañado de una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, de su capacidad para ahorrar y consumir, para invertir en activos de su propiedad, para elegir libremente, para progresar. Son muchas las restricciones que impiden a las fuerzas productivas individuales prosperar en la economía cubana, y de nada sirven las arengas vacías de contenido, si la base que sostiene el sistema sigue siendo la misma que hace 57 años.

Y Machado Ventura no se equivoca cuando dice que “ustedes mejor que nadie saben que aún resta mucho por hacer para lograr el despegue definitivo de la economía y con ello dar respuesta a las necesidades de nuestro pueblo”. Por supuesto, así es. No hacen nada los que tienen la responsabilidad de cambiar el statu quo, y además, las reformas están mal dirigidas e implantadas. Por eso, y vuelvo a estar de acuerdo con Machado Ventura, cuando dice, “en esa larga y difícil batalla estamos convencidos de que los hijos de esta indómita tierra seguirán en la primera línea”, pero no teniendo que marcharse a vivir al exterior, como tuvieron que hacer sus padres y abuelos, que nunca se resignaron al ostracismo impuesto por el régimen comunista desde 1959.

Después de una larga travesía discursiva, Machado Ventura volvió a meterse en líos, al decir que “como ha señalado el general de ejército Raúl Castro Ruz, en más de una ocasión, el rumbo de la Revolución está trazado”. Me permito recordar que otro dictador que sometió a un régimen autoritario a España durante casi 40 años, el general Franco, también decía eso mismo, “todo está atado y bien atado”, y miren por dónde acabó España. Cierto, Machado Ventura no puede entender, como muchos dirigentes autoritarios que “por muchos documentos programáticos que fijen la dirección y el alcance de los cambios para lograr un socialismo próspero y sostenible”, las papeleras están para dar un buen servicio para eliminar todo lo que no sirve. Que lo vaya pensando.

Claro, en este tipo de discursos, rara vez se olvidan del ataque a “las medidas de endurecimiento del bloqueo”, “la coerción y las presiones o recurriendo a métodos sutiles”. Una obsesión con el enemigo exterior que nunca acaba de llegar después de 57 años y al que se contempla como autor de “las acciones injerencistas y desestabilizadoras contra el gobierno bolivariano y chavista encabezado por el presidente constitucional Nicolás Maduro”, en una clara referencia castrista a su socio que atraviesa unos momentos cada vez más difíciles. Cualquier podría concluir que el apoyo de Cuba castrista a Maduro ha quedado relegado a “rechazo rotundo de ataques, reclamo del absoluto respeto a la soberanía y a la autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela, y poco más. Es como si alguien hubiera dado la orden de ir haciendo las maletas. Cada vez llegan menos petrodólares.

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