La "nueva arquitectura financiera mundial" de Díaz Canel
Elías Amor Bravo economista
¿A qué llama Díaz Canel “nueva arquitectura financiera? Una pregunta que se puede contestar si se presta atención a lo dicho por el dirigente comunista cubano en su intervención en el Diálogo de Alto Nivel sobre Financiamiento para el Desarrollo, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 20 de septiembre de 2023. La respuesta es clara: no pagar, resistir y ver si se pilla algo para ir tirando.
En el citado foro, y ante el resto del mundo, el dirigente comunista expuso sus ideas en un breve y a la vez contundente alegato que, de buen seguro, no habrá pasado desapercibido para aquellos que, a nivel internacional, se dedican a prestar dinero a los que despilfarran sin ton ni son, se endeudan y luego no quieren pagar, como Díaz Canel. Lo realmente lamentable es que iniciara su alegato presentándose como presidente y en nombre del Grupo de los 77 y China. Lamentable, porque a diferencia de Díaz Canel, en esos países los hay que cumplen puntualmente con sus obligaciones crediticias y no andan levantando mentiras.
Pero vayamos a la sustancia. Díaz Canel empezó diciendo lo que todo el mundo sabía, y que “el Diálogo de Alto Nivel presenta una valiosa oportunidad de intercambio abierto para reflexionar sobre el progreso alcanzado en la implementación del Plan de Acción de Addis Abeba y para evaluar las maneras más eficientes de cerrar la creciente brecha”. En su opinión, esa deuda creciente se tiene que resolver con movilización de la voluntad política y los recursos necesarios para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Oídos sordos. Ni siquiera Guterres estaba allí para aplaudir.
Después empezó con el análisis de las políticas sur-sur, una cantaleta absurda si se tiene en cuenta que Cuba, cualquier niño de primaria lo sabe, es un país del hemisferio norte, y no debería atraparse en la telaraña de los más pobres, sino buscar resortes efectivos para salir de la miseria. Justo lo que no hace Díaz Canel. Para él es más fácil culpar a la arquitectura financiera actual porque según dijo, “no está diseñada para proveer las respuestas que necesitan los países del Sur”, y por tanto, en su criterio hay que implementar una “reforma inclusiva de esta arquitectura para cumplir con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional”. Principios y propósitos que Díaz Canel no cumple, ya que más de 1.000 presos políticos en las cárceles lo dicen todo. ¿Es que acaso Díaz Canel quiere negociar deuda por presos? Su discurso iba en esa línea.
De hecho, entró en materia cuando pidió expresamente “rediseñar y recapitalizar los Bancos Multilaterales de Desarrollo para que estos puedan asistir eficazmente a los países en desarrollo como un todo”. ¿De qué está hablando Díaz Canel? Pues de algo que los comunistas cubanos han practicado sin límites durante 64 años. Confiscar y expropiar estos bancos para que sirvan dócilmente a los despilfarradores del mundo, como Díaz Canel. De hecho, acabó reconociendo que “incluso el refinanciamiento de los Bancos Multilaterales de Desarrollo por sí solo no sería suficiente para cubrir las necesidades del 80% de la población mundial que vive en el Sur Global”. Lo dicho, Díaz Canel quiere apropiarse de los activos, de la riqueza de estos bancos y va dando pasos y se deja escuchar allí donde puede. Ojalá que no le hagan caso.
Después volvió a lo mismo de siempre, insistiendo que “se necesitan acciones inmediatas para enfrentar con urgencia la deuda externa insostenible, que arrastra a la mayoría de las naciones en desarrollo hacia un abismo económico”. Una vez más, la acción la tiene él mismo al alcance de su mano, pagar, cumplir con sus deudas, es un paso para afrontar esa deuda global que Díaz Canel convierte en anatema, pero como ocurre siempre con el dirigente comunista cubano, la culpa es de otros, nunca suya, y por eso dijo que “se necesita inmediatamente una solución inclusiva y efectiva, con la participación de todos los acreedores, para que los países del Sur, particularmente los países de ingreso medio con miles de millones de dólares de sus propios ahorros domésticos, inviertan en su desarrollo”. Si esto ocurriera realmente, en unos años, esos países pobres serían mucho más pobres, y el mundo avanzaría hacia un desastre integral.
Es lo mismo que la reclamación de proceder a la recanalización de Derechos Especiales de Giro no utilizados hacia países en desarrollo y una nueva asignación de estos Derechos, un ataque directo a las actividades del Fondo Monetario Internacional, una especie de monstruo para Díaz Canel que es incapaz de entender el papel que juegan estas agencias multilaterales en la deuda externa.
Y en este punto, explicó sus propuestas de reforma del sistema de gobernanza actual que, según él, no refleja la realidad de las estructuras multilaterales de hoy. Más o menos lo mismo que el régimen político castrista, que 64 años después, es incapaz de atender las necesidades básicas del pueblo cubano, qué mayor fracaso. No obstante, propuso,
- Proceder a reformar la estructura de
gobernanza de las instituciones financieras internacionales, especialmente
el Fondo Monetario Internacional, ya que el sistema de votaciones basado
en poder económico-financiero no es ya sostenible. Por enésima vez, el ataque
continuo y personalizado al FMI.
- Una arquitectura mejorada de deuda
soberana global con participación significativa de los países en desarrollo.
La deuda soberana global no se puede arreglar si países como Cuba, por ejemplo,
no atienden la solución de la suya propia.
- Plataformas inclusivas y eficaces
para diseñar y debatir normas y regulaciones impositivas internacionales
en las Naciones Unidas. Más burocracia, reuniones, viajes y oportunidades
de pillar algún programa de la ONU de esos que salpican con 6 millones de
dólares al régimen comunista, como el de seguridad alimentaria.
Díaz Canel exigió también reformas del sistema de comercio internacional, y además, con urgencia. Debería haber preguntado antes a sus socios comunistas vietnamitas, que después de entrar en la Organización Mundial de Comercio dejaron atrás las hambrunas y pasaron a ser primeros exportadores de arroz en Asia.
Según Díaz Canel, su reforma, poco reflexiva y realmente sin sustrato real, pasa por incluir que los países desarrollados dejen de incrementar artificialmente la carga de exportación a aquellos mercados para países en desarrollo a través de tarifas injustificables y discriminatorias, permitiendo así un espacio para que los países en desarrollo creen industrias modernas que añadan valor a sus facilidades extractivas y agrícolas. Insisto, ni ha consultado para decir este tipo de cosas a sus colegas comunistas chinos y vietnamitas.
Este fue el discurso con que se ha presentado en el Diálogo de Alto Nivel sobre Financiamiento para el Desarrollo, en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Lo dicho, apaga y vámonos.
Lo he dicho antes y lo sigo repitiendo: la deuda contraida por la dictadura de la familia castro en los ultimos 64 años desaparece con la desaparicion de ese regimen.
ResponderEliminarLos Paises del 1er mundo acudieron con los cantos de sirena del comaAndante, y aprovechando que USA habia perdido ese mercado. Y con sus prestamos han ayudado al sostenimiento, y sufrimiento de la Nacion Cubana.
Al final es tan culpable el que mata la vaca como el que le aguanta la pata